Segovia necesita 400 donaciones de sangre más al año para recuperar los niveles prepandemia

La pandemia supuso un antes y un después para este gesto anónimo, altruista y solidario. «Ha hecho mucho daño», subraya el presidente de la Hermandad, Mariano de Frutos. Si antes de la llegada de la covid se aspiraba a superar las 7.000 extracciones, ahora «desistimos» de ese propósito porque, por el momento, «vemos que en Segovia es imposible», lamenta.

La entidad sin ánimo de lucro se alegra de recuperar en los próximos días las colectas en lugares tan prolíficos como el Ayuntamiento de la ciudad, donde este miércoles la sala de la biblioteca albergará un punto de donación de 10:00 a 13:00 horas con motivo del Día Mundial del Donante de Sangre; o en el cuartel de la Guardia Civil de Ayllón, donde se instalará la unidad móvil el 21 de junio por la tarde.

Al cabo del año, son estas convocatorias las que aportan mejores resultados que el espacio estático en el Complejo Asistencial de Segovia. Este último «se ha recuperado bastante» en los últimos meses, pero la Hermandad reitera que es un emplazamiento «nada propicio» para atraer a los donantes. «Lo comparten los donantes con los pacientes que van a hacerse análisis de sangre; es un poco triste», reconoce el representante.

Por el momento, las alternativas que les han brindado desde la Gerencia de Asistencia Sanitaria son prácticamente nulas. No obstante, tienen la esperanza de que con la ampliación del complejo hospitalario se amplíen las opciones. La media mensual de donaciones obtenidas en este punto en 2023 es de 134, cuando en tan solo una jornada de colecta celebrada recientemente en el centro comercial de Luz de Castilla se alcanzaron las 90 donaciones. Del total, 49 se consiguieron durante la mañana y hubo nueve personas debutantes.

Los resultados de extracciones de las unidades móviles casi duplican de forma general a las contabilizadas en el punto fijo. «La ciudad responde muy bien cuando el autobús se ubica bajo la iglesia de San Clemente», se enorgullece De Frutos. La intención es animar especialmente a los jóvenes, para lo que ambicionan regresar a los campus de los universidades. También abogan por recuperar las extraordinarias cifras que se apuntaban en las colectas organizadas durante el Open de Tenis de El Espinar, que este año tendrán lugar el 26 y 27 de julio.

Segovia supera el umbral de las 40 donaciones por 1.000 habitantes que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS) al aportar 41 bolsas, lo que son casi tres puntos menos que el índice registrado en 2019. Fue en este periodo cuando se alcanzó una cifra histórica al anotar 6.729 extracciones, que cayó un 12% en 2020. A día de hoy, los niveles no se han recuperado e incluso permanecen inferiores al año pasado si se tienen como referencia las donaciones llevadas a cabo hasta mayo.

«La situación en Segovia la consideramos normal, pero conseguir los resultados anteriores a la covid es algo complicado», declara De Frutos. «Hemos pasado tiempos muy difíciles», insiste. Poco a poco se respiran aires más cercanos a la normalidad, pero esta aspiración implica la reapertura de centros oficiales para acoger las camillas, técnicos y voluntarios, lo que en muchos casos todavía no se ha dado.

Hasta la fecha, no se ha conseguido fabricar un líquido o sustancia que sustituya a la sangre. «Hay que donarla», apostilla el presidente segoviano. En el conjunto de Castilla y León se estima que hacen falta 450 donaciones diarias para satisfacer los tratamientos cotidianos de la actividad sanitaria, como puede ser desde una operación de cadera o una complicación en el parto. En Segovia, para llegar a estas previsiones, hace falta cerca de un mes si se tienen en cuenta las últimas estadísticas.

A ello se suman las reservas que necesita albergar el Centro regional de Hemoterapia y Hemodonación en caso de catástrofes o accidentes. Para ejemplificar esta exigencia, De Frutos se remonta más de medio siglo atrás, cuando se produjo el hundimiento de un salón de Los Ángeles de San Rafael el 15 de junio de 1969. Fue la peor tragedia de la provincia y una de las más fatales del país. «Muchos de los heridos urgieron sangre para su tratamiento», especifica.

La promoción de este procedimiento anónimo que salva vidas se ha intensificado en los últimos años, pero la Hermandad remarca que en ningún caso se debe bajar la guardia. Las cuatro unidades móviles de donación llegan a todos los puntos de la provincia cada mes y hace dos meses empezó a funcionar un autobús específico para la llamada plasmaféresis, consistente en la separación la parte líquida de la sangre por centrifugación o «el plasma» y la posterior devolución de los demás componentes sanguíneos al donante.

A diferencia de la sangre, cuya extracción se debe realizar mínimo cada dos meses, la frecuencia de donación de plasma se reduce a dos semanas. Su transfusión está indicada para enfermos que presentan problemas de coagulación de sangre, quemaduras graves y algunas operaciones. En el caso de la hemofilia o inmunodeficiencia, un paciente necesita 1.200 y 130 unidades de plasma anuales, respectivamente.

«Las buenas cifras de donaciones no solo reflejan la generosidad de los segovianos, sino también la buena salud de la que gozan», explica el presidente de la Hermandad. Así, recuerda que cualquier persona sana de entre 18 y 65 años de edad que pese más de 50 kilogramos puede contribuir con este gesto solidario. Tan solo es necesario llevar mascarilla, bolígrafo, DNI o carnet de conducir y disponer de diez minutos.