Segovia IV: 25 años de constantes retrasos

Fue en 1999 cuando la asociación de vecinos comenzó a pedir a las administraciones públicas que ejecutasen un nuevo centro de salud en Segovia, que en aquel momento todavía tenía pendiente la construcción del ambulatorio de San Lorenzo (Segovia III). No era una necesidad urgente, pero los vecinos de Nueva Segovia querían anticiparse y afrontar un problema que llegaría en el futuro. Durante los últimos años del siglo XX y los primeros del siglo XXI el barrio creció, con numerosas promociones de vivienda tanto unifamilares como de pisos. Por ello, pedían un centro de salud para que sus miles de residentes no tuvieran que desplazarse hasta el ambulatorio de La Albuera.

En 2001 la petición ya formaba parte de todas las reuniones de la asociación de vecinos con los grupos políticos y las instituciones públicas, hasta el punto de convertirse en una de las demandas principales del barrio en la campaña electoral de 2003. No obstante, hace veintiún años la principal reclamación de Nueva Segovia, un barrio que estaba todavía en fase de crecimiento, era la mejora del servicio de transporte.

En otoño de 2003 la Consejería de Sanidad hizo público que ya buscaba una ubicación para el centro de salud Segovia IV. A propuesta del nuevo alcalde de la ciudad, Pedro Arahuetes, se descartó su ubicación en el sector de Prado Bonal y se decidió que su construcción sería en Nueva Segovia para dar servicio a sus vecinos y también a los que se preveían en Prado Bonal, los sectores A y B (a ambos lados de la carretera de La Granja) y en el futuro barrio junto a la plaza de toros.

A lo largo de 2004 se definió la ubicación tras varios cambios. Los terrenos del antiguo recinto ferial, donde los vecinos de Nueva Segovia querían que se construyese el campus universitario que se levantó en Santa Eulalia, quedaron libres para que ahí se proyectase tanto el nuevo cuartel de la Policía Local y los Bomberos como el nuevo Palacio de Justicia. Con este movimiento se quedaba libre la parcela entre el Pedro Delgado y el Pórtico Real, donde además del centro de Formación Profesional se preveía ubicar las nuevas dependencias de bomberos y el cuerpo policial municipal. Finalmente, se optó por una de estas parcelas para el centro de salud.

Tras realizar los trámites administrativos para los nuevos usos de cada parcela, la Junta habló en 2005 de un retraso de al menos tres años en la construcción del ambulatorio para esperar que Nueva Segovia, en aquel entonces con alrededor de 8.000 vecinos, pudiera acercarse a los ratios de entre 15.000 y 25.000 residentes que requiere un centro de salud. Pese a ello, el PP de Segovia no dudó en 2006 en prometer su construcción junto al centro de Formación Profesional.

A a partir de 2007 se empezó a dibujar la nueva zona básica de salud a la que daría servicio el centro de salud Segovia IV y el entonces consejero de Sanidad, Francisco Javier Álvarez Guijasala, afirmó que su construcción estaba incluida en el Programa de Infraestructuras de 2009 ó 2010. Pero pasaron los meses y poco o nada se supo. El PP y el PSOE acordaron una moción en el pleno del Ayuntamiento para reclamar su construcción, petición que los socialistas reiteraron en las Cortes.

Ya en 2013, el titular de Sanidad, Antonio María Sáez, reconocía que el centro de salud estaba «en previsión» pero señalaba que no era el momento de realizar fuertes desembolsos. Un año más tarde, en 2014, reiteró esa idea en una carta al alcalde, Pedro Arahuetes, aunque calificaba el proyecto como una «futura prioridad».

Los presupuestos de la Junta de 2015 no incluían partida alguna para el proyecto pero sí para otros como el instituto de San Lorenzo, la cesión de la avenida de la Constitución o la reforma de la estación de autobuses. Hasta que en la campaña electoral de aquel año, el centro de salud aparece en el programa electoral del Partido Popular. Juan Vicente Herrera, a través de la candidata a la Alcaldía, Raquel Fernández, promete su inminente construcción, con la licitación en 2016 para que estuviera listo en 2018.

No se cumplieron los plazos. En las cuentas regionales de 2016 tan solo se reservó una partida de 20.000 euros y otra de 100.000 euros en 2017 que no llegaron a ejecutarse. Mientras, el consejero de Sanidad prometía en mayo de 2016 que el edificio estaría terminado en 2019. En los presupuestos de la Junta de 2018 se reservaron 200.000 euros para redactar el proyecto y en noviembre de 2017 Sáez asegura que el proyecto es una «prioridad» y anuncia que «en breve» saldría a licitación. No hubo noticias hasta la primavera del siguiente año, cuando la cacera del Acueducto amenazaba con ser un nuevo obstáculo para su construcción. Por el camino, los vecinos de Nueva Segovia iniciaron movilizaciones y recogieron alrededor de 10.000 firmas.

En verano de 2018 se vuelve a anunciar la futura licitación de la redacción del proyecto para que en julio o agosto de 2019 pudieran comenzar las obras. El gasto para la redacción del proyecto –260.000 euros– se aprobó en septiembre de 2018, pero la redacción del proyecto no se adjudicó hasta febrero del 2019. En ese momento se anuncia el inicio de los trabajos para finales de aquel año o comienzos del siguiente.

Pasaron los meses, se contó con el visto bueno de la intervención arqueológica y se celebraron nuevas elecciones autonómicas. Con Alfonso Fernández Mañueco en el gobierno y Verónica Casado como consejera de Sanidad, en diciembre de 2019, cuando se había dicho que iban a empezar los trabajos, se anuncia que la adjudicación de las obras no se produciría hasta marzo de 2020.

Irrumpió la pandemia de la covid-19 y los plazos volvieron a aplazarse. En junio se hablaba de finales de 2020 como nueva fecha para adjudicar las obras, pero estas no salieron a licitación hasta mayo de 2021. Pese a ello, paso casi un año hasta que las máquinas empezaron a trabajar en la parcela. Era abril de 2022 y los vecinos ya veían la luz al final de un túnel de más de dos decenios. Sin embargo, ni siquiera pasó un año cuando la empresa encargada de ejecutar los trabajos, que tenían un plazo de ejecución de 20 meses y debían estar terminados a finales de 2023, decidió abandonar la obra por el encarecimiento de los materiales de obras.

La resolución del contrato no se produjo hasta primavera con tan solo un 17% del proyecto ejecutado. Hubo que realizar un nuevo, que encareció el presupuesto final alrededor de un 45%, con la consiguiente nueva licitación de las obras casi un año después. Tras su adjudicación, el pasado lunes las máquinas regresaron a la parcela del futuro centro de salud de Nueva Segovia para concluir el edificio. Por delante, otros veinte meses de obras que darían con el edificio terminado en el primer trimestre de 2026, veinte años después de aquella primera promesa del PP de Segovia.