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Las negociaciones comenzaron a finales de 2021, ya que el 31 de diciembre finalizaba el convenio vigente hasta entonces. Ha pasado más de un año ... y las conversaciones entre los sindicatos y la patronal del sector de la limpieza de locales y viviendas de Segovia apenas han avanzado. Así lo crítica públicamente Esther González Gil, la responsable de Comisiones Obreras (CC OO) del Hábitat en Segovia, quien advierte de que la situación puede desembocar próximamente en la huelga.
El principal punto de discrepancia es la negociación de las nuevas tablas salariales. «Nosotros tenemos una línea roja y es equiparar las tablas del sector con el salario mínimo. Somos de los pocos convenios que tenemos categorías por debajo», explica González. La postura de los sindicatos en este aspecto es tajante e inflexible. «Es un requisito fundamental. No nos vamos a mover de ahí», añade. En la actualidad, señala que el salario para un trabajador a jornada completa es de 866 euros.
La Asociación Profesional de Empresas de Limpieza (Aspel) argumenta, según el relato de la responsable de CC OO, que ya se está pagando el salario mínimo a los trabajadores del sector. «Es posible que las grandes empresas lo estén haciendo, pero hay otras que no», comenta. Por ello, resalta la necesidad de que el convenio colectivo regule las tablas salariales.
En ese tira y afloja han pasado los meses sin ningún avance en la negociación. González declara que mientras en otras grandes provincias sí que se ha logrado un acuerdo, en otras como Zamora o Segovia ha sido imposible. Incluso se ha pedido la mediación del Serla, pero ni así se ha estado cerca del acuerdo. «Tenemos la sensación que no se nos toma en serio. No estamos dispuestos a seguir», sostiene la responsable de CC OO, que recuerda las dificultades de un sector en el que un 90% de las plantillas está formado por mujeres. González no dispone del número de personas que pueden estar afectadas por la negociación del convenio y recuerda que en el sector «hay mucho trabajador a tiempo parcial que también tenemos que proteger». En este sentido, también defiende la necesidad de intentar la conversión de los contratos a tiempo parcial.
Otras cuestiones, como la reducción de las 38 horas semanales, la obtención de algún día más de asuntos propios o de permisos para la asistencia al médico con familiares son demandas que también son perseguidas por los sindicatos, aunque su postura no están tajante. «El apartado económico es lo fundamental. No se puede perder más poder adquisitivo», subraya.
Por todo ello, y tras posponerse la reunión que estaba prevista para este miércoles, los sindicatos ponen encima de la mesa la posibilidad de acudir a la huelga. Será la medida que se adopte si se produce un nuevo aplazamiento de la reunión (prevista ahora para el día 23) o si la propuesta final que planteé Aspel no logra convencer a los trabajadores.
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