Álvaro Gómez San Frutos
Segovia
Lunes, 10 de diciembre 2018, 12:32
Anselmo Carretero fue un ensayista del pasado siglo que, al igual que su padre, estudió la historia de Castilla. Hoy, en la calle que lleva su nombre, se asienta una asociación que ha recorrido en innumerables ocasiones los territorios de esta región. En el barrio de San Lorenzo mantienen desde hace varios años su punto de encuentro los Amigos del Camino de Santiago de Segovia, quienes rechazan cualquier plan que les propongan para el tercer domingo de cada mes. Estas doce fechas están marcadas en rojo en su agenda con una única tarea: recorrer una vez más una parte de la ruta que une Madrid con Santiago de Compostela, con el paso previo por Segovia capital y la provincia. Preparan lo necesario y suben al autobús con el único objetivo de disfrutar junto a sus compañeros mediante una actividad conocida en el mundo entero.
Publicidad
En diciembre del año 1999, el fundador, Ramón Sánchez, junto a una veintena de personas enamoradas del Camino de Santiago, crearon la asociación. Casi dos décadas después, el número de socios asciende a 300, y de ellos unos 200 son activos, por lo que su actual presidente, Antonio Fraile, ha llegado a considerar establecer un límite. «Somos tantos que nuestras actividades siempre están llenas y al final puede haber socios que quieran ir, pero no pueden», explica Fraile, quien pertenece a esta agrupación desde el año 2010.
El propósito es el mismo ahora que en el momento que se constituyó la asociación. Divulgar la cultura jacobea, difundir el Camino de Santiago y, como explica el presidente, «conseguir que todo el mundo sepa que existe y que pasa por Segovia». Un modo de hacerlo es con la colaboración con otras instituciones. Por ejemplo, el pasado marzo, junto a la Biblioteca Pública, realizaron durante una semana varias actividades informativas como proyecciones o conferencias.
Además de estos eventos destinados a dar a conocer el camino, lo que cumplen a rajatabla en la asociación es la excursión del tercer domingo de cada mes. «Lo que hacemos es recorrer las rutas que pasan por nuestra comunidad y hacer el máximo de tramos posibles», indica Fraile, quien explica que este año partieron de la provincia de Ávila en enero y finalizaron en Benavente (Zamora) en noviembre. En cada jornada establecen una etapa larga y una corta (de 20 y 10 kilómetros, respectivamente), pues hay varias personas mayores a las que les resulta complicado completar todo el tramo en un día.
También realizan visitas culturales a alguno de los símbolos del patrimonio religioso, civil, monumental o industrial de las localidades que se encuentran. «Lo mejor algunas veces es la comida que hacemos al acabar, pues en días lluviosos se agradece al final de la ruta un plato caliente», comenta Eduardo Lozoya, miembro de la junta directiva. En estas excursiones, normalmente la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Segovia suele llenar el autobús, por lo que son al menos unas 50 personas las que recorren el tramo correspondiente a cada mes en compañía del resto.
Publicidad
Aparte de estos encuentros mensuales, cuando más aprietan el acelerador es en Semana Santa, pues otro de sus proyectos es recorrer el Camino Francés, por lo que realizan del tirón cinco etapas seguidas. «Este año hemos hecho desde León hasta Ponferrada», detalla Fraile, quien acude a estos encuentros con su mujer y sus hijos.
Aunque viajen cada mes a otras provincias, el presidente quiere remarcar la parte de esta ruta que pasa por Segovia. Tras partir de Madrid y cruzar el puerto, el trayecto llega a Segovia por la rotonda del pastor, baja por José Zorrilla y llega hasta la plaza del Azoguejo. De ahí parte por la Calle Real hasta la Catedral y, tras recorrer la calle de la casa de Antonio Machado y otras del casco histórico, llega hasta Zamarramala.
Publicidad
Fuera de la capital, el camino en la parte de Segovia se cruza con Valseca, Los Huertos, Añe, Pinilla-Ambroz, Santa María la Real de Nieva, Nieva, Nava de la Asunción, Coca y Villeguillo. Unos 75 kilómetros tiene esta ruta y Antonio Fraile solo le pone una pega. A su paso por la ciudad no existe señalización vertical, la famosa flecha amarilla, pues según les han indicado, no es posible en ciudades declaradas Patrimonio de la Humanidad. «Solo está la concheta de bronce en el suelo y la verdad que hay que esforzarse para verla», lamenta Fraile, quien considera que con tan solo tres o cuatro señalizaciones verticales colocadas en José Zorrilla, el Acueducto y otra que indique dónde está el albergue ya estarían más que satisfechos.
Esta señalización facilitaría mucho la ruta a las cerca de 400 personas que cada año recogen su credencial en la sede de Amigos del Camino de Santiago de Segovia. Hay peregrinos que ya llegan a la ciudad con la credencial y otros que directamente no la piden, por lo que el número de personas que pasa por Segovia siguiendo la ruta Madrid-Santiago puede ser mucho mayor. Lo que sí destacan los miembros de la junta directiva es la cantidad y calidad de los albergues en la provincia. «Son mejores que los de Madrid», asegura Eduardo Lozoya. Además del municipal de Zamarramala, existen los de Los Huertos, Añe, Santa María, Nava, Coca y Villeguillo. Algunos tienen pocas plazas, pero, como comenta el presidente, «si las cuatro camas están ocupadas, siempre puedes dormir en la esterilla dentro del albergue».
Publicidad
Los lugares donde poder alojarse son, junto a la información de las diferentes etapas, son las principales preguntas que reciben en la asociación de Segovia por parte de los peregrinos. En este aspecto, Fraile siempre recomienda páginas web que bajo su criterio están bien documentadas, como la de Eroski Consumer. «También hay aplicaciones de móvil como la del Instituto Geográfico Nacional que son muy buenas. Esta en concreto, indica muy bien todas las rutas» concreta el presidente. «También recomendamos siempre que si tienen dudas acudan a la asociación, pues en casi todas las localidades existe una o al menos alguien muy ligado al Camino», añade.
La afluencia es grande en Segovia, pero nada comparado con otras provincias como León o Burgos, ya que, según indican Fraile y Lozoya, por sus albergues pasan cientos de miles de personas. «El peregrino, con que tome un café, coma un bocadillo o haga una pernoctación. ya deja dinero», indica Fraile, «por lo que a la gente de estas localidades les interesa muchísimo que pase por allí». Este fenómeno no se da en Segovia, pues «solo tenemos constancia de un menú del peregrino en Zamarramala», lamenta. «Si por José Zorrilla pasearan con un mesón llamado Los Frailes y otro en el que te indiquen que hay menú para el peregrino, al final se conseguiría mucho dinero para la ciudad».
Publicidad
A su juicio, no se fomenta el aspecto económico «como debería» ni tampoco el turístico, pues, según el presidente, «hay un patrimonio artístico y eclesiástico tan grande de ver y de descubrir, pero si no se informa como se debe…». A pesar de que en la asociación piensan que este aspecto podría mejorar, sí consideran que Prodestur, el organismo dependiente de la Diputación, pone su empeño y «se encarga bien» de la promoción del Camino de Santiago en la provincia.
«Al final hacer esto es culturizarse, descubrir cosas nuevas e incluso el Camino muchas veces te descubre a ti mismo. Hay pueblos con verdaderas joyas», exclama Fraile. Lozoya amplía la definición de la que es su mayor pasión: «El camino es conocimiento, tanto personal, como de tu capacidad física e intelectual. Conoces cultura, conoces gastronomía. Además, el tema del senderismo engancha y mucho», añade el vocal de la junta directiva.
Noticia Patrocinada
Y lo que quizá más caracterice a los amantes del Camino de Santiago es la amabilidad al tratar con los desconocidos que uno se encuentra en su ruta. Además, esos encuentros son totalmente multiculturales. «Quizá los primeros días vas más despistado, pero al final siempre conoces a alguien. Yo en un día me he cruzado con un norcoreano, un australiano, un americano, un argentino… Hay gente que se ha conocido en el Camino y ahora comparten su vida», señala Fraile. Eduardo Lozoya recuerda siempre una ruta que decidió realizar solo en el año 2010, pero que al final recorrió junto a un chico catalán que conoció. «Llegando a Astorga hablamos con una pareja de peregrinos japoneses. Nos les encontramos varias veces y nos hacían fotos. Nos pidieron el correo electrónico y unos días después nos las mandaron», señala el vocal de la asociación.
Para los próximos días, la principal cita de los Amigos de Santiago es la junta general del mes de enero en el año en que cumplen su vigésimo aniversario. Si no hay más candidatos, Antonio Fraile y el resto de la directiva renovarán de nuevo con el objetivo que siempre han tenido, y que no es otro que cumplir con el que es su lema: '¡Buen Camino!'.
0,99€ primer mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Te puede interesar
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.