Los segovianos llenarán la mesa en Nochebuena con los alimentos más baratos

Más de la mitad de los alimentos se han abaratado o se han mantenido en los mismos niveles de costes respecto al periodo festivo de 2022. Aun así, dos de cada tres productos típicos navideños se encuentran en «máximos históricos», según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). El observatorio de precios recoge importantes subidas del besugo (11%), lombarda (7%) o el pavo (6%). Ninguno se compara con el repunte de las almejas, hasta posicionarse un 23% más caras que hace doce meses.

Al contrario, hay otros productos que se desploman en la tabla de precios, como son la lubina y merluza (-13%), los langostinos (-12%), la pularda (-7%) y, por debajo de estos porcentajes, las ostras, granada y gulas. Justo estos alimentos son los más demandados en los pedidos a los comercios segovianos de cara a las cenas familiares. Todo ello cuando se prevé que estos encuentros sean «de los más caros» de los últimos años, remarca la OCU.

Los costes están altos, de eso no cabe duda, pero se abre una pequeña vereda de esperanza entre los vendedores que confían en que los precios hayan tocado techo. La subida comenzó a finales de 2021 y prosigue a día de hoy, si bien se observa estabilidad y moderación en algunos negocios, como es el caso de las fruterías o pescaderías. No tanto en las carnicerías.

El mercado municipal de La Albuera es uno de los principales indicadores de esta situación. La semana comenzaba tranquila, una realidad muy distinta a la que se prevé a partir de este jueves. La antelación ya no es una seña de identidad de los compradores desde hace tiempo. «Vamos a tener jaleo», pronostica Francisco Vicente, al frente de pescadería Antón. En su caso, los «productos estrella» de esta Navidad son la merluza, lubina salvaje y rape, que están «más baratos o más o menos igual que otros años», subraya.

No sucede lo mismo con el besugo. «No lo traigo, lo cojo solo por encargo y procuro no hacerlo, ya que en Navidad hay muy poco y es muy caro», determina. Un kilo y medio de este producto puede llegar a superar los 80 euros. Las almejas, un habitual en las comidas y cenas, también ha crecido en precio. «Con el agua dulce, se ha muerto toda, ha habido muy poca», puntualiza el pescadero, lo que hace extensible al berberecho y la navaja. El percebe también está «por las nubes», así como el pulpo, mientras que langostinos «hay más que nunca».

La escasez está detrás de muchas subidas de precios, lo que no ha habido que lamentar en esta ocasión con la fruta. «No suele subir mucho», declara Leo Esteban, de la frutería 3 Kilos. La piña es lo que más gusta a los segovianos, será el postre principal de las comidas en fechas festivas, pues su precio ha disminuido ligeramente a pesar de estar en vísperas de la Nochebuena. A día de hoy, se puede comprar por menos de 1,5 euros el kilo. «Últimamente se llevan mucho los mangos y aguacates», destaca el frutero, cuyo valor no ha experimentado grandes fluctuaciones a lo largo de los meses.

En la pollería Selecta Ana y Javier, lo que más triunfa entre la clientela es la pularda, con un coste de 9,85 euros el kilo; y el capón, sobre los 11. «Algo menos, pero también, se pide el pavo», especifica Javier Velázquez. Su precio varía entre los ocho y diez euros el kilo en relación al peso. Esta semana ha vendido varios que superan los 15. En lo que respecta a los huevos, es el primer año después de muchos en que el coste de la docena no se duplica, aunque sí se han producido subidas de algunos céntimos.

Finalmente, la carne es el producto que más incrementos ha experimentado a lo largo de este año, tal y como se desprende del informe de la OCU. El cordero lechal está a 23 el kilo, por lo que la unidad ronda los 140 euros. «Desde verano ha estado disparado, no es una cosa exclusiva de estas fechas», matiza Ángel Lázaro, de industrias cárnicas Ángel Lázaro. La misma suerte ha corrido el cochinillo, cuyo valor se aproxima a los 120 euros. «Hay menos producción, han quitado animales y, por ello, valen más dinero», considera.

Sin embargo, la tradición manda. No solo por ser Navidad, sino también por ser segovianos. «La gente los compra, algo hay que cenar», insiste el empresario cárnico. En su carnicería en la capital, también vende jamones, un producto típico en regalos y aguinaldos. «Están poco más o menos que otros años, puede que hayan subido un par de euros más, pero tampoco mucho», aclara. Las conservas, salmón ahumado, embutido y vino se mantienen en niveles de precios altos, pero estables.