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Segovia ha estado 11 días en aviso por calor, una tercera parte que en 2022El verano de 2023 regresa a los valores de temperatura habituales de los últimos cinco años. Entre julio y agosto se registraron once avisos por calor en la provincia de Segovia, con tan solo uno de color naranja. Esta situación refleja una mejoría de ... los datos registrados en el mismo periodo estival de 2022, que fue «extremadamente cálido» al contabilizar más de una treintena de jornadas tórridas.
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El Norte
Los segovianos han podido respirar más aire fresco este verano que en el anterior. Tanto en la zona de la sierra como en el interior de la provincia se han contado once días de temperaturas por encima de lo habitual, que han obligado a activar los avisos por riesgo para la población. La mayoría de las alertas se han concentrado en agosto, que comenzó con el mercurio en niveles muy por debajo de la media de la serie histórica.
Ha sido una época estival muy completa, con episodios de calima, tormentas, humedad y sequía. De entre todos los parámetros, destacan las continuas fluctuaciones que han experimentado las temperaturas. Segovia pasó del chubasquero al bikini en cuestión de días. Después de un mes de junio fresco, con los valores máximos por debajo de la media al gozar de numerosas tormentas, llegó un julio cambiante. No sucedió lo mismo en la primera quincena de agosto, donde el calor fue protagonista durante más de una veintena de días. Hicieron falta los ventiladores y aires acondicionados para afrontar las jornadas que superaban los umbrales.
No se contabilizan cifras extremas durante la presente etapa. Si bien es cierto que el 9 de agosto se alcanzaron los 38,4 grados a las 13:00 horas, lo que obligó a activar un aviso naranja por altas temperaturas -el único durante todo 2023-; no logró aventajar el dato máximo absoluto anotado el 13 de agosto de 2021, que se sitúa en 38,7 grados en la ciudad de Segovia, cuya estación meteorológica se consolida de referencia en las comparativas.
11 avisos
por elevadas temperaturas registró la provincia de Segovia entre julio y agosto, uno de ellos de ellos de color naranja y el resto, amarillos.
Aún así, se trata de un registro extraordinario. Durante el verano de 2022, el más cálido de la serie histórica de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) y jamás registrado en Europa, no se sobrepasó este valor. El mes de julio concluyó con el temperatura media más alta de la historia: 26.1 grados. Contra todo pronóstico, el día más tórrido del año anterior contabilizó 0,2 grados menos que la jornada más extrema del pasado mes de agosto.
El calor es predominante en las anomalías en el verano de las últimas dos décadas. Antes de 1989 sucedía lo contrario. En aquellas fechas la comparación concluía con grados en negativo. Las olas de calor están a la orden del día desde 2015, cuando comenzaron a considerarse de «extraordinaria gravedad», según el informe 'Aumento de Temperaturas en España; 1893-2023' elaborado por el Observatorio de Sostenibilidad.
En este sentido, la buena noticia llega de la mano de los últimos meses de junio, julio y agosto, que fueron más indulgentes respecto al año pasado. Las estaciones meteorológicas situadas en el sistema central y en la meseta segoviana contabilizaron los mismos días de avisos en los que las temperaturas iban a ser más elevadas. Mientras que en la sierra hubo cuatro jornadas en julio con aviso amarillo (días 10, 11, 17 y 18), lo que significa que se superaron los 34 grados, en el centro de la provincia solo hubo tres (11,17 y 18), al aumentar el mercurio por encima del umbral de los 36 grados, tal y como señala Aemet Castilla y León.
Por el contrario, este último emplazamiento sumó una notificación de riesgo más en agosto (8, 11, 20, 21, 22, 23 y 24). En el sureste de Segovia se repiten los mismos datos con excepción del día 11. Asimismo, en ambos escenarios se alcanzó el color naranja el 9 de agosto tras llegar, al menos, a los 38,4 grados en la sierra y los 39 en la meseta en las horas centrales del día.
Esta situación obligó a la Junta a declarar dos alertas por calor en el conjunto de la región del 7 al 13 de agosto y del 20 al 23 del mismo mes. De hecho, estos comunicados coinciden en número con los emitidos por episodios de tormentas eléctricas e intensas precipitaciones este verano.
Se trata fenómenos meteorológicos adversos que se hicieron notar en la provincia, ya que las lluvias torrenciales, acompañadas de granizo, anegaron Ayllón a mediados de junio, cuando también se superaron los umbrales máximos de 40 litros por metro cuadrado en la estación de Pedraza; y causaron cuantiosos daños en El Espinar a principios de septiembre. La cantidad de precipitación recogida en lo que va de mes ya cuadruplica a la media acumulada entre 1981 y 2010. Pese a ello, agosto se convierte en el mes más seco desde que Aemet tiene registros, con cero litros de precipitación por metro cuadrado.
38,4 grados
fue el valor máximo registrado este verano, el 9 de agosto, 0,3 grados por debajo del récord absoluto conseguido en 2021.
La sequía mejora respecto a 2022, cuando los avisos por temperaturas elevadas comenzaron a mediados de junio y se extendieron por 34 días, una de las cifras más altas de la historia. Llama la atención julio, ya que el calor se coló en más del 54% de sus jornadas -un total de 17-, incluidas cuatro de color naranja. A partir del día 9, comenzaron diez fechas consecutivas de angustiosa subida del mercurio, donde la media de grados alcanzados no bajó de los 24,8. Hubo tres noches tropicales en las que se contabilizaron más de 26 y hasta 27,4 grados entre las 22:40 y 01:30 horas.
El verano de 2021, cuando se batió el récord de calor absoluto, fue la temporada que menos avisos por este motivo notificó. En concreto, solo fueron siete, aunque casi la mitad tienen aviso naranja. En 2020, los valores de temperatura por encima de lo habitual se prolongaron por doce días -todos de color amarillo-. Y en 2019 aumentaron hasta la quincena las jornadas de calor, siete de ellas consecutivas en julio. Incluso se llegó a 38,1 grados el penúltimo día de junio. Esa misma jornada, a las 07:50 horas el termómetro rondó los 26 grados.
«Por San Miguel, calor y frío por igual», anticipa el refrán. A falta de culminar el mes de septiembre y después de un temporal que ha provocado más frío en Segovia que en Moscú, se espera que en el popularmente conocido como veranillo de San Miguel se rompan también los esquemas.
El pasado fin de semana las temperaturas mínimas se acercaron a los cero grados, pero en las próximas fechas sucederá lo contrario. El pronóstico arroja máximas de hasta 33 grados en diversos puntos de la meseta, como en Cuéllar o Cantalejo, mientras que en la ciudad se estabilizarán en 30. El contraste térmico con la llegada de la noche superará, en algunos casos, los veinte grados de diferencia. El veranillo será extraordinario y se extenderá «hasta bien entrado octubre», informa Aemet. El calor segoviano se igualará así al que ahora mismo hace en Cuba.
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