Segovia tramita 58 nuevos pisos de uso turístico en el último año

Este tipo de viviendas, que no pueden destinarse a alquileres de larga duración, ha proliferado durante los últimos meses en la ciudad de Segovia. Desde el pasado 1 de junio, la Concejalía de Urbanismo ha tramitado la construcción de 58 apartamentos turísticos en la capital segoviana. Algunos, tras obtener todas las autorizaciones necesarias por parte de las distintas administraciones públicas competentes, ya están en funcionamiento y alojan turistas que desean pernoctar una o más noches en la capital. Otras, sin embargo, están aún pendientes de algún trámite, aunque no tardarán en convertirse en una realidad.

La mayoría de los proyectos que están o han pasado por la oficina de Urbanismo son de pequeña envergadura. De los trece expedientes que ha manejado el área dirigido por Alejandro González-Salamanca, ocho contemplan la construcción o reconversión de edificios para cuatro o menos viviendas turísticas. Estos ocho expedientes recogen la edificación de una vivienda vacacional en Zamarramala, otra en la calle Pintor Montalvo y otra en la calle Zurbarán. Además, también incluyen la conversión de un local comercial (Galerías Rosado) en cuatro apartamentos turísticos en Vía Roma, la misma fórmula empleada para habilitar otros dos pisos con el mismo fin en la plaza de Echegaray. En este mismo punto de San Millán el mismo promotor ha construido otras cuatro viviendas turísticas, mientras que a no muchos metros, a la altura del número 5 del paseo Ezequiel González, se ha ejecutado otro proyecto que ha permitido construir tres casas para alquiler vacacional.

En plena Calle Real, por su parte, también hay un proyecto para acondicionar tres viviendas turísticas a la altura del número 19 de la calle Juan Bravo (el proyecto de ejecución se aprobará mañana en junta de gobierno), mientras que la conversión del edificio de la Casa del Siglo XV en apartamentos no está tan enfocada al turismo y sí a los estudiantes universitarios. También con ese fin se ejecutó hace meses la construcción de 56 apartamentos en la calle Blanca de Silos, que funcionan como residencia estudiantil.

Según los datos facilitados por el área de Urbanismo, existen otros cuatro proyectos que en total suman 39 viviendas turísticas en el centro de la ciudad. Algunas ya han sido ejecutadas durante el último año, como las ocho construidas en el edificio situado en el número 16 de la avenida del Acueducto. Además, en marzo se concedió la licencia de obra para rehabilitar un inmueble y crear otras ocho viviendas en la plaza de San Justo número 2.

Con licencia urbanística pero pendientes de algunos documentos están los otros dos grandes proyectos con este fin que maneja el Ayuntamiento de Segovia. Uno se ubica en la plaza de Guevara, zona del recinto amurallado que tiene pendiente una intervención con fondos europeos para musealizar el foro de la ciudad romana. Con ese nuevo atractivo turístico proyectado, en el número 3 de la citado lugar emblemático también se construirán otros nueve apartamentos destinados a alojar visitantes que llegan a la ciudad.

El proyecto de mayor envergadura es el que se sitúa en el número 7 de la calle Ochoa Ondátegui, en pleno barrio de El Salvador y a escasos metros del Acueducto. En este solar, donde en la actualidad están las ruinas del que edificio que en su día fue el restaurante Casa Chapete, están proyectadas en este momento catorce nuevas viviendas turísticas.

El concejal de Urbanismo y Patrimonio Histórico del Ayuntamiento de Segovia, Alejandro González-Salamanca, asegura que el interés en ejecutar este tipo de proyectos se mantiene estable durante los últimos años, con solicitudes para construir alrededor de una veintena de este tipo de viviendas al cabo del año. Unas cifras que, por el momento, no preocupan al edil, quien no considera que Segovia tenga un problema a día de hoy con la proliferación de pisos turísticos como sí ocurre en otras ciudades españolas.

«Puede que exista algún problema puntual en algún sitio. En este momento creo que Segovia no tiene este problema, pero en el futuro puede llegar a tenerlo», asevera. Para ello, el número de edificios destinados en exclusiva a apartamentos turísticos debe aumentar durante los últimos años y concentrarse en determinados lugares. En la actualidad, considera que estas condiciones no se están produciendo. «Donde se están haciendo apartamentos de uso turístico de manera integral son zonas con poca población como la calle Escuderos, que es una odisea para algunos residentes por determinados ruidos que no tienen que ver con las viviendas turísticas», afirma.

González-Salamanca va más allá y afirma que en Segovia «se está magnificando» el problema. Aunque asegura que el Plan Especial de las Áreas Históricas (Peahis) no es santo de su devoción, defiende que la regulación que recoge en materia de apartamentos turísticos, con requisitos como tener un entrada independiente si en el bloque hay otras casas de uso residencial, es «acertada». En el resto de zonas de la ciudad donde la normativa urbanística es el Plan General de Ordenación Urbana (la zona más alejada del casco antiguo), asegura que «no hay ningún problema con las viviendas de uso turístico» pese a que no tienen que cumplir con los requisitos que sí exige el Peahis.

Con todo ello, niega que al Peahis se le haya cogido el truco para poder realizar más pisos turísticos que cuando se aprobó la normativa en 2020. «Mucha gente ha encontrado la oportunidad de rehabilitar edificios y destinarlos a apartamentos turísticos. De otra manera a lo mejor esos edificios no tenían salida en el mercado. Ha habido una oportunidad por parte de determinados promotores», asevera.

Defensor de la normativa del Peahis al respecto, apunta que el Ayuntamiento no tiene previsto introducir cambios en el planeamiento urbanístico que puedan dificultar la construcción de viviendas turísticas en el futuro al ser «razonables» las condiciones actuales. No obstante, sí opina que es necesaria una legislación autonómica «que lo regule mejor». En el caso del Gobierno central, duda de que tenga las competencias para poder abordar este tipo de regulación. El mismo discurso mantiene sobre el control de este tipo de negocios. «Nuestro control es muy limitado. Estamos pendientes del cumplimiento del Plan General y de la normativa, que es nuestra competencia. Creo que la Junta y Hacienda tienen medios más que suficientes para realizar sus controles», comenta.