El sector industrial genera el 12% de la riqueza económica en la provincia

Este proyecto responde a la necesidad de buscar soluciones al menor crecimiento económico que ha experimentado Segovia en los últimos años en relación con la media regional. Es una realidad que se atribuye, de forma esencial, a la baja presencia que tiene el sector secundario dentro de los límites provinciales. Por ello, el Ejecutivo autonómico autorizó la creación de un plan dirigido a la dinamización industrial, cuya aprobación está prevista para principios de 2025.

Sin embargo, antes ha sido necesario llevar a cabo una radiografía económica y social, además de una prospección territorial. A partir del análisis, se han recogido una serie de propuestas y conclusiones, que se constituyen como el paso previo a la redacción del documento final. Los estudios fueron encomendados a la Federación Empresarial Segoviana (Fes), como entidad aglutinadora de los negocios y emprendedores; y a la UGT, en representación de los trabajadores, por un importe de 450.000 euros.

La divulgación de los resultados por parte de la patronal tuvo lugar este miércoles, mientras que el sindicato tiene programada una jornada este jueves con el mismo cometido. Son dos análisis separados, que se han apoyado en encuestas y mesas temáticas, en las que han participado representantes del tejido empresarial, asociaciones, ayuntamientos y grupos de acción local.

Ambos informes, que no han sido remitidos pese a ser solicitados por este diario, se elevarán ante la Junta a finales de junio, que será el organismo encargado de aglutinar los retos, objetivos y desafíos que entraña el desarrollo industrial. «Será un programa modélico», defendió el consejero de Industria, Comercio y Empleo, Mariano Veganzones, pues servirá de «plantilla para el diseño de aquellos planes que se hagan en el futuro».

Así comienza la cuenta atrás para definir las medidas y áreas estratégicas que guiarán el proyecto definitivo. Las inversiones que engloba el plan se ejecutarán en cinco grandes áreas o comarcas, una de ellas en la capital. En ellas se incluyen los centros de actividad y también los «nodos rurales», según indicó la Fes.

Los informes miden el peso de un sector en la economía a través del valor añadido bruto (VAB), que representa la contribución que hace la producción de un bien al PIB. El corolario industrial no arroja noticias positivas, ya que apenas está detrás del 12% de la riqueza segoviana. Los servicios públicos son los que encabezan el listado. Esta proporción es similar a la que presenta Zamora, aunque arroja una mayor cuantía de beneficios; y superior a la de Ávila, ya que el valor que tienen las fábricas en su tejido productivo está por debajo del 11%.

Son datos muy alejados de los de Burgos (con el 31%), Palencia (27%) e incluso Soria (25%). La menor población de este último territorio no es excusa para cerrar cada periodo con el doble de importe monetario obtenido por las fábricas en comparación con Segovia. A escala autonómica, se repiten las mismas posiciones. Por otro lado, la provincia se encuentra cinco puntos por debajo en este índice respecto al promedio nacional, de acuerdo con la última revisión estadística de contabilidad del INE, que data de 2021.

El objetivo es elevar la presencia segoviana del 3,06% al 4% en el componente industrial de Castilla y León, una meta que se extiende del mismo modo a Zamora y Ávila. Es un incremento de más del 30% que persigue el II Plan Director de Promoción Industrial, que abarca el periodo entre 2021 y 2025.

Este es el plazo fijado para el avance en la reindustrialización, la retención de talento y el impulso a la innovación y al crecimiento de empresas en el medio rural. Si se cumpliesen estos designios, Segovia se acercaría a las cifras de producción sorianas y sumaría casi 2.000 empleos más en este sector, hasta superar la barrera de los 9.000 trabajadores. La última vez que se alcanzó este hito fue hace justo dos décadas.

Lo cierto es que, desde principios de siglo, la importancia industrial de la provincia ha caído progresivamente. El valor añadido bruto del gremio se calculaba en aquel entonces en más del 14%, pero todo se truncó a raíz de la crisis financiera de 2008. UGT considera que la promoción de este sector «es una asignatura pendiente» en Segovia, lo que se desprende del ranking de exportaciones -al colocarse entre los últimos puestos- o de la situación laboral, ya que tan solo dos de cada diez contratos son creados en el seno de la industria.

Hasta el momento, Segovia era el único territorio castellano y leonés que no contaba con un Plan Territorial de Fomento. UGT remarca que es a su vez la única provincia que no ha conseguido recuperar los niveles industriales previos a 2007, pese a tener activos que debían tenerse en cuenta. La Fes esgrimió algunas de las fortalezas que ostenta a la hora de cumplir esta aspiración, como es su amplia superficie forestal, la cadena de valor agroalimentaria consolidada, su posición estratégica al estar cerca de Madrid, la presencia de empresas punteras o la posibilidad de beneficiarse de la plataforma financiera regional.

La afiliación segoviana se concentra en el sector servicios, sobre todo en comercio y hostelería, en los que los salarios «son más bajos», concreta UGT. Según fuentes sindicales, las nóminas de los camareros y vendedores se sitúa entre los 1.300 y 1.800 euros, mientras que en la industria manufacturera general el promedio se acerca a los 2.500. La empleabilidad es del cien por cien en las productoras de alimentos y del género químico. Están seguidas muy de cerca por las fábricas de papel y de la madera.

Al cierre del pasado ejercicio, había más de 900 unidades productivas locales. Una quinta parte eran industrias de la alimentación, que concentran mayor volumen de asalariados. Entre ellas, destacan los negocios para la elaboración de bebidas. La fabricación de productos metálicos también entraña más cantidad de empresas, aunque destacan en número de trabajadores las que se dedican a la construcción de maquinaria y la industria del papel.