San Frutos hace cumplir los deseos de los segovianos

Los soportales fueron las localizaciones más cotizadas para disfrutar de la noche grande de San Frutos. Una ligera lluvia hizo acto de presencia en momentos puntuales, pero no hubo mayor problema, ya que tanto los cocineros como los músicos estaban al resguardo. Estos últimos llevaron a cabo su actuación a cubierto, en el Quiosco de la Plaza Mayor de Segovia. No sucedió lo mismo con el libro de San Frutos, que tuvo que cubrirse con un plástico, pero esta medida precavida no empañó el misterio.

Todavía quedaban más de diez minutos para que se escuchasen las doce campanadas cuando cientos de personas ya se agolpaban en las puerta de entrada presidida por el santo en la Catedral. Instantes después del momento en que vio la luz la ilustración en la Hoja del Santo a cargo del artista Rafael Lorenzo Tardón, la fachada se iluminó con la frase «bendigan todos y alaben, su virtud angelical». Las voces de decenas de segovianos se unieron al momento para interpretar este extracto del Villancico a San Frutos, que refleja gratitud por los milagros obrados.

A continuación, dio comienzo el 'video mapping' u holograma en esa misma ubicación, que se repitió varias veces cada cinco minutos. La zona quedó despejada cuando los allí presentes se trasladaron al punto de degustación de las Sopas del Santo, bajo la Casa Consistorial. La larga cola que se formó llegaba hasta la plaza de la Rubia. En total, se repartieron un millar de platos -muchos de ellos sin gluten-, aunque se vendieron muchos más tickets, hasta llegar a los 1.200. La recaudación, que superó los 2.400 euros, se destinará a la Asociación de Fibromialgia de Segovia.