Segovia no olvida a Francisco Peralta, «uno de esos hombres que siembra ciudad»

La ciudad no olvida al escultor y marionetista Francisco Peralta (1930-2018), precursor del Festival Internacional de Títeres Titirimundi, a quien volvió a homenajear al cumplirse el segundo aniversario de su fallecimiento. La Puerta de Santiago, que acoge la colección de títeres que Peralta donó a Segovia, formada por 38 piezas que representan personajes de obras de teatro tomados del romancero popular, argumentos musicales de autores consagrados, la literatura clásica y la narrativa infantil de calidad, fue escenario del acto, al que asistieron familiares del célebre marionetista, el primero en recibir en España la medalla de plata al mérito en las Bellas Artes, en 1990. Sus hijas, Charo y Lola Peralta, junto a algunos de los nietos del titiritero, escucharon emocionadas un dúo para dos clarinetes de Anton Stadler, un compositor de la época de Mozart.

En junio de 2018, la alcaldesa, Clara Luquero, ya entregó a la viuda, Matilde del Amo, la Medalla de Oro de la Ciudad a título póstumo concedida al maestro titiritero, «el primero que tuvo la visión de hacer de Segovia una ciudad de títere». Año y medio después, Luquero reiteró sus palabras. «Un hombre tan meticuloso, con tanta carisma y tan cuidadoso con las obras que construía, con tanto mimo... Ha dejado este museo como uno de los verdaderos tesoros de la ciudad», dijo ayer. Claudia de Santos, concejala de Patrimonio y Turismo, también se sumó a los elogios. «No sabemos si pasó el túnel del arco y San Miguel le besó el alma, pero seguro que si San Miguel usó la balanza con Paco, la descentró. Estoy completamente segura de que ha habido que arreglarla después de pesar el alma de Paco». También incidió en que «nos dejó su colección en un espacio que puede contar al menos nueve siglos de la historia de la ciudad, con un recorrido de cuerpo de guardia».

Aunque nació en Cádiz en 1930, la vinculación de Peralta con la ciudad viene desde los años setenta del siglo pasado. Fue profesor en cursos de construcción de títeres en el Colegio Universitario Domingo de Soto durante 1977 y 1978, y responsable de la asignatura de Modelado en la Escuela de Artes y Oficios de la Casa de los Picos desde 1980 hasta 1984. En esa época, junto con sus alumnos en un taller experimental, surgió una nueva versión del 'Clérigo ignorante' de Berceo, que junto con 'Romance de la condesita' participaría en el Festival Internacional de Zamora.

En 1981 fue cuando formó de manera oficial junto con su esposa la compañía Peralta-Del Amo, con la que regresaría en 1985 a Segovia para participar en el festival Titirimundi. A partir de ese momento no faltó en ninguna ocasión. Su unión se consolidó todavía más con el convenio del 2012 para crear el Museo de Títeres de Peralta y cuando en 2014 recibió un homenaje por parte del Ayuntamiento de Segovia.

La ciudad renovó ayer «el recuerdo a la generosidad, a uno de esos hombres que siembra ciudad, que nos está diciendo que esta es la ciudad de los títeres y que su obra se queda aquí para disfrute de todos los segovianos y de quienes nos visiten», señaló Luquero.