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El Pedro Escartín de Guadalajara recibió a la Segoviana con un lema que no auguraba un final feliz: «Hoy seguro que ganamos». No es el mejor presagio cuando un equipo viene de tres partidos sin marcar y con la primera derrota de la temporada ... en el recuerdo. Era la tarde en el que el hecho aislado de perder ante el Adarve en La Albuera podía adquirir la categoría de dinámica, esa palabra tan difícil de cambiar en el fútbol. El equipo de Ramsés Gil se disponía a ceder también su imbatibilidad a domicilio tras una sequía goleadora que alcanzó los 410 minutos, desde la primera parte del empate en Getafe, cuando llegó el milagro con un gol en propia puerta en el descuento.
Guadalajara
Álex Herrero, Stevens, Souza, Gallardo, Sergi Segura, Cruz, Del Olmo, Iván Moreno, Darío García, Santano y Morcillo.
1
-
1
Segoviana
Carmona, Silva, Abel, Javi Marcos, Rubén, Juan de la Mata, Fer Llorente, Plomer, Ivo, Javi Borrego y Segovia.
CAMBIOS GUADALAJARA: Pineda por Iván Moreno (min 46), Sergio Nanclares por Morcillo (min 46), Ablanque por Stevens (min 66), Cheki por Del Olmo (min 77) y Álvaro por Santano (min 84).
CAMBIOS SEGOVIANA: Hugo Díaz por Ivo (min (57), Merencio por Dani Plomer (min 57), Astray por Juan de la Mata (min 76) y Álex Maroto por Silva (min 76).
GOLES: 1-0 :Morcillo, minuto 13. 1-1: Cruz, en propia puerta, minuto 93.
ÁRBITRO: Ibón Urízar Díaz (Comité País Vasco). Amonesto al local Cruz y a los visitantes Álvaro Merencio, Javi Borrego y Rubén.
OTROS DATOS: Partido correspondiente a la octava jornada de liga en el grupo V de Segunda RFEF, disputado en el estadio Pedro Escartín de Guadalajara ante 1.451 espectadores.Se guardó un minuto de silencio en memoria de la madre del jugador de la Gimnástica Sergio Arévalo, fallecida durante las últimas horas. Los jugadores de la Segoviana jugaron con brazalete negro y mostraron antes del partido varias camisetas del lateral izquierdo de la Gimnástica Segoviana.
La vuelta de Dani Segovia al once dibujaba el esquema deseado por Ramsés, el que sumó siete goles en las tres primeras jornadas, con dos diablos por las bandas: Borrego en la izquierda y Plomer en la derecha, al revés que en la derrota ante el Adarve. La Sego buscó el ansiado gol con De la Mata como pivote defensivo, Ivo como faro entre líneas y Fer Llorente de organizador. El 14 culmino el primer acercamiento con un tiro centrado que resolvió el portero, pero el gol llegaría en la otra portería.
El Guadalajara cambió su inercia con una victoria en casa del Cacereño y siguió de dulce porque anotó en su primer acercamiento. Un pase interior que protegió Morcillo con el cuerpo ante Abel para acomodarse la pelota a la derecha y batir a Carmona con un tiro cruzado. Fue mejor que encajar un gol en el minuto uno, el precedente azulgrana en su última visita alcarreña en mayo, pero no era para nada un comienzo soñado. La cosa pudo agravarse porque Silva evitó con un corte un mano a mano con su portero, que rozó el drama poco después al confiarse en la recepción de un balón que se coló bajo su bota. La cosa no acabó en los telediarios porque el pase apenas tenía velocidad y el guardameta pudo apagar el incendio sobre su línea de gol.
La Segoviana se acercaba por el flanco izquierdo, con Borrego triangulando en busca del pase que descifrara a la defensa alcarreña, que concedía córners, pero no se vencía. Silva tuvo el empate en un envío aéreo que despejó con dudas el guardameta, pero el balón botó y tardó demasiado en llegar a su posición para que le saliera un buen disparo, así que la mandó alta. Lejos de asediar la meta contraria, fue el Guadalajara el que rozó el segundo en un gran pase interior de Darío García, que cogió la espalda de la defensa azulgrana y contactó con Stevens. El lateral olía el gol (como en mayo), pero Iván Moreno llegó tarde a su pase de la muerte, con la portería vacía ante sus ojos. Un suspiro que salvó a los visitantes.
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Quique Yuste
Un simple consuelo. Porque la frustración ofensiva seguía, con acciones inauditas como una falta servida por Llorente que salió desviada por línea de fondo. Plomer quería correr, pero recibía en su propio campo y la defensa rival, consciente de su pólvora, le cuerpeaba y él pegaba puñetazos al césped. Con todo, tuvo la mejor bala del primer tiempo en un envío al segundo palo que juzgaron mal los dos centrales locales, pendientes de Segovia. Pero el balear llegó muy forzado y su intento a bocajarro golpeó en un defensa antes de acabar en las manos de Álex Herrero.
El Guadalajara se anticipó a la intensidad de la Segoviana y adelantó los cambios: dos en el descanso, incluido Nanclares, azulgrana en la primera temporada de la entidad en Segunda RFEF. Pero fueron los visitantes los que cogieron la iniciativa, con las diabluras de Plomer –caño incluido– provocando córners. Dos seguidos en los que el guardameta se adornó para despejar de puños. El balón azulgrana cumple en defensa, pero no brilla en ataque; no es una prioridad, pero cuando falta el gol todo suma.
Ramsés movió el banquillo con un rematador multiusos como Hugo Díaz y su extremo más regular, Merencio, que se echó las manos a la cabeza porque Dani Segovia no llegó por los pelos a su centro envenenado al punto de penalti. Esos detalles que la mala inercia decanta por defecto en favor del rival. Mientras, regalaba un córner en su área tras un pase forzado de Abel, presionado, que no pudo despejar Carmona. Contactó con la cabeza Santano, pero se lamentó por hacerlo sin contundencia. Oportunidad perdida para sentenciar. Como una circulación entre Pineda y Nanclares que desvió Abel con la cara en una posición forzada que el público aprovechó para pedir penalti.
Los balones envenenados de Merencio eran el mejor argumento visitante, pero el reloj empezaba a descontar minutos. Así las cosas, Ramsés quemó las naves a cuarto de hora del final quitando a Silva –acabó con defensa de tres– y De la Mata –Llorente hizo de pegamento en el medio– para buscar el maldito con Pedro Astray y Álex Maroto, que ya la tuvo ante el Mensajero en el primer partido de la sequía. No había tiempo para tácticas, solo quedaba el deseo, el enfado: que lloviera un gol cómo fuera.
Y así fue. El Guadalajara gestionó con madurez el final, pero no evitó la sucesión de córners, que la Segoviana muriese en su área. En esas, ya en tiempo de descuento, Cruz despejó al lugar equivocado un balón que se coló dentro de su portería, por más que sus compañeros lo sacaran in extremis, ya por detrás de la línea. Un alivio que vale un punto, pero mantiene el parte médico de un equipo sin gol. La cosa acabó con unos minutos sin red: ambos equipos en busca del gol. Casi lo logra Pineda con un testarazo, pero los alcarreños aún no conocen la victoria como locales pese a su lema.
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