«¿Pero al final a qué hora es el toque de queda?», pregunta el cliente de una terraza de la avenida del Acueducto al camarero que le trae la cuenta. «A las ocho», le responde. Consulta su reloj. Son las ocho menos diez y la ... temperatura ronda los dos grados positivos y bajando. Dentro de lo cabe y sobre todo por las terrazas, la calle está algo animada, aunque nada que ver con un sábado normal del mes de enero.
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Si algo ha dejado claro este virus es que no hay nada normal. Y cuando el reloj marcaba las ocho, había que recogerse en casa. Eso sí, los segovianos apuraron al máximo este horario para el toque de queda. Algunos incluso más de la cuenta y pasadas las ocho aún apuraban el camino de vuelta a casa. Pero lo cierto es que en apenas media hora las calles se vaciaron y la tranquilidad imperó en la ciudad, con una monotonía rota por las luces de los coches de la Policía Nacional mientras los establecimientos recogían.
Precisamente las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado controlaron ayer el cumplimiento del toque de queda decretado por la Junta de Castilla y León a partir de las 20:00 horas. Desde ese momento, patrullas de la Policía Nacional y la Guardia Civil se desplegaron por la ciudad y la provincia para vigilar que los ciudadanos no circulasen por las calles y carreteras, salvo en el caso de las excepciones contempladas en la ley.
El trabajo de los agentes fue, en principio, didáctico ante las dudas que los horarios han generado entre los ciudadanos. Y las había. Fuentes de la Delegación del Gobierno explicaron que el objetivo era «informar y orientar» sobre las normas a respetar. Eso sí, en caso de incumplimiento estaba previsto aplicar la sanción correspondiente, especialmente en caso de desacato. El cumplimiento por parte de los vecinos de Segovia fue alto y de momento, a la espera de los correspondientes partes e informes, no se registraron incidentes destacables.
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En el caso de la Policía Municipal de la capital también recibió órdenes para vigilar el cumplimiento del toque de queda, según confirmó la concejala de Seguridad del Ayuntamiento, Raquel de Frutos. «No me han pasado ninguna información al respecto», quien añadió que la excepción a este toque de queda se ceñía al campo de la enseñanza, la formación reglada, «lo que está regulado por el sistema de educación y con el debido justificante», reconociendo que era un día de «desconcierto. Lo que se hace es informar y orientar a la ciudadanía, a no ser que se esté incumpliendo alguna medida de forma flagrante», añadió.
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