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El párroco de Nava de la Asunción, delante del Cristo de la Expiración. F. de la Calle
Un sacerdote para diecisiete pueblos de Segovia

Un sacerdote para diecisiete pueblos de Segovia

Francisco Javier Martín, que lleva dos años de párroco en Nava de la Asunción, tiene que repartirse el trabajo con sus compañeros para llegar a todo

fernando de la calle

Nava de la Asunción

Sábado, 14 de septiembre 2019, 08:26

Francisco Javier Martín de Arce cumple estos días sus dos primeros años al frente de la parroquia de Nava de la Asunción y celebrará, también mañana domingo, su 39 cumpleaños coincidiendo con el día grande de las fiestas de la Nava, ya que el 14 de septiembre es el día que la Iglesia celebra la Exaltación de la Cruz.

Primero en la zona de Riaza y luego en toda la zona pastoral de Cuéllar, el sacerdote recuerda bien cómo fue su llegada a Nava, tras 12 años de vida sacerdotal. «Nuestra toma de posesión fue el viernes anterior a las fiestas, llegué con mi compañero Rafael Prada, que hace las labores de vicario parroquial. Nos recibieron muy bien. Yo había estado acompañando a otros sacerdotes, pero llegar de nuevo y a las fiestas, fue un poquito… porque no conocía bien la tradición del pueblo y tuve que preguntar cosas. Pero bueno, se llevó bien, sobre todo la procesión. Me decían que eran seis o siete horas y tampoco fue para tanto. Conocimos a mucha gente, fue un amontonamiento de rostros nuevos, pero era necesario porque la gente te quiere conocer», recuerda el padre Francisco Javier.

El párroco hace buen balance de los dos años en su nuevo destino: «Ha sido un balance positivo, porque uno va creciendo en la medida que pasa el tiempo. Vas conociendo a la gente, ya te tienen como persona de referencia y te piden opinión o consejo. La cercanía va creciendo». La escasez de sacerdotes hace que tenga que ejercer como cura en 17 pueblos de la provincia, por lo que en muchas ocasiones tiene que repartirse el trabajo con dos compañeros. «Antes de fiestas hay que ver qué temas se quieren tratar en el novenario al Cristo, para dar una pequeña catequesis en el momento de la eucaristía, para que esta fiesta no sea solo un rito vacío y esté lleno de contenido», señala.

Pese a la falta de tiempo, el sacerdote cree que se podría hacer algo más para que se mantenga el sentimiento religioso hacia el patrón de las fiestas de la Nava, el Cristo de la Expiración. «El sentimiento está ahí, pero quizás se podría seguir animando para que esta devoción que nos han transmitido nuestros antepasados siga calando. Se podrían tener nuevas iniciativas. El año pasado me propusieron hacer una ofrenda floral pero no encontramos el momento adecuado. La gente tiene esa inquietud de hacer algo más», asegura el párroco.

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