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claudia carrascal
Segovia
Domingo, 22 de agosto 2021, 08:30
Las constantes subidas del precio de la luz están convirtiendo este 2021 en el año más caro de la historia, con picos máximos ... con 117,29 euros el megavatio hora (MWh). O dicho de otro modo, se ha triplicado el precio con respecto al curso pasado, según el Operador del Mercado Ibérico de Energía (OMIE). La previsión no es halagüeña porque se teme que la situación no mejore al menos hasta la primavera de 2022. Detrás de esta subida del recibo de la electricidad está el agotamiento de muchas reservas de gas de Asia y Europa, lo que ha disparado las tarifas por este recurso en los mercados internacionales.
Una familia media pagará este mes de agosto un 35% más en la factura de la luz que en 2020, según datos de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). La escalada ha detonado el descontento general entre la población y ha llevado a empresas y a particulares a plantearse alternativas para surtirse de energía. Entre ellas, destaca la fotovoltaica que, al ser más limpia y económica, ha proliferado este último año en la provincia de Segovia en torno a un 40%, según el responsable comercial de Sabika Solar, Javier Lozano, quien admite que con las nuevas tarifas de la luz las consultas se han disparado.
Esta tendencia ya se estaba produciendo durante los últimos años, aunque de forma más moderada. «Cada vez hay más personas conscientes de los problemas medioambientales y quieren reducir sus consumos», esgrime. En este sentido, subraya que se trata de una «energía renovable, limpia, que permite generar tu propia electricidad y supone un ahorro desde el primer día». Además, la instalación es sencilla y cuenta con sistemas modulares que se pueden ampliar en función del consumo, añade.
Lozano apunta que los avances tecnológicos han permitido una rápida evolución en los dispositivos fotovoltaicos. Por eso, «tanto en Segovia como en cualquier parte del mundo un ciudadano que tenga instalados paneles solares puede ser autosuficiente a nivel energético». Uno de los motivos es que estos paneles funcionan con la claridad y no solo con los rayos directos del sol. Además, existe la opción de instalar baterías para acumular energía, lo que garantiza su disponibilidad en todo momento.
El consumo no es lo único que se reduce mediante el aprovechamiento de la energía fotovoltaica, ya que también disminuyen las emisiones de dióxido de carbono. Con una instalación de 5 kilowatios, que es la más común entre los usuarios que se decantan por esta opción, se dejan de emitir 1.800 kilogramos de CO2 al año, lo que equivale a la plantación de unos setenta árboles. Con estos datos en la mano, el responsable comercial de la empresa Sabika Solar, Javier Lozano, confía en que el impulso de este tipo de energías sea cada vez mayor y que inyecciones como la que ha llevado a cabo la Unión Europea en favor de la bonificación de las instalaciones solares fotovoltaicas se mantengan para que «cada vez más gente se una a la revolución de generar su propia energía». Sin embargo, matiza que en una ciudad como Segovia no siempre es fácil porque existen restricciones que impiden la colocación de estos paneles en zonas como el casco histórico. Por el contrario, en los municipios de la provincia los trámites resultan más sencillos, motivo por el que hasta la fecha gran parte de la clientela de esta empresa son personas residentes en el medio rural o ciudadanos que tienen en estos enclaves periféricos su segunda vivienda.
Esta forma de energía no solo la utilizan las empresas o propietarios de casas unifamiliares, sino que cada vez hay más comunidades de vecinos que buscan contrarrestar los gastos conjuntos, como el ascensor, la luz o la depuradora. También están las que optan por el autoconsumo colectivo que permite beneficiarse a todos los inquilinos de forma proporcional.
La instalación en una vivienda unifamiliar se realiza en un par de días, ya que requiere la colocación de los paneles en un tejado, suelo o cubierta y su fijación con estructuras de aluminio. Lozano detalla que el funcionamiento es sencillo, ya que el sistema cuenta con un equipo inversor con una potencia adecuada a las necesidades del cliente que se encarga de transformar la corriente continua en alterna. Luego, esta energía, que es la que se utiliza habitualmente para los aparatos electrónicos, se distribuye por la red del hogar.
Lozano insiste en que el nivel de seguridad es muy alto porque para salvaguardar la instalación y la vivienda o empresa se colocan cuadros de protección de corriente. Además, a través de una aplicación móvil el usuario puede visualizar sus consumos, la producción generada y la cantidad que inyecta a la red eléctrica.
El coste de la instalación de este modelo alternativo para una casa unifamiliar media oscila entre 6.000 y 10.000 euros, en función de la localización, el gasto y las necesidades. Por su parte, el ahorro en la factura baila entre el 40% y el 60%. Eso sí, el responsable comercial de Sabika Solar, incide en que es fundamental generar hábitos de consumo acordes a este tipo de energía, aprovechando las horas de luz para hacer los mayores consumos que hay en una vivienda, como la lavadora, el lavavajillas o el horno.
Además, de la energía producida por particulares y empresas de forma individual también empiezan a proliferar proyectos fotovoltaicos a gran escala en la provincia. Municipios como Lastras del Pozo, Brieva, Villacastín o Valverde del Majano, así como barrios incorporados de la capital como Torredondo, Perogordo, con una producción de 500 KW, cuentan con instalaciones de este tipo.
Asimismo, está pendiente de ejecución una propuesta de Iberdrola para la futura planta fotovoltaica FV Otero. Contará con una inversión de 220 millones de euros y producirá 505 megavatios, lo que la convertirá en la segunda mayor planta fotovoltaica de Europa y ocupará los términos municipales de Marazuela, Marazoleja y Anaya.
El presidente de la Federación de Empresarios Segovianos (Fes), Andrés Ortega, reclama que «se ponga coto a la continua subida de precios de la factura eléctrica porque en España tenemos el coste más elevado de todo el continente europeo y entre los siete más caros del mundo». Por eso, pide una actuación inmediata en la reducción de impuestos que beneficie también a los autónomos con contratos de más de 10 KWh, que se han quedado fuera de la rebaja del IVA del 21% al 10%, ya que «las características de su actividad les obligan a tener una potencia mayor contratada». Un dato avalado por la Federación Nacional de Asociaciones de Autónomos (ATA), que dice que sectores como la hostelería, la mayor parte del comercio, peluquerías o lavanderías no se han podido beneficiar de la rebaja fiscal.
Asimismo, suma las carencias en el suministro en gran parte de la provincia, que provocan pequeños cortes de electricidad que obligan a parar la maquinaría. «Además de los costes que suponen estos parones momentáneos, hay que tener en cuenta los costes de arranque y puesta en marcha de las máquinas. A nivel global, el suministro se mantiene de forma constante, pero ese pequeño porcentaje que refleja los cortes es muy perjudicial para las empresas del medio rural», subraya Ortega.
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