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Contra el reloj. Los proyectos que cuentan con financiación europea tienen los plazos marcados y el tiempo apremia. El 30 de junio de 2026 parece aún lejano, pero es poco para aquellas actuaciones cuyo desarrollo conlleva cierta complejidad. El Ayuntamiento lo sabe y la oficina ... municipal que gestiona la llegada de fondos UE vigila el cumplimiento de los plazos y apura las opciones para solicitar la correspondiente prórroga donde fuera necesario y evitar así la devolución del dinero recibido.
Según los datos que aporta la concejala de Hacienda y Contratación, Rosalía Serrano, tras la concurrencia a distintas convocatorias, Segovia recibió de Europa 22.066.970,03 euros en subvenciones para el desarrollo de numerosos proyectos y el Ayuntamiento quedó obligado a aportar 6.064.982,08 euros. Cuando el año 2024 toca a su fin, aún quedan por ejecutar 18.397.576,7 euros en un plazo de año y medio, pues los proyectos que más tiempo disponen para su realización expiran el 30 de junio de 2026. De esos 18,3 millones, el Ayuntamiento debe aportar 2,7 (son datos aproximados porque luego depende de la adjudicación de las intervenciones a realizar).
El año no se ha dado mal, aunque podía haber ido mejor. Casi resueltos han quedado los proyectos incluidos en las subvenciones para la mejora de los mercados y el fomento del comercio de proximidad y para la implantación de la Zona de Bajas Emisiones, que debe entrar en vigor en el recinto amurallado de Segovia el próximo 1 de enero. El Ayuntamiento restauró el mercado de Los Huertos (la obra está recibida) por más de 600.000 euros y remodeló la calle Blanca de Silos, ya convertida en paseo peatonal, por 748.000 euros. Actualmente se están llevando a cabo las obras para la instalación de una isla de calor en la plaza de Somorrostro, actuación ligada al plan de fomento del comercio. La intervención estará terminada en plazo.
El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana concedió al Ayuntamiento de Segovia 3.452.304,58 euros de fondos europeos para la puesta en marcha de políticas de movilidad. En concreto, otorgó 2.022.304,58 euros para tres actuaciones: el carril bici, la implantación de una Zona de Bajas Emisiones (ZBE) y la adecuación de espacios urbanos para la implantación de itinerarios peatonales y accesibles, que incluía la peatonalización del eje Catedral-Alcázar; y otra subvención de 1.430.000 euros para la compra de cuatro autobuses eléctricos y la electrificación del control del transporte urbano. De este proyecto, está ejecutado el carril bici (lo hizo el equipo de gobierno anterior), remodelado el eje Catedral-Alcázar (las obras empezaron a comienzos de 2023) y encarrilada la mejora en el transporte urbano, aunque queda por recibir uno de los cuatro autobuses eléctricos comprometidos, desvela Serrano: «Debería haber estado aquí para el 31 de diciembre, pero es previsible que la entrega se realice ya en enero, aunque todavía quedan unos días para el final de año y no podemos descartarlo». Los plazos para la implantación de la Zona de Bajas Emisiones han sido aplazados en varias ocasiones, pero el Ayuntamiento está en condiciones de implantarla la próxima semana.
Otro de los proyectos que el Ayuntamiento de Segovia ha puesto en marcha este 2024 es el denominado Segovia Fluye, que incluye la construcción de un centro de interpretación del Acueducto junto a la calle Gascos, es decir, en el entorno del monumento romano. Pero falta mucho recorrido. «A 31 de diciembre de 2024, la ejecución del proyecto es del 30% y debe estar concluido en su totalidad el 30 de junio de 2026. Parece que hay tiempo, año y medio, pero se trata de una obra inmensa y nos preocupa, aunque siempre hay posibilidades de ampliación del plazo», señala Rosalía Serrano, que atribuye la lentitud en la ejecución a la modificación de la normativa urbanística que ha habido que afrontar para hacer posible la construcción de ese centro: «Cuando llegamos al gobierno, el proyecto llevaba medio año concedido, pero el anterior equipo no había iniciado los trámites para llevar a cabo una modificación imprescindible para poder actuar en el entorno del Acueducto. Es incomprensible que nos encontráramos esa modificación urbanística sin hacer teniendo en cuenta la magnitud de la intervención. A pesar de todo, en el momento en que esté terminado el proyecto del centro de interpretación, se sacará a licitación». Con un coste previsto de 2,4 millones de euros, el centro de interpretación del Acueducto se llevará más de la mitad de los fondos europeos previstos en el plan Segovia Fluye, más de 4,4 millones de euros.
Por «buen camino», en palabras de la concejala de Hacienda, discurre el plan Impulsa Patrimonio, en el que sobresalen las intervenciones en el adarve de la muralla o la excavación, restauración y musealización del foro de la antigua ciudad romana, situado bajo la actual plaza de Guevara. «Ya tenemos el proyecto básico de ejecución y esperamos que no haya grandes retrasos porque está bien encarrilado y ya ha habido una ampliación del plazo de ejecución de todas las actuaciones subvencionables hasta el 30 de junio de 2026», añade Serrano. El plan cuenta con una dotación de 3 millones de euros.
Igualmente se están cumpliendo las previsiones y plazos en la ejecución de los 3,8 millones de ayudas europeas destinados a la biodiversidad, que permitirán crear espacios verdes en cuatro plazas de Nueva Segovia, entre otras medidas. «Este proyecto lleva asociado un plan de comunicación y participación social muy importante. Sabemos que la intervención en esas plazas de Nueva Segovia es sensible y que la participación de los vecinos resultará fundamental a la hora de definir el proyecto. Estamos haciendo todo lo posible para dar satisfacción a las demandas vecinales sin desvirtuar el proyecto que Europa ha subvencionado», afirma la edil. El plazo para tenerlo ejecutado expira dentro de un año, el 31 de diciembre de 2025. «No creemos que pueda haber mayor problema para cumplirlo».
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La concejala de Hacienda subraya el «esfuerzo» realizado por el equipo de gobierno para aprovechar el dinero concedido. «En su día asumimos todos estos proyectos, que no eran nuestros, para no deshacer el trabajo realizado y no perder el dinero que ha venido de fuera. Todos son discutibles, susceptibles de mejora y objeto de debate, pero estaban adjudicados y nos hemos ajustado a ellos sin renegar de ninguno. En el caso de la biodiversidad, que tanta polémica ha generado en el barrio de Nueva Segovia, la postura más fácil hubiera sido renunciar al proyecto para no enfrentarnos con los vecinos, pero eso no puede ser, por responsabilidad, porque todo el dinero que entre en Segovia redundará en beneficio de los ciudadanos. Esta postura contrasta con la mantenida por los grupos de la oposición, que van a impedir la aprobación de los presupuestos para 2025 y dificultar con ello el acceso a nuevas subvenciones de Europa».
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