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El entrenador de la Gimnástica Segoviana, Ramsés Gil, ha tenido que tirar de seis jugadores distintos para ocupar en diferentes momentos de la temporada el centro de la zaga. Toda una yincana para un gran resultado: diez porterías a cero en 23 jornadas de la Segunda RFEF, solamente una menos de las logradas el curso pasado en las 34 de la temporada regular. El gran logro defensivo es que el Sanse, considerado por el técnico «el equipo más fuerte del grupo», no ha marcado un gol a sus pupilos en más de 180 minutos de fútbol.
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La mejora defensiva de la Segoviana es global, un equipo que ha encajado 19 goles en 23 jornadas, un dato que solo mejoran Sanse (16), Talavera (16) y Atlético Paso (11). Son siete goles recibidos menos que la campaña pasada a estas alturas; entonces llevaba 26, por 32 anotados, para una cosecha de 38 puntos. Este curso anota menos (27), pero su diferencial de goles es mejor (+8) y tiene un punto más. La fórmula de reducir goles ha mejorado a un equipo que pierde poco, apenas cuatro derrotas.
Nueve de las diez porterías a cero de la Segoviana son patrimonio de Carmona, pero Héctor Oliva también sumó la suya en su única titularidad liguera, en La Albuera ante el San Fernando. Aquel partido (1-0) fue el quinto en que el equipo de Ramsés dejaba a cero a sus rivales, como hiciera en sus tres primeros en casa –Numancia (2-0), Villanovense (3-0) y Mensajero (0-0) – y en un sufrido empate en San Sebastián de los Reyes (0-0). Carmona también puso el cerrojo en Badajoz (0-1) e Illescas (0-0), ante el Navalcarnero (0-0), en casa del Mensajero (0-1) y al Sanse (1-0).
Solo cuatro equipos han marcado más de un gol a la Segoviana, siempre en su estadio: Ursaria (3-0), Navalcarnero (2-2), Cacereño (2-3) y Numancia (3-1). Pero el rendimiento a domicilio se deja notar en esta estadística, pues los de Ramsés suman ya más portería a cero lejos de su estadio (4) que toda la temporada pasada, los cerrojos logrados en Navalcarnero (0-0), Socuéllamos (0-2) y Don Benito (0-0).
Mérito doble porque la zaga ha sido la línea más mermada. Primero, la pubalgia que ha tenido apartado casi cuatro meses a David López. Después, la rotura fibrilar de Abel Pascual que le ha tenido apartado de las convocatorias dos meses y medio. O la marcha de Javi Marcos a mediados de enero tras aprobar su oposición como policía local. Juan de la Mata tuvo que tapar rotos como central durante dos meses y hasta Silva jugó como central.
Sergi Molina ha sido una panacea. El alicantino, cedido por el Hércules, solo ha encajado un gol en los cuatro encuentros que lleva de azulgrana y su relación con David López ha sido amor a primera vista. Conservaron la ventaja ante el Villanovense, el cero en La Palma –aunque Molina no jugó los últimos minutos por fatiga muscular– y las acometidas del Sanse. Solamente vieron a Carmona sacar el balón de su portería en el error de Peke que valió el 0-1 ante el Getafe B.
La Segoviana afronta en la mañana del domingo (12:00 horas) la visita al dentista. Desde que sufriera en 2018 en el barrio madrileño de El Pilar su último descenso a Tercera División, el Adarve es la bestia negra de los azulgranas. Su recinto de césped artificial a los pies de las torres de Chamartín derrotó a los tres entrenadores que ha conocido el club en los últimos siete años: Abraham García, Manu González y Ramsés Gil. Las tres visitar azulgranas han acabado en derrota, un historial que no mejora demasiado con los partidos en La Albuera: de un total de siete encuentros, los madrileños han ganado cinco, por un empate y una victoria azulgrana.
El Adarve se impuso en el primer duelo entre ambos equipos con un gol en el descuento que hacía inútil el empate de Diego Gómez la tarde de su debut. Una fórmula parecida al último enfrentamiento, en octubre: un gol postrero propinaba a los de Ramsés su primera derrota del curso. A la derrota que valió aquel descenso (3-1), se suman un bofetón en el primer partido azulgrana en Segunda RFEF, en 2021 (4-1) y el tropiezo del pasado enero (2-0) tras la roja a De Frutos. La victoria fue la excepción que confirma la regla, pero fueron más que tres puntos: el 2-0 en mayo que valió el 'play-off' de ascenso a Primera RFEF.
El partido es especialmente fronterizo porque los segovianos, segundos con 39 puntos, podrían asaltar el liderato o ver cómo su rival, séptimo con 34, se les acerca a tan solo dos con un triunfo. La igualdad eterna del grupo V.
El paso del tiempo ha dado a la Gimnástica Segoviana la oportunidad de reescribir su historia y dar a las banderas azulgranas de La Albuera con el lema 'Vamos Sego' que en el pasado decoraron disgustos como el último partido de Segunda B ante el Valladolid B o ascensos frustrados en motivo de alegría. El equipo de Ramsés tumbó en casa al líder, el Sanse, ante 1.947 espectadores, una cifra récord para un encuentro liguero, pues supera los 1.892 aficionados que presenciaron el noviembre de 2022 la victoria ante otro líder, el Melilla, entonces en horario matinal. Es el encuentro liguero con más espectadores de los registros del club,Por delante quedan otras citas como el duelo de Copa del Rey entre Turégano y Celta, que aprovechó las graderías supletorias, o la visita del Athletic de Bilbao, sin registros fiables. El contingente de aficionados incluyó un centenar de aficionados madrileños, que contaron con su propia sección y sumaron para un gran ambiente de fútbol.
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Abel Verano, Lidia Carvajal y Lidia Carvajal
Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
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