Segovia
Secretariado Gitano impulsa un programa de empleo con financiación UE hasta 2029Secciones
Servicios
Destacamos
Segovia
Secretariado Gitano impulsa un programa de empleo con financiación UE hasta 2029La Fundación Secretariado Gitano quiere aprovechar la oportunidad de gestionar el programa Más Empleo, financiado por el Fondo Social Europeo, para mejorar la empleabilidad de personas en situación o riesgo de exclusión social y dar un paso de gigante en su objetivo fundacional: la plena ... ciudadanía de la comunidad gitana. Segovia es una de las seis localidades en las que el colectivo lidera este programa, impulsado a través de convocatorias de seis años, junto a Mieres, Fuengirola, Motril, Dos Hermanas y Plasencia. La doble misión es mejorar la vida laboral de cientos de personas de cualquier etnia –prevé atender a más de 800 hasta 2029– y derribar las barreras de la población gitana: discriminación, precariedad y tasas de empleo que superan el 50%. Han atendido desde mayo a 107 personas, unos números que superan sus estimaciones.
Los esfuerzos del programa, cofinanciado por Fundación La Caixa y desarrollado con el apoyo del Ayuntamiento de Segovia, han ido dirigidos a la captación. «Que nos entiendan como una entidad referente en empleo en Segovia», subraya la prospectora laboral de la Fundación Secretariado Gitano, Beatriz García, que ha explicado el programa a los servicios sociales municipales o provinciales, así como los técnicos de servicio de Empleo de la Junta, que derivan allí a los candidatos. En, en esencia, una atención muy personaliza. «Hay personas con las que hacemos itinerarios muy cortitos porque están casi listos para el empleo y, por ejemplo, les falta buscar empleo en internet. Otras que están en otro punto y tienen que trabajar competencias digitales o tolerancia a la frustración. Y muchas no tienen experiencia ni formación».
El primer paso es una entrevista individual en la que se hace una evaluación sobre su formación, sus posibilidades para conciliar o sus necesidades económicas. A partir de ahí llega el plan de intervención, que García resume así: «Te elaboro un currículo y te ayudo a presentarlo». Desde dar unos simples retoques para empezar a buscar –ocurre con población migrante formada en farmacia o derecho que no ha convalidado estudios y desconoce el mercado laboral español– a elaborarlo desde cero: casos con dificultad de aprendizaje, discapacidad intelectual o falta de formación. «Buscamos nichos de oportunidad. ¿Dónde podría trabajar teniendo en cuenta sus limitaciones?».
Las competencias van vinculadas a lo que demanda el mercado. «No es idéntico en todos los puestos, pero muchas son parecidas. ¿Qué te van a pedir si vas a trabajar como limpiadora? Sentido de la responsabilidad o habilidades de comunicación para reportar problemas». Por eso potencian de forma transversal la asertividad o el trabajo en equipo. De las 107 personas atendidas desde mayo, 45 han recibido algún título de formación: cursos de carretillero, manipulador de alimentos, estética o atención al cliente, impartidos a través de empresas especializadas que se presentan a una licitación. Se sumarán próximamente dos nuevos cursos: uno de limpieza y otro de manipulador de alimentos debido a su alta demanda.
«Hay toda la diversidad que te puedas imaginar. Desde gente que viene una vez a la semana y se nos sienta al lado a mandar currículos a sesiones grupales sobre el uso del e-mail». O una formación sobre el sentido de responsabilidad en el trabajo. Buscan a los candidatos desde centros de formación a lugares de culto como una mezquita. «Vamos a los barrios, a los sitios donde están las personas en situación de vulnerabilidad, y se lo contamos. También hay muchas derivaciones de entidades locales que ya saben cómo trabajamos». Ese enfoque global va más allá de la población gitana –la aspiración de 800 personas supera de por sí al total de residentes de esta etnia en Segovia–, aunque García quiere profundizar su alcance en el colectivo. «Todavía no nos terminan de identificar con ese recurso de empleo. Es verdad que las personas gitanas conocían mucho la fundación, pero la identificaban más con las acciones de educación y de atención básica. Ahora es recordarles que también tenemos esto».
García describe «una exclusión social y un rechazo social muy fuerte» que complica su entrada al mercado. «Su acceso a los recursos generalistas no siempre está bien garantizado. Muchos no están diseñados para ellos o no les dan las respuestas que pueden necesitar». Y explica la consecuencia: una baja tasa de empleo del 30% (20 puntos menos que el conjunto de la población), altas tasas de paro del 52% que triplican la de la población general y con condiciones de precariedad. Solo el 53% de los ocupados son asalariados (frente al 84% de la población en general), con una alta prevalencia del trabajo autónomo en la venta ambulante. Las tasas de temporalidad son del 73%, con un 16% de personas sin contrato; la mayoría de los desempleados lo son de larga duración y un 35% son desocupados crónicos. Un 39% habla de discriminación en un estudio de 2018 de las fundaciones Secretariado Gitano e ISEAK.
Hay una explicación formativa. «La población gitana mantiene un nivel educativo muchísimo más bajo que la población general. Las escuelas tuvieron mucha dificultad en sus orígenes para incorporarla y se ha ido arrastrando. Y eso configura el resto de su trayectoria profesional. Si no has titulado en ESO, estás en una profundísima desventaja». Solo el 17% de los mayores de 16 años tienen completados estudios de Secundaria o superiores, según el mismo estudio. «Y en Segovia, incluso menos que en otros lugares. Acceden a la escuela, pero no encuentran el apoyo que necesitan. No puedes trabajar igual con una persona que viene de la pobreza extrema». García añade otros elementos como el 'antigitanismo', la conciliación o el acceso a la vivienda. También en los cuidados. «Familias que tienen personas dependientes a cargo que han de cuidar a la vez que necesitan el dinero».
La falta de espejos en la adolescencia complica las cosas. «Si sientes que los estudios superiores no son una opción para ti, no hay más que hablar. En la Fundación trabajamos mucho con los referentes porque lo cambian todo». El hermano o el amigo que ha titulado abre muchas puertas. Igual que hay contextos en los que no estudiar una carrera no es una opción, hay otros en los que ni se contempla. «Las personas gitanas de tu entorno nunca han tenido estudios y es lo que a mí me toca. No, tú tienes derecho a hacer lo que quieras».
Noticia relacionada
Luis Javier González
García habla de una acogida «sorprendentemente positiva» del programa entre las empresas. «Hace tiempo que han entendido que guiarse por los prejuicios no les sirve de mucho. Al final lo que quieren es una persona que trabaje bien y cuando nosotros derivamos a un participante es porque le conocemos». Su papel de intermediario logra tender puentes. Y ese ahorro de tiempo en la selección del candidato pesa más que la etnia. Lo mismo ocurre con los demandantes que no son gitanos y se han integrado sin tabúes. «Se nos ha identificado como un recurso de acceso al empleo para personas en situación de vulnerabilidad, se ha corrido la voz dentro de cada comunidad». El boca a boca es la mejor publicidad.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
A la venta los vuelos de Santander a Ibiza, que aumentan este verano
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.