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Celebración bajo la lluvia de la Tajada de San Andrés, este sábado, en la Plaza Mayor de Segovia. Óscar Costa

San Andrés salva el día grande

El jolgorio de la popular Tajada del barrio segoviano atrae a decenas de personas que ignoran la lluvia para disfrutar de la música, el chorizo y la limonada

Sábado, 29 de junio 2024, 19:34

Los vecinos de San Andrés han puesto buena cara al mal tiempo que ha afeado el día grande de las Ferias y Fiestas de San Juan y San Pedro. El jolgorio que arropa la celebración de la tradicional Tajada ha doblegado por unas horas a ... la decepción de la cascada de cancelaciones que se sucedían por la persistencia de la lluvia, que desde que empezara a caer en la noche del viernes se ha empeñado el deslucir la recta final de la programación. Ni conciertos, ni pasacalles con los gigantes y cabezudos, ni toros, ni deejay en la Feria de Día, cuyas casetas y terrazas se mostraban mustias y silenciosas ante el empapado panorama que ha restado reclamos y afluencia.

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Mientras Segovia se protegía bajo los paraguas y chubasqueros, San Andrés desplegaba su colorido para contrarrestar el ambiente gris y plúmbeo más propio del otoño que del incipiente verano. Su llamamiento a no decaer la fiesta ha tenido respuesta en decenas de personas que se han mojado por salvar San Pedro del naufragio provocado por las inclemencias meteorológicas. Era un día para pisar charcos y chapotear sin mayor preocupación que la de no perder turno en el reparto de la tajada de chorizo, de los tacos de queso y jamón para saborear la fiesta y no resbalarse en un mal paso de baile a cubierto. Y cada bocado, regado por los buchitos de limonada preparada para animar las almas alicaídas por tanta DANA inoportuna.

El cortejo de San Andrés, que había pedido centralizar más las fiestas en el casco histórico de la capital, cubrió la carroza que guía su tradición con unos plásticos, lo suficiente para no calar y echar a perder el género que da nombre a la fiesta. Los vecinos no han querido que la 43 edición se quedara en casa y han desplegado su jarana (y sus paraguas) por el centro histórico de la capital segoviana.

Sin los excesos multitudinarios de ocasiones pasadas más soleadas y calurosas, el séquito ha tomado la Plaza Mayor al son de las tonadas de la charanga que incitaban al baile en el reducido escenario que dejaban los soportales de la elipse, donde se han concentrado los seguidores que han secundado a los vecinos de San Andrés en su desafío a la lluvia.

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