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Varias mujeres pasean abrigadas este martes por el centro de la ciudad de Segovia. Antonio de Torre

Segovia recorta más de un mes de temperaturas bajo cero en el último lustro

El mercurio de los termómetros ha registrado valores negativos en un 20% menos de jornadas entre 2019 y 2023 respecto a los cinco años previos

Miércoles, 27 de marzo 2024, 08:41

Ha hecho frío este invierno, pero no tanto como en otros periodos anteriores. La época más gélida del año culminó con 27 jornadas en las que las mínimas alcanzaron hasta los 5,1 grados bajo cero justo antes de salir el sol en Navidad. Este ... dato se constituye como el más bajo de la temporada invernal, pero nada tiene que ver con los que fueron notificados en años inmediatamente previos. De hecho, Segovia ha recortado más de un mes de temperaturas con valores negativos en el último lustro.

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Los termómetros se mantienen muy lejos de igualar o superar el récord de la mínima más baja que conoce actual observatorio meteorológico, ubicado en la ciudad. En concreto, se trata de un reconocimiento que ostenta el 1 de marzo de 2005, cuando el mercurio se desplomó hasta los 13,2 grados bajo cero. Es un dato insólito, ya que en la última década la temperatura más gélida registrada asciende a 8,7 grados bajo cero.

Será difícil batir estas marcas en el futuro. Según la tendencia climática que recoge la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), los segovianos cada vez conviven menos tiempo con valores negativos. Entre 2019 y 2023 hubo un 20% de días menos con temperaturas bajo cero en comparación con el quinquenio anterior. Salvo excepciones puntuales, ya los ciudadanos no han tiritado tanto como en el lapso que va de 2014 a 2018, cuando se produjeron 247 jornadas con heladas. En los últimos cinco años, tan solo se han documentado 204.

Segovia es una provincia de extremos, en la que el frío invernal a veces empieza antes de diciembre o se prolonga más allá de marzo. Hasta el momento, la temperatura mínima media nunca ha bajado de los 0,3 grados, que convierte a enero en el mes más gélido en toda la serie histórica. No importa el periodo, las estadísticas lo corroboran. Cuando llega el primer mes del calendario, el mercurio cae en picado. Sus 31 días engloban hasta el 35% de las jornadas más frías -más de 160-, de acuerdo con los valores anotados en los diez años anteriores.

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Heladas en mayo

Contra todo pronóstico, febrero, con el 22% de las heladas totales, adelanta a diciembre en el segundo puesto, con el 16%. Le sigue muy de cerca marzo, con el 16%, y se conocen numerosos periodos de heladas en abril (23) e, incluso, en octubre (3). A ello se suma el 2 de mayo de 2016, cuando el termómetro descendió hasta los -0,5 grados en pleno ecuador de la madrugada. Doce horas más tarde, rondaba los 19.

Desde 2013, tan solo se conocen cinco días en los que el mercurio no ha llegado a remontar a valores positivos: tres de ellos tuvieron lugar en febrero de 2015 y dos, en enero de 2021, enmarcados en la borrasca Filomena, ya que de forma consecutiva se anotaron al mediodía unas máximas de -2,2 y -0,1 grados. Todo ello cuando la capital apenas recibió unos pocos copos de nieve. La temperatura media de las cifras bajo cero cayó en este ejercicio hasta los -2,5 grados, el mínimo más destacado del último decenio, si bien no fue el que más jornadas de frío contabilizó.

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El promedio anual eleva a 42 los días en los que el mercurio rebasa la barrera de los datos en negativo. Con 53 días con registros en negativo, 2023 está muy por encima de esta media resultante del análisis de los diez años anteriores, ya que tan solo 2013 se ubica por encima de este referente, con 66 jornadas gélidas.

42 días

es el promedio anual de días que cuentan con registros de temperaturas bajo cero en Segovia.

5,1 grados bajo cero

marcaron los termómetros el pasado día de Navidad, que se constituyó como la jornada más gélida de la última época invernal.

Mientras, 2019 y 2020 apenas alcanzaron la treintena, respectivamente. Por muy poco la superó 2022, tras el referente de 2021, cuando fue fácil anotar los 40 días de frío intenso al encadenar en enero dos semanas consecutivas. En este lapso de tiempo, se observaron media docena de valores que se acercaban o rondaban los cinco grados bajo cero, lo que obligó a declarar la alerta de temperaturas mínimas y emitir varios avisos, algunos de ellos por riesgo extremo ante la ola de frío.

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La Aemet diferencia varios umbrales en este sentido con el objetivo de definir, por medio de unos criterios determinados, si una condición del clima supone una amenaza leve, moderada o extrema. En el caso provincial, estas clasificaciones se corresponden con el color amarillo si el pronóstico arroja la posibilidad de bajar de los -6 grados; naranja, si se prevé un descenso hasta los -10 grados; y rojo, si la caída prevista va más allá de los -14 grados. Los umbrales relativos a las temperaturas mínimas son idénticos para las dos regiones diferenciadas de la provincia. En cuanto a las máximas, estos rangos experimentan variaciones.

Avisos recientes

Si se tienen como referencia las 451 heladas totales que se han producido a lo largo de la última década, cerca del 55% se corresponden con el primer lustro y el resto, con el que se pone inicio a partir de 2019. Los termómetros suelen recuperarse a mediados de marzo, cuando las mínimas debutan por primera vez en el año con dos cifras, aunque puntualmente se suelen suceder algunos picos de frío a principios abril. Es un hecho habitual que se recoge en la mayoría de los ejercicios, tanto en 2013 y 2016 como en las sucesivas fechas.

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Este es el caso de 2023, cuando el más crudo invierno se despidió el 5 de marzo para luego regresar justo un mes después, ya bien entrada la primavera. Una vez superado el verano, las bajas temperaturas hicieron acto de presencia a finales de otoño y apenas dieron un respiro una vez llegado el solsticio. No sorprende, por tanto, que el organismo meteorológico activase el 26 de diciembre el aviso de color amarillo en el sistema central de Segovia ante la previsión de bajar el umbral de los -6 grados de madrugada, cuando el mercurio se desploma de forma general.

4 avisos

de color amarillo de riesgo por frío fueron declarados por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) el pasado invierno: uno de ellos en diciembre y tres en enero.

Esta notificación también afectó a la zona de la sierra el 8, 11 y 12 del pasado enero, pero en ninguna ocasión se llegaron a rebasar los umbrales de peligro. Precisamente, este periodo no ha sido el que más ha hecho tiritar a los segovianos, ya que las temperaturas experimentaron fluctuaciones destacadas que abrieron un paréntesis primaveral en el epicentro del invierno. En la segunda quincena, las mínimas se elevaron entre los 6 y 10 grados y una de las máximas igualó el récord absoluto -20,1 grados-. Esta situación se alargó durante más de una semana, lo que llevó a batir la marca histórica de temperatura media más alta.

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Fueron más habituales los avisos por niebla y nevadas en una estación invernal llena de contrastes. También estuvo muy presente el viento, que sopló más fuerte en febrero y marzo, y cuya localización protagonista fue La Pinilla, seguida de Aldeanueva de la Serrezuela.

Turistas pasean por Segovia capital el pasado 19 de marzo, con elevadas temperaturas para la época. Antonio de Torre

Récord de calor en el «veranillo» de marzo

El tiempo ha cambiado en cuestión de horas en Segovia. Ahora, los copos de nieve son los protagonistas, pero hace apenas dos semanas el «veranillo» que dio la bienvenida al mes de marzo permitió batir el récord histórico de calor desde que el nuevo observatorio tiene registros. El anterior dato de temperatura máxima absoluta más alta databa de 2017, ya que el día 9 del tercer mes de aquel año se alcanzaron los 24,6 grados. El mercurio de los termómetros logró superar este límite en esa misma fecha, pero siete años después, ya que en las horas centrales del día se registraron 24,9 grados.

Sin embargo, en el lado contrario, el regreso de los abrigos no implicará apuntar nuevas marcas de temperatura mínima absoluta. Esta permanece inamovible desde 2005, cuando se anotaron 13,2 grados bajo cero. En concreto, es un dato que no ha llegado a igualar ningún mes de pleno invierno, como es diciembre, enero o febrero. Los valores absolutos de mínimas en estos meses son de -10,5, -11,8 y -11,4 grados, respectivamente. Ninguna de estas cifras fue notificada después de 2007.

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