Los segovianos se desquitan de los conciertos suspendidos en fiestas

La Unión Musical Segoviana, dirigida por la batuta empuñada por el maestro Francisco Cabanillas, fue la primera en iniciar una velada de desquites por las cancelaciones de la semana pasada. Su programa clásico atrajo a cientos de espectadores que aguardaban el himno a Segovia como colofón a la actuación que tenía que haber amenizado el vermú del día de San Pedro que estuvo pasado por agua.

El segundo desquite se antojaba más alborotado, rotundo y ruidoso. Las pruebas de sonido presagiaban más decibelios. El tributo a los donostiarras de La Oreja de Van Gogh no hizo esperar mucho más a un público ávido que he llenado el Azoguejo y algunas partes de las calles que confluyen en la plaza a la que saluda el Acueducto desde su punto más alto.

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Un hit tras otro, un avalancha casi imparable del cancionero que encumbró a la popular banda de pop liderada en sus inicios por Amaia Montero y que ahora encabeza la voz de Leire Martínez. El carrusel de himnos mimetizados y sincronizados con los originales encontró la respuesta coral de los asistentes, que uno tras otro entonaron los estribillos de un repertorio de clásicos que desvelan la fórmula secreta de unir en un mismo aforo a distintas generaciones y diferentes estilos.

Los segovianos, al igual que los componentes de la banda, dieron todo para desquitarse del mal sabor de boca de la cancelación de la semana pasada.

A las Fiestas y Ferias de San Juan y San Pedro aún le queda un último gol en la prórroga propiciada por esas jornadas lluviosas. Será este martes, a las 21 horas, también en el Azoguejo, con el espectáculo musical 'El baúl de los 70' de Serafín Zubiri y la Banda Tierra de Segovia.