Segovia es la segunda provincia de la comunidad que menos nota la inflación
IPC ·
Los alimentos y bebidas lideran la subida de los precios con el encarecimiento en febrero de más de un 16% respecto al año pasadoSecciones
Servicios
Destacamos
IPC ·
Los alimentos y bebidas lideran la subida de los precios con el encarecimiento en febrero de más de un 16% respecto al año pasadoLa cesta de la compra sigue su escalada de precios sin visos de que pronto apunte un descenso. El mes de febrero siempre era incierto para el comercio, pues se encargaba de amortiguar la cuesta de enero. Para muchas familias, esta situación no se ha ... producido y, cada día, la pendiente es más elevada. Segovia es la segunda provincia de Castilla y León que anota una menor inflación, solo por detrás de Burgos. Pese a ello, la cifra registrada es positiva y la alimentación y bebidas son los productos que lideran el encarecimiento.
El alza mensual de los precios se situó en un 0,8% en febrero, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Si se compara con el mismo periodo del pasado año, la tasa de variación anual del IPC asciende al 6,2%, lo que afianza la ligera estabilización que se inició en diciembre de 2022. Son dos décimas por encima de la media nacional, aunque está muy por debajo de la autonómica, que se eleva al 7,2%. Aun así, tanto consumidores como vendedores segovianos observan preocupados la cada vez más inclinada subida que protagonizan los alimentos.
El mayor incremento anual se corresponde con las bebidas no alcohólicas -un 16,5%- y muy cerca le siguen los alimentos, con un 16,1%. Dentro de este abanico, los productos en los que más ha repercutido la inflación son el azúcar, el aceite de oliva, la leche o los huevos. Pero en el último mes el alza del precio está liderado por el pan, la fruta fresca y el conjunto de agua, bebidas y zumos.
Precisamente, la bajada del IVA tan solo ha abaratado el precio de los aceites -con excepción del de oliva- y, sobre todo, de los yogures. No sucede lo mismo con el pan o la fruta, productos que en febrero se encarecieron hasta el punto de superar el precio registrado en diciembre, cuando aún no se había aplicado esta medida excepcional.
«Esto es un despiporre total», valora María José Zapatero, regente de la tienda de alimentación autoservicio Los Huertos, en el centro de la capital segoviana. «No sabría decir qué producto ha subido más, pero en cualquier caso es una inflación que alcanza el 40%», detalla. La situación es inaudita. La comerciante lleva 45 años al frente del negocio y «no había conocido en la vida una subida de los precios como la de ahora», confiesa.
Guarda cada una de las facturas de los últimos meses para hacer constar la evolución en los costes de los productos porque «si no lo ves, no lo crees», sentencia. «Son inasumibles y eso se está empezando a notar en los bolsillos, la gente no llega a hacer la compra porque todo está carísimo», revela. La comerciante sitúa este encarecimiento a raíz de la pandemia, pero en los últimos meses la escalada ha sido más escarpada en lo que respecta a legumbres o galletas. Pero sobre todo al azúcar, «que no se puede ni tocar», apostilla. Si antes el kilo costaba un euro, ahora hay que sumar otros 50 céntimos más.
A su juicio, la rebaja del IVA no se refleja en las cuentas de final de mes de los consumidores. «Nos han vendido la moto», critica, lo que ejemplifica con la leche. Si bien es cierto que esta tasa impositiva ya no aparece en el albarán, la subida que certifica Zapatero es cercana al 20%. «Hace pocos meses la compraba a 1,45 euros y ahora está en 1,70», concreta. «Los paquetes de arroz que valían tres euros ahora los tenemos que vender a casi seis», enuncia. De hecho, en algunos casos, «la calidad ha bajado», subraya.
María José Zapatero
Tienda de alimentación
Juan Manuel García
Carnicería Isabella
Miguel Ángel Luquero
Pescadería Luquero
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) cuantifica un sobrecoste de 924 euros anuales en la cesta de la compra a causa de la inflación, cuando en enero rondaba los 860. El segoviano David Arroyo, que este miércoles acudía a hacer una pequeña compra en la tienda de alimentación regentada por Zapatero, eleva esta cifra a 1.040 euros. Es consciente de que la cesta de la compra ha subido, y «bastante; ahora gasto 20 euros más por semana cuando sigo comprando lo mismo», especifica.
A la salida de una carnicería cercana al Acueducto, Conchi García también observa que algunos alimentos ahora se han convertido en «prohibitivos». «Ya no es el precio al que están, es la cantidad de dinero que te puedes gastar, que cada vez se recorta más», sostiene. En su casa, esta semana pondrá cocido. «Es un plato que puede llegar a ser diez euros más caro que hace un año», insiste.
Las fluctuaciones que ha experimentado la carne en el mercado no pasan desapercibidas. Tan solo la variación del de los índices de precios de consumo del ovino y caprino augura optimismo para los consumidores, al registrar una caída de más del 6% en los últimos meses. Pero no se recupera, ya que la cifra registrada en febrero respecto al mismo periodo de 2022 permanece en el 10%. La carne de ave se ha estabilizado, de vacuno crece ligeramente y de porcino sube un 1% en el último mes.
«En tan solo treinta días el pollo ha modificado su precio tres veces, cada lunes el kilo es diez céntimos más caro», determina Juan Manuel García, propietario de la carnicería Isabella, situada en el centro de la ciudad. «Hablamos de un aumento del 32% en medio año», lamenta. No descarta que la situación empeore, ya que la sobrecostes de la energía asumidos por los productores repercuten directamente en el alimento. «Muchos han vaciado las granjas y no quieren meter más animales», advierte.
No sucede lo mismo con el pescado, donde la inflación cae un 5,7%. «Lo único que se ha encarecido con dos euros por kilo es el salmón», especifica Miguel Ángel Luquero, al frente de la pescadería Luquero, ubicada en el recinto amurallado. «El pescado es un producto perecedero y no suele tener grandes subidas, depende de las temporadas», declara. Pese a ello, el vendedor percibe un ligero descenso en el volumen de ventas. Lo atribuye a la disminución de clientes en esta zona de la ciudad, pero también a que la inflación «se ha notado en la economía de los hogares y compran menos», sostiene.
Las épocas del año también son decisivas para la fruta y verdura. «No creo que las subidas tengan tanto que ver con el IPC», afirma David Martínez, de la frutería de Hilario, próxima a la Plaza Mayor. Según defiende, «el precio de algunos productos, como las judías, sube mucho por el frío, pero luego vuelve a la normalidad». También observa que los últimos meses «todo está más tranquilo de lo habitual», aunque matiza que siempre «hay rachas más flojas y otras más fuertes».
Los consumidores se enfrentan al notable encarecimiento de los productos y servicios que necesitan en el día a día. Pero también los vendedores, en ocasiones, tienen dificultades a la hora de salvaguardar las circunstancias. Una de ellas, compartida por muchos locales de la capital segoviana, es el aumento del precio del alquiler del local. Todo ello cuando el volumen de ventas, en multitud de casos, ha disminuido tras el recorte en el gasto de los hogares.
El ajuste al índice de precios de consumo (IPC) ha desencadenado subidas en la renta mensual, un gasto más que se suma al catálogo de sobrecostes que tienen que afrontar. «La subida del IPC nos ha aumentado el precio del alquiler, que es donde menos tendría que subir», lamenta Juan Manuel García, propietario de la carnicería Isabella, en el casco histórico, que considera este arriendo determinante en la rentabilidad de su negocio.
En Segovia, el alquiler registra en febrero una inflación del 2,1% respecto al mismo periodo de 2022, aunque en lo que va de año el aumento asciende un 0,4%. A ello se suma la variación en cifras positivas de la conservación y reparación de la vivienda, así como en la electricidad, gas y otros combustibles, cuyo incremento mensual se eleva un 7,1% respecto a enero. De este modo, rompe la tendencia descendiente que se anotaba desde septiembre. Aun así, la situación de precios es más optimista que hace doce meses, cuando la variación respecto al IPC en el suministro energético ha caído más de un 14%.
Por otro lado, los paquetes turísticos, que incluyen las reservas previas de alojamientos y transporte hacia el lugar de destino, sufren este mes un incremento del 5,2 sobre el IPC de enero. La subida de las bebidas alcohólicas y no alcohólicas también afecta directamente a los establecimientos hosteleros. Mientras, la inflación en el vestido, el calzado y otros artículos de textil permanece estabilizada e incluso revela descensos.
«La vida ahora está muy cara», afirma María José Zapatero, al frente de la tienda de alimentación autoservicio Los Huertos. Esta desesperanza coincide con la pérdida del poder de compra en relación al salario medio de Castilla y León, que estaba entre los diez primeros puestos sobre este aspecto. Según concluye el
'Monitor Adecco de Oportunidades y Satisfacción en el Empleo', «el asalariado medio de la comunidad tiene, al cabo de un año, 725 euros menos en su bolsillo de los que tenía hace dos años».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.