La balanza sigue sin encontrar un equilibrio en lo que respecta al mercado de la vivienda provincial. Las transmisiones de propiedad se ralentizaron de forma significativa en Segovia a lo largo de 2023. Sin embargo, la caída en el número de operaciones no estuvo motivada ... por una menor demanda o una disminución en la venta de inmuebles. El descenso responde a otros motivos, como es el desplome del patrimonio heredado, ya que la evolución de las adquisiciones mantiene la tendencia positiva. Las transacciones de obra nueva contabilizadas durante el pasado ejercicio alcanzan su mayor cifra en más de una década, aunque siguen muy lejos de los registros ostentados por la vivienda de segunda mano.
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Los récords se han convertido en parte del día a día en el mercado inmobiliario. Todo ello a pesar del repunte experimentado por los precios de los inmuebles en los últimos meses, sin importar la ubicación ni categoría. Este encarecimiento es un indicador más que permite conocer la situación de apogeo que vive el parque de vivienda segoviano, ya que en 2023 se computó un promedio de doscientas adquisiciones al mes. Es decir, más de seis por día.
200 viviendas
de segunda mano o de obra nueva se compraron de media al mes a lo largo del año pasado.
352 operaciones
de compraventa tuvieron como protagonistas inmuebles recién construidos, la cifra más alta desde 2012.
Este incremento de transmisiones de propiedad en procesos de compraventa se traduce por tercer año consecutivo en una mínima ampliación del parque residencial. Esto se debe a que se ha logrado superar la barrera de las 350 transacciones de viviendas con menos de doce meses de antigüedad desde la finalización de su construcción. Era un límite que no se rebasaba desde hace más de una década tras duplicarse los registros en poco más de cinco años.
La obra nueva ya está detrás del 14% de las operaciones formalizadas en la provincia, mientras que en anteriores periodos apenas llegaba a rondar el 10%. Aun así, los datos todavía permanecen muy alejados de los observados en plena burbuja inmobiliaria.
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De forma general, entre 2007 y hasta 2012 se superaba con creces las 400 ventas anuales que tenían como protagonistas inmuebles recién inaugurados, según el último estudio publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que analiza la evolución de las transmisiones de propiedad en 2023.
En la actualidad, se vende tan solo una vivienda de obra nueva por cada seis adquisiciones que se realizan de residencias de segunda mano. No se llega a batir una marca histórica en relación al interés que suscita la vivienda usada, pero esta tipología también ha sido testigo de un aumento de la firma de contratos. En el último año y en comparación con 2022, la subida de las ventas ha sido prácticamente imperceptible, aunque los registros de transacciones se mantienen en unos valores muy elevados: por encima de 2.000.
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El pasado ejercicio fue el segundo que anotó más contratos de compraventa firmados desde que se puso inicio a la estadística en 2007. Han sido las adquisiciones de nueva construcción las encargadas de mantener la tendencia al alza. Si todo dependiera de la vivienda usada, la curva no habría sufrido grandes fluctuaciones. Y más que ascender, se hubiera estabilizado.
Esta situación significa un rotundo cambio de paradigma de la realidad inmobiliaria segoviana. Las diferencias entre las ventas de vivienda nueva y usada se estrechan. No sucede lo mismo con las promociones públicas, que no terminan de despegar. Únicamente uno de cada diez acuerdos de compraventa efectuados el año pasado se correspondieron con iniciativas de vivienda protegida. El mes más prolífico en las agencias fue marzo, que acapara cerca del 15%de las operaciones consignadas a lo largo de todo el ejercicio.
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Un aspecto que llama la atención es que, después de haberse disparado hasta un 40% las transmisiones de derecho de propiedad sobre fincas urbanas tras la pandemia, en 2023 se anotó un destacado descenso. Al contrario, las fincas rústicas despuntaron y ya se encuentran a pocos pasos de igualar la cifras de 2008, justo antes del estallido de la crisis financiera.
3% porcentaje
de aumento registrado en las transacciones inmobiliarias a lo largo de 2023 y respecto al ejercicio anterior.
Son varias las alternativas que el instituto estadístico tiene en cuenta a la hora de hacer balance sobre las transmisiones. Por ejemplo, diferencia las que responden a contratos de compraventa y herencias, así como donaciones o permutas. Estas últimas opciones se constituyen como una parte exigua en el conjunto. No hay que olvidar el acceso a la titularidad por medio de concentraciones parcelarias o divisiones horizontales, que en esta ocasión tienen que lamentar un desplome respecto a 2022.
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Las expectativas de cara a finalizar 2024 son halagüeñas. El informe estadístico tan solo recoge las transmisiones hasta julio y, por el momento, no parece que se vayan a superar los valores del último ejercicio cerrado.No obstante, llama la atención el aumento de las ventas de vivienda que se ha producido a partir del segundo trimestre. El grueso de los inmuebles que han salido del mercado son de segunda mano, ya que la obra nueva mantiene unas cifras inferiores, que amenazan con bajar el promedio observado estos meses.
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