Segovia empezará en verano a recuperar el turismo chino, todavía inexistente

«Los únicos turistas chinos que están viniendo ahora son los que viven en países de Europa o Estados Unidos. Pero los datos correspondientes a países asiáticos como Corea del Sur, Taiwán, Singapur, Indonesia o Japón se aproximan a los anteriores a la covid», señala el concejal de Turismo del Ayuntamiento de Segovia, Miguel Merino.

Turismo de Segovia, la empresa municipal responsable de la gestión turística de la ciudad, está intentando posicionar el destino ante el inminente regreso de un turista muy apreciado en todas las ciudades españolas, principalmente porque tiene un elevado poder adquisitivo que indudablemente repercute en la economía de la ciudad. «Según vayan pasando los meses y organizándose los viajes, empezaremos a recuperar a esos turistas chinos. Para ello, debemos posicionarnos», explica Merino, que hace unos días recibió en el Ayuntamiento a un grupo de profesionales del turismo e 'influencers' de las ciudades de Pekín y Cantón, para quienes Turismo de Segovia organizó una jornada de familiarización en colaboración con las oficinas españolas de turismo de aquellas ciudades y Turespaña. La empresa municipal ha cooperado con la Oficina Española de Turismo (OET) de Cantón en la elaboración de la Guía de Turismo Chino, manual de buenas prácticas patrocinado por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo.

Los profesionales asiáticos realizaron dos visitas guiadas por Segovia que incluían los interiores del Alcázar y la Catedral, por cortesía del Patronato del Alcázar y del Obispado, respectaivamente, y tuvieron la oportunidad de degustar la gastronomía segoviana gracias a la colaboración del Mesón de Cándido. «Esperemos que ayude a recuperar el mercado de Pekín y Cantón. Ciudadanos chinos han estado viniendo, masivamente, antes de 2019, pero han pasado tres años y no puedes quedarte atrás. Te tienes que posicionar en el mercado porque si no otros lo van a hacer antes que tú», añade el concejal. El Alcázar es, precisamente, una de los atractivos más potentes que tiene Segovia para atraer viajeros procedentes de China. Su parecido al castillo de Disney los entusiasma.

En realidad, el Ayuntamiento lleva trabajado desde el pasado octubre en la recuperación del turismo chino, a largo plazo, con la vista puesta en septiembre de 2023. En este sentido, en Fitur ya se celebraron tres encuentros con turoperadoras chinas. «Pero las restricciones se han levantado antes de lo esperado y el objetivo es que la llegada de los primeros turistas procedentes de China en tres años se produzca en verano. A ver si en julio hemos recuperado ese flujo, si no al cien por cien, sí en un elevado porcentaje», afirma el concejal.

La desaparición del turismo chino mermó los beneficios de algunos restaurantes muy demandados por los visitantes de aquel país. Estos turistas suelen almorzar entre las 11:30 y las 12:30 horas, lo que había movido a esos restaurantes a habilitar un turno de comidas especialmente dirigido a ellos. Cándido, José María, Duque, El Bernardino y El Cordero han sido los establecimientos segovianos que más han notado el cierre de fronteras con China. También el comercio lo ha notado, especialmente las franquicias. El turista chino suele dedicar buena parte de su visita a comprar y no tiene problema en rascarse el bolsillo si se encapricha de una cosa.

El turismo asiático, no obstante, sigue vigente. Los autocares con turistas orientales siguen llegando a la ciudad. En las últimas horas lo han hecho varios con ciudadanos taiwaneses a bordo, pero también hay turistas procedentes de Corea, Singapur, Indonesia, Japón... «Con Japón hemos realizado campañas y trabajos a través de la comunidad hispanojaponesa y la Universidad de Kobe. Es otra manera de gestionar las entradas y salidas del país. Con China tenemos que dirigirnos a empresas y nichos que cuentan con todas las credenciales de su Gobierno», desvela el concejal de Turismo.

Los últimos turistas procedentes de China que visitaron Segovia llegaron en enero de 2020. No fueron muchos, porque la pandemia ya hacía estragos en el gigante asiático, y llamaban la atención de los segovianos porque llevaban mascarilla y entraban como locos en las farmacias para comprar tapabocas y llevárselas a su país. La pandemia estaba poco a poco hundiendo uno de los principales puntales del turismo en Segovia, pero nadie podía intuir entonces, ni por asomo, lo que estaba a punto de ocurrir.