La segoviana que ha revolucionado la canción del verano con su 'Potra salvaje'

Uno de los apodos de Isabel Casado (Segovia, 1987), más conocida como Isabel Aaiún, es 'La zapatera', por la herencia familiar: su abuelo y bisabuelo desempeñaron la profesión y su padre conservó el apodo en Veganzones. «Lo que pasa en los pueblos, tienes tu mote y te persigue toda la vida», comenta la revelación. Un lugar imprescindible para entender a esta 'Potra salvaje', pues reconoce que el título de una de las canciones del verano –más de 12 millones de reproducciones– es autobiográfico. Su gusto por el folklore y su pasión por los caballos –por mucho que sea artista, se define como jinete– viene de allí.

–¿Se considera hija de la España vaciada?

–No sé si hija, pero sí me considero nieta de la España vaciada. Si no hubiera venido al pueblo, no hubiera tenido tan cerca la oportunidad de acercarme a un caballo. Mis primeros contactos con ellos fueron allí, en la Yeguada Cuesta. Hay pueblos muy grandes como eran en ese momento Móstoles, Fuenlabrada o Alcorcón, pero allí no había caballos. Sin un pueblo como Veganzones, tan rural, a lo mejor no se me hubiera ocurrido pensar que de mayor quería vivir en una casa y tener gallinas. Solo conocería la posibilidad de vivir en un piso en Navalcarnero o en otro lugar de Madrid.

–¿Por qué los caballos son tan importantes para usted?

–De pequeña, los caballos siempre estaban en mi mente. Siempre. Tenía claro que quería dedicarme a ellos de alguna manera cuando fuese mayor; no sabía cómo, si quería ser veterinaria… Pero siempre supe que quería montar a caballo y la primera vez que lo hice ya no lo dejé. No hay una explicación real, no me viene de familia, nadie ha tenido caballos o se ha dedicado a ellos.

–¿Cómo definiría la relación entre caballo y jinete?

–Es una relación única, un vínculo que tú creas con tu animal. Hay relaciones y relaciones, pero en mi caso es muy profunda. La forma que tengo de conectar con los animales en general, pero sobre todo con los caballos, es desde las emociones, el sentimiento, el corazón.

–¿Es más fácil interactuar con animales que con personas?

–Pues depende de cada persona. En mi caso, es raro que no me lleve bien con alguien, me gusta tener empatía y desde ella busco intentar entender. A mí me gustan más los animales que las personas. Dicho así a lo mejor suena un poco mal, pero es una cuestión de predisposición. Cuando te acercas a un animal, siempre te proyecta algo positivo. Y eso no ocurre siempre con las personas.

–¿Cómo convierte esta forma de ver el mundo en música?

–Es muy fácil, contándolo. Las canciones cuentan cosas y yo en las mías cuento cómo siento yo las cosas.

–¿Cómo marca su personalidad el estilo musical?

–No sé si lo ha marcado. A mí me gusta mucho el folklore –tanto el español como el de otros países como México–, el rock, todo tipo de música. También me gusta el reguetón, pero lo que me sale más es cantar la música de toda la vida llevada a la actualidad.

–¿Uno elige la música que le gusta o la que se le da bien?

–Yo no me veo cantando reguetón. En mi casa, sí, por supuesto, como si me canto una sevillana. Pero no me gusta tanto como para eso. ¿Cómo te imaginarías 'La potra salvaje' en versión reguetón? Yo no la veo, no me da la mente para más.

–¿Qué parte de Segovia hay en sus creaciones?

–Segovia está en mi corazón. Cuando compongo algo como 'La potra salvaje', a lo mejor no menciono Segovia en las letras, pero la llevo dentro. Forma parte de las cosas que has vivido, aunque no haya hecho una referencia muy clara.

–¿Se considera una potra salvaje?

–Sí, por supuesto. No me gusta seguir modas, no me gustan las ataduras, ni que me manejen. Soy un alma libre, me gusta pensar por mí misma, no que me impongan. A mí las cosas por cojones no me gustan; si me das un argumento y me convences, fenomenal. Tengo mis propias ideas y de ahí surgen mis acciones.

–¿Cómo se ha hecho hueco en un entorno con tanto creador de contenido?

–Creo que hemos hecho algo diferente y parece que ha gustado. A lo que tenemos acceso, es todo igual; hay mucha música diferente, pero no llegamos a ella tan fácil.

–¿Cómo recibe los 12 millones de reproducciones?

–Me alucina, me emociona y me motiva. ¿A quién no le puede sorprender? Yo acabo de empezar, como quien dice [es su primer disco]. No estoy todo el rato mirando las reproducciones, pero miro los mensajes de la gente y me gusta mucho estar en contacto en redes sociales en la medida de lo posible, porque a veces no puedo contestar a todo el mundo.

–¿Cómo convive con el concepto de canción del verano?

–Mi vida no hay cambiado, sigo saliendo a la calle con normalidad.

–¿Teme despegar los pies del suelo?

–Sí, claro. Todo el mundo me dice que la cantan en orquestas por todos lados. Los 12 millones de reproducciones son una barbaridad, así que trabajo mucho la parte de 'vale, Isabel, tranquila, todo esto es fenomenal, pero que no se te olvide de dónde vienes'.

–¿La canción del verano deja en un segundo plano el resto de su trabajo?

–En este caso, yo creo que no. Mucha gente me está conociendo por 'La potra salvaje', pero se quedan con el disco entero. Incluso me dicen que no es su canción favorita. Habrá mucha gente que se quede y otra que simplemente esté de paso.

–¿Qué referentes tiene?

–A lo largo de la vida, pasa mucha música por tus oídos. Miro a los profesionales como referencia, ver qué cosas se te ocurren, qué cosas te molan. Para aprender. Ahora me gusta mucho Miley Cyrus. O Taylor Swift, por ejemplo.

–¿Qué cogería de Taylor Swift?

–Lo que busco es la naturalidad en el escenario, su forma normal de estar ahí. Ellas se suben ahí y les da igual tener delante a 20.000 personas.

–¿Qué tipo de artista le gustaría ser?

–Ya que empiezas un proyecto, que te vaya bien. Me gustaría ser una artista que puede seguir viviendo su vida, lo que me gusta hacer, ser feliz, estar bien psicológicamente. Me gustaría seguir siendo yo. Mantener mi calidad de vida, montar a mis caballos, irme de viaje adónde me apetezca, tener mi casita, mis terrenos, mi intimidad. Una vida normal.

–Que el éxito no convierta a una potra salvaje en una potra encerrada.

–Eso es.

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