Segovia

Santa Eulalia propone un nuevo recorrido alternativo a las obras de Blanca de Silos

«Hay muchísimas quejas por los cambios de dirección, hay señales horizontales y verticales totalmente contrarias: la gente se está perdiendo, es un caos», resume la presidenta de la Asociación de Vecinos de Santa Eulalia, Esther Santos, para justificar la necesidad de modificar el recorrido alternativo a las obras. «Nos hemos dado cuenta de que hay salidas más directas y factibles, que implicarían menos tráfico y molestias», subraya.

Durante la evolución de la obra, han sido muchos los puntos del barrio que han permanecido restringidos de forma puntual y, en muchos casos, sin previo aviso. «Los vecinos no saben los que se van a encontrar», insiste preocupada la representante. Así lo pusieron de manifiesto en una reunión celebrada a principios de esta semana y convocada por la plataforma en contra del bulevar, cuyos portavoces no se han manifestado por el momento.

La nueva propuesta trasladada al Ayuntamiento por la asociación vecinal, que ha sido registrada de forma electrónica, solicita que la entrada de los coches procedentes de la plaza de la Universidad se realice por la calle María de Pablos para avanzar por Caño Grande y llegar a la calle Santa Isabel, que cambiaría de sentido. Esta desembocaría en la calle Almira, que no variaría en su tramo inicial, pero modificaría su dirección para «hacerla descendente» a partir del cruce con la calle Las Morenas (a la altura del acceso trasero de la Academia de Artillería). La dirección también cambiaría en las calles Pintor Montalvo y San Francisco hasta la plaza de Somorrostro.

Este planteamiento busca otorgar dos salidas a la plaza de Somorrostro, ya que se uniría con el acceso por la calle Independencia. «Así no estaría incomunicada», defiende Santos. A su juicio, también evitaría el «complicado» giro entre las calles Convento y San Antón, a la vez que permitiría desatascar la confluencia entre la calles Larga y Coronel Rexach. «El tráfico es muy complicado ahí», insiste.

La presidenta tiene constancia de la preocupación de algunos establecimientos comerciales, ya que el corte al tráfico no «se indica a los proveedores y empiezan a dar vueltas y vueltas al barrio». Este problema ya ha sido trasladado al Consistorio a nivel particular, confirma Santos. Pero una cuestión que queda pendiente es la pérdida de clientes. «La gente está dejando de pasar por el barrio; hay un comercio que el viernes a las 20:00 horas solo había hecho trece euros de caja, lo que se está extendiendo a la parte baja de las calles José Zorrilla o San Francisco», lamenta.

La incertidumbre persiste al menos diez días después desde el comienzo de los trabajos. La eliminación de 39 plazas, más otras tres por el cambio de ubicación de los contenedores, lleva a muchos vecinos a tener que evitar coger el coche. Algunos residentes que pueden estacionar en la parcela del Regimiento lo hacen en calles aledañas, lo que crea malestar al resto de conductores sin permiso. «Las tarjetas caducan el 15 de julio, ¿qué pasará a partir de esa fecha?», se pregunta.

Otra de las peticiones remitidas al equipo de gobierno es la colocación de una pasarela a la altura de los portales 7 y 9 de la calle Blanca de Silos en los días no hábiles. Es decir, durante los fines de semana, con el objetivo de facilitar a los vecinos cruzar la calle «sin tener que dar la vuelta a toda la obra», concluye Santos.