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La imagen nocturna de los monumentos es también turismo: marca Segovia. Y su iluminación conecta este motor económico de la ciudad, la gallina de los huevos de oro de la que habla el alcalde, José Mazarías, con la eficiencia en el gasto, pues las redes ... luminarias son antiguas, gastan mucho y el consumo energético ineficiente es una de las grandes batallas de la Unión Europea. Pero el Ayuntamiento de Segovia no puede asumir por sí solo la compra de luces de bajo coste para los grandes monumentos, especialmente en uno tan extenso en longitud como el Acueducto, y necesita la ayuda de otras administraciones para asumir la inversión. La ciudad luce porque su valor patrimonial manda –Catedral, Alcázar, la muralla o algunas iglesias como la de San Millán– pero el futuro obliga a invertir para reducir la factura porque las instalaciones convencionales cuestan hasta un 40% más que las de bajo coste. Aunque el coste de adquirirlas no sea precisamente bajo.
El Ayuntamiento asume como «prioridad» la tarea de modernizar la iluminación de Segovia, no solamente de los monumentos. «Hacerla eficiente, puesto que en estos años se ha hecho muy poco», lamenta el concejal de Obras, Servicios e Infraestructuras, José Luis Horcajo. Subraya que el aspecto monumental es uno de los que más consume en una ciudad patrimonial y habla de «repercusión directa» en el turismo. «Estamos haciendo una evaluación de la situación. A partir de ahí, tenemos que ver cómo afrontar esas inversiones, que son muy fuertes y que el Ayuntamiento por sí solo es muy complicado que las haga en poco tiempo». Esa planificación incluirá pedir ayuda a otras administraciones. «Habrá que llamar a todas».
Máxime porque el Ayuntamiento ha recibido estos días la negativa a una ayuda solicitada por el anterior equipo de gobierno en abril de 2023 para la renovación de la iluminación del entorno del Acueducto valorada en algo más de un millón de euros. «Vamos a presentar un recurso a la subvención, nos hemos quedado muy cerquita de conseguirlo», subraya Horcajo. Uno de los motivos de la resolución es que haber recibido otras ayudas de fondos europeos ha rebajado la valoración en comparación con otros proyectos que también participaban en un proceso de concurrencia competitiva del Ministerio de Industria y Turismo. La alegación está aún en estudio técnico, pero era una subvención clave. «Sobre todo por la eficiencia, ahora mismo tenemos una iluminación muy antigua. Iluminar bien un monumento tiene un valor patrimonial y turístico importante», resume Horcajo.
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La iluminación del Alcázar o la Catedral entran «en el mismo saco», es decir, a la espera de esa valoración global. «De momento, estamos manteniendo lo que tenemos. Es verdad que el coste es muy alto porque es una ciudad que tiene monumentos muy grandes y hay que iluminarlos». Horcajo habla de un ahorro importante en proyectos como el del Acueducto, que con una luz LED, en iguales condiciones de iluminación, reduce el gasto hasta un 40%. «Cuando haces una iluminación nueva, la haces más eficiente y completa, así que me atrevería a decir que a lo mejor un 25%».
La apuesta de la Unión Europea por subvencionar estas modernizaciones está en el impacto ambiental y en la lógica económica, pues es ahorro hace que las inversiones se amorticen con el paso de los años. En un contexto de recursos limitados, la primera decisión del Ayuntamiento es decidir qué renovar primero. «Es una buena pregunta. Hay que hacer una relación directa entre la inversión y el ahorro. No es lo mismo el Alcázar que la Catedral o el Acueducto. Tiene que ser un estudio muy técnico, para eso están las ingenierías que se dedican a iluminación. Son los que tienen que dar luz, nunca mejor dicho». Con todo, la reducción del consumo no sería el único factor a tener en cuenta. «A lo mejor el proyecto en el que más ahorras es el más costoso y en esos momentos no lo puedes acometer. Y hay que empezar por otros, aunque ahorres menos, porque siempre vas a ahorrar».
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Luis Javier González
A nivel turístico, la conclusión es que el Alcázar y la Catedral brillan más de noche por ser una belleza más concentrada. «El Acueducto, sin estar iluminado, ya es imponente. En los otros quizás no aprecias esa magnitud. Si te das un paseo, te das cuenta. Y la torre de la Catedral iluminada es imponente; el Alcázar, como vimos el día de los drones, es precioso». El sistema de iluminación va directamente vinculado a relojes solares, por lo que el gasto en invierno es mayor que en verano al requerir más horas, pues el horario es el mismo durante los fines de semana, de viernes a domingo. Ese calendario suma a los festivos y otras fechas señaladas. Es decir, la iluminación está directamente vinculada al turismo.
Sin ser una edificación centenaria, el CIDE ofrece también opciones de iluminación tras su ensayo exitoso durante los premios de la Federación Empresarial Segoviana, que lo tiñó de verde, su color corporativo. «Es verdad que la iluminación fue muy bonita, creo que a todos nos gustó. No es una de las prioridades del CIDE; lo primero que tenemos que hacer es empezar a ocuparlo y utilizar el edificio». Con ese enfoque, Horcajo esboza una utilidad aún por definir. «Es un edificio que admite muchísimas posibilidades porque la iluminación LED permite cambiar los colores, mucho juego».
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