Segovia en Marcha pedirá en la próxima comisión de Urbanismo del Ayuntamiento de Segovia que el equipo de gobierno detalle un calendario concreto de ejecución de la pista deportiva cuya construcción está prevista en el barrio de San Lorenzo. Su concejal, Guillermo San Juan, ... subraya que es una dotación comprometida con los vecinos desde hace años que se incluyó en en los últimos presupuestos municipales, actualmente prorrogados.
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Precisamente por eso, el concejal de Segovia en Marcha (la candidatura de Podemos y Alianza Verde en las pasadas elecciones municipales) recuerda que «hay recursos económicos para que esta pista deportiva sea una realidad, lo que demandamos es voluntad política y un compromiso firme para llevarla a cabo». Esta pista deportiva de San Lorenzo, junto a otra en el barrio de La Albuera, fueron dos compromisos que acordó San Juan con el anterior gobierno municipal del PSOE e IU para las que se reservaron 200.000 euros en el presupuesto.
En el caso de la pista de La Albuera, el edil apunta que sí se han producido avances en su construcción. De hecho, el anterior equipo de gobierno ya realizó una visita a las instalaciones situadas en Las Arenas durante el pasado mes de abril.
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Sin embargo, San Juan lamenta que en el caso de la pista de San Lorenzo no ha habido ningún avance. «Para nuestra formación, la apuesta municipal por el deporte tiene que empezar por garantizar que todos los barrios de nuestra ciudad cuenten con al menos una pista deportiva. Hemos peleado por ello el anterior mandato y seguiremos haciéndolo en este, más aún cuando los recursos económicos están disponibles. San Lorenzo no puede esperar más», finalizaba San Juan sobre una instalación prevista en la ribera del Eresma, en la calle Luis Sancho Cantalejo.
La construcción de la pista polideportiva será posible gracias a un convenio urbanístico suscrito con la propiedad de la finca situada en la confluencia entre la avenida Vía Roma (número 23) y la calle de Los Vargas, que ha cedido una parcela de 2.756 metros cuadrados a cambio de 184 metros más de edificabilidad en la finca del actual inmueble. Este edificio existente podrá ser derribado y sustituido por uno nuevo de uso residencial –para un máximo de 32 viviendas– alineado con el resto de la calle, es decir, con algo más de altura de la que actualmente tiene.
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