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La pasada campaña arqueológica en Segovia ha sido «larga e intensa». Así lo asegura el arqueólogo del Servicio Territorial de Cultura, Luciano Municio, que enumera hasta 19 intervenciones de investigación en los meses de verano y principios de otoño, en concreto entre junio y octubre, ... a lo que hay que sumar los trabajos preventivos y supervisiones que se realizan por todos los pueblos de la provincia, con un porcentaje de intervenciones muy elevado.
En lo que se refiere a los programas de investigación que se llevan a cabo en la provincia, el arqueólogo realiza varios bloques, comenzando por el del valle del Eresma, haciendo especial hincapié en el proyecto Eresma Arqueológico, una iniciativa en la que están implicados varios Ayuntamientos de la zona y donde se trabaja en distintos yacimientos desde finales del neolítico hasta época visigoda.
Eresma arqueológico
Uno de los municipios de este programa es Bernardos, donde se trabaja en un dolmen y en un recinto megalítico, ello referido a los últimos momentos de la secuencia neolítica. Ya de la Edad de Bronce, se está trabajando en Navas de Oro, en la zona de la Peña del Moro, en la excavación de un asentamiento importante, «un lugar de tipo castreño en el que está muy clara la transición de los últimos momentos de la Edad del Bronce a los principios de la Edad del Hierro», lo que «es muy difícil encontrar y en este caso parece que está bastante bien el registro arqueológico», detalla Municio.
En este lugar, el arqueólogo destaca la reconstrucción de varias cabañas del yacimiento de la Edad del Bronce, lo que se ha hecho «con el mismo tipo de materiales, la misma forma y el mismo tamaño con el que se han documentado en la excavación arqueológica», de forma que el visitante se puede ver inmerso en un ambiente como el que pudieron ver los pobladores de esa época. Todo ello está acompañado por información estática y códigos QR que remiten a elementos de realidad aumentada, «para hacer una inmersión más profunda, más realista y sobre todo accesible a todo tipo de visitantes», señala Municio, apuntando que es uno de los trabajos que más le ha gustado de lo realizado en Segovia en cuestiones de difusión y divulgación.
LUCIANO MUNICIO
Arqueólogo territorial
Continuando en Eresma Arqueológico, y ya sobre el mundo romano, se excava la villa romana de Matabuey, en Nava de la Asunción, donde además del programa de investigación que llevan a cabo, este año desde el Servicio se ha promovido la realización de un estudio de georradar gracias al cual se ha conocido la existencia de toda una serie de estructuras ocultas «que ayudan en muy buena medida tanto a comprender el desarrollo de la villa como a planificar las actuaciones en el futuro», detalla Municio, señalando que ahora se pueden planificar las próximas campañas en este lugar con más garantías.
Cerrando el gran proyecto arqueológico del Eresma se encuentra el yacimiento del Cerro del Tormejón, en Armuña. Se trata de un yacimiento donde hay referencias desde la Edad de Bronce, con un asentamiento celtibérico posterior, de la segunda Edad del Hierro, y una ocupación final de época tardorromana-hispanovisigoda, donde en las últimas campañas han empezado a aparecer algunos elementos, «de momento aislados», que hacen suponer a los expertos que la ocupación va a continuar con niveles de época islámica.
Fuera del proyecto Eresma Arqueológico, pero también en el valle del Eresma, la pasada campaña se han desarrollado las investigaciones sobre el paleolítico medio y superior en Segovia, en la Cueva de San Lázaro, sucesora del abrigo del Molino, en el entorno de la Fuencisla, unos yacimientos que están marcando una ocupación de los últimos neandertales y el inicio del paleolítico superior. También aquí se espera continuar trabajando este año.
Duratón
El segundo gran bloque de investigaciones arqueológicas en la provincia de Segovia se realiza en el entorno del Duratón, donde destaca el gran proyecto de excavación de Confloenta, las excavaciones que se llevan haciendo algunos años en el Opidum Celtibérico de Sepúlveda o las excavaciones que se iniciaron el año pasado en el municipio de San Miguel de Bernuy en otra ciudad fortificada en altura.
Santiago Martínez, director del Museo de Segovia, también dirige y participa en los proyectos de esta zona, como el de Confloenta, en el que este año se ha seguido excavando en el edificio público romano de las Termas de Fortuna, del siglo II, así como en el entramado de calles principales y su entorno. En este caso, la exploración de la zona norte del edificio ha permitido documentar una nueva zona de baños anexa a la que ya se había identificado anteriormente.
También dentro de las termas se ha documentado un edificio «que todavía está en vías de interpretar», detalla Martínez, explicando que es una gran estructura realizada con grandes sillares. Además, en la excavación se han recuperado gran cantidad de materiales arqueológicos tales como restos cerámicos, bronce, hierro, monedas o fragmentos de altar, que han sido depositados en el Museo de Segovia.
Para Municio, con estos hallazgos «se va avanzando en la comprensión de este edificio, que, desde luego, no se ha visto todavía en su totalidad, es bastante más grande de lo que parecía en un principio y lo único que no se puede tener en arqueología es prisa», asegura.
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Uno de los hallazgos del pasado verano fue la cabeza de una estatua cuyo cuerpo se había encontrado en una campaña anterior, y ahora está concluyendo el proceso de restauración y reintegración. Se trata de algo importante en sí mismo, pero más por las circunstancias que la rodean, ya que ese tipo de estatuaria «no es de adorno, es un tipo de escultura de carácter oficial, de culto religioso vinculado al poder civil romano y la estancia en la que ha aparecido cada vez parece perfilarse más como una celda o un espacio de un pequeño templo, un santuario asociado a la zona de habitación donde estaban los administradores del yacimiento minero», por lo que su importancia radica también en la traslación de los elementos de poder romano a la península «en un momento bastante ambiguo de la romanización de esas tierras».
En cuanto al yacimiento de Los San Pedros, en San Miguel de Bernuy, este verano se ha realizado una excavación más amplia en la zona de la muralla del foso, lo que ha permitido abrir unos 15 metros de longitud del foso de la primera Edad del Hierro, tal y como detalla Martínez, que señala que se trata de «una estructura enorme, de 13 metros de anchura y seis de profundidad, que antecedía a una potente muralla, en la cual hemos visto que se conserva todo el zócalo sobre el que apeaba el muro de adobe». Se trata de una fortificación «enorme, que presenta una anchura de casi 32 metros», lo que la convierte en una de las fortificaciones protohistóricas más destacadas de esta parte del valle del Duero.
También este verano se ha trabajado en la excavación de la acrópolis de la ciudad celtibérica de Sepúlveda, donde se viene explorando desde el año 2020 con el objeto de intentar detectar algunas características urbanísticas de la población e intentar profundizar en el conocimiento de su evolución, según detalla Martínez.
En la campaña del año pasado, al igual que en la anterior, se han centrado en la exploración de la parte más elevada del cerro, donde se han documentado una serie de estructuras celtibéricas «que están muy arrasadas, en contexto de incendios que posiblemente haya que asociar con lo que es la conquista romana», y que presenta las características de las poblaciones en ese momento, con estructuras con mampostería, muros de adobe y cubiertas vegetales.
Aquí también se han encontrado significativos hallazgos cerámicos, como cerámica decorada celtibérica e incluso algún fragmento de cerámica romana, «que habla de los contactos o del comercio entre estas poblaciones y Roma antes de la propia conquista» y para Martínez «posiblemente sea la ciudad de Colenda, conquistada a inicios del siglo I por Roma».
Aguilafuente
Saltando del Duratón al entorno del Cega, se encuentra la villa romana de Aguilafuente, donde también se viene trabajando desde hace varios años. Las excavaciones de la pasada campaña han ayudado a ampliar el conocimiento del edificio y ya está casi definido cuál es su perímetro concreto, ocupando el edificio central un espacio de unos 2.200 metros cuadrados de superficie.
En él se ha explorado el ala oriental, en el que se han identificado una serie de estancias pertenecientes a la villa romana; además de un edificio superpuesto al conjunto romano, que se corresponde con una iglesia de época visigoda que utiliza en su construcción mosaicos romanos como pavimento. En el templo se han excavado los muros laterales de la cabecera y se contextualiza el conjunto de los diversos enterramientos visigodos que también se han detectado y excavado en el entorno de esa iglesia. Así, Martínez señala que durante los siglos VI y VII, esta «ya aldea de Santa Lucía se convirtió en un importante centro de culto cristiano» y las excavaciones han permitido detectar «uno de los primeros edificios cristianos de la provincia de Segovia».
Otero de Herreros y Sebúlcor
demás de estos grandes bloques, en los que se está realizando una extensa e intensa intervención, Luciano Municio también destaca el trabajo que se viene realizando desde hace más de una década en el Cerro de los Almadenes, en Otero de Herreros, donde existen unas minas de cobre de la época altoimperial romana, donde «se están descubriendo elementos muy interesantes, tanto del proceso minero metalúrgico como de la ocupación y el control de la explotación por parte de los romanos en esos años».
Además también hay que señalar otras intervenciones y estudios vinculados a yacimientos singulares, como el que se ha hecho en el Abrigo Remacha con arte esquemático, en una zona situada en el valle de Duratón, entre Villaseca y Sebúlcor.
Todo ello ofrece en general «un panorama bastante alentador», en palabras del arqueólogo del Servicio Territorial de Cultura de la Junta, «porque se está trabajando mucho y bien en la provincia», una labor que además está llevando a resultados y conclusiones muy interesantes, «que es lo que nos gusta a los arqueólogos, tener resultados, ir avanzando y conocer un poco cómo se organizaba nuestra tierra en esos momentos».
En estos momentos los arqueólogos y técnicos están trabajando ya en los proyectos a desarrollar en la próxima campaña, la que se desarrollará este verano, preparando las actuaciones, realizando los informes que se entregan a la administración y planificando las nuevas intervenciones para continuar con las investigaciones que dan a conocer cómo vivían los pobladores de la provincia hace cientos de años.
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