A los segovianos les gustan las matemáticas

«Las matemáticas son divertidas». Esa es la afirmación que repitieron cientos de niños este sábado tras resolver sudokus gigantes o desafíos geométricos en las mesas de juegos colocadas en la avenida del Acueducto. La diversión se adueñó de pequeños y mayores que hacían cola bajo la iglesia de San Clemente para demostrar su maestría en esta disciplina. Ese era el objetivo de la iniciativa: «Queremos que se vea esa cara de las matemáticas diferente a la imagen que tenemos de la materia; no son aburridas», aseguró Laura Manjarrés, una de las portavoces de la Asociación Castellana y Leonesa de Educación Matemática 'Miguel de Guzmán', entidad organizadora del evento en colaboración con el Ayuntamiento de Segovia.

«Estamos muy contentos con la respuesta de los segovianos, estamos diciendo que casi no teníamos espacio para acoger a todas las personas que se han acercado a los juegos: no esperábamos esto», subrayó entusiasmada. Los puestos apenas dieron abasto durante las tres horas de duración del evento en Segovia, lo que llevó a repartir los lotes de diversión por todo el entorno próximo, hasta ocupar bancos y soportales cercanas.

Son muchos los que acudieron a la llamada de la asociación, mientras que otros estaban de paso y se quedaron. «Muchos turistas han probado los juegos, hemos visto también jugar a abuelos y nietos», declaró Manjarrés. El frío y la amenaza de lluvia no fue un obstáculo para que los asistentes pasaran un rato entre aprendizaje y, por supuesto, risas. «Es genial ver cómo muchos se pican para resolver los desafíos», añadió.

El listado de juegos era amplio y se adaptaba a todas las edades. Había sudokus, ábacos, torres de hanoi, piezas para construir fractales, paneles de algoritmia, juegos de varillas, triángulos de Pascal, tangram, cubos de rubil y geometría en 3D. No hubo un puesto favorito, ya que todos ellos dieron la bienvenida a multitud de personas pese a que algunas tuvieron que enfrentarse a ciertos tiempos de espera.

Entre los participantes, salieron a la luz numerosos genios. Las demostraciones en vivo, caracterizadas en todo momento por su componente lúdico, sorprendieron a aquellos que desde hace muy poco habían empezado a interesarse por el estudio de esta ciencia. Incluso se constituyeron como un atractivo para los que habían dado por perdidas las matemáticas hace mucho tiempo.

Una decena de profesores voluntarios, acompañados de estudiantes, fueron los encargados de desplegar las herramientas dirigidas a desterrar el mito de que «las matemáticas son difíciles e inaccesibles», insistió Manjarrés. En Segovia era la primera vez que se ponía en marcha un proyecto de tales características y, en vista de la respuesta, «estoy segura de que volveremos», asumió la educadora.

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