Roban 69 ordenadores portátiles del instituto de El Espinar

El director provincial de Educación, Diego del Pozo, apunta que es el primer robo de estas características que se produce en centros educativos de Segovia durante los últimos años. No tiene constancia de otros actos similares en colegios o institutos y lamenta que los ladrones hayan aprovechado un periodo en el que los centros educativos, al no tener actividad lectiva, «son más vulnerables». No obstante, resalta que durante el mes de julio los centros educativos mantienen la actividad al continuar abierto el proceso de matriculación, así como para el desarrollo de programas como Conciliamos. En este caso, los cacos aprovecharon el fin de semana para asestar su golpe en el instituto María Zambrano.

Tanto la dirección del propio centro como Diego del Pozo tienen claro que el robo de los ordenadores estaba perfectamente calculado y no fue ningún acto vandálico improvisado. «Sabían lo que iban a hacer, lo que buscaban, dónde hacerlo y cuándo hacerlo. Lo tenían todo perfectamente estudiado», apunta el director provincial de Educación en Segovia.

Son varias las pistas que llevan a concluir en un plan ideado con tiempo. En primer lugar, el momento del robo, ejecutado en fin de semana cuando no había nadie en el interior del centro educativo. Pero además, los autores también eran conocedores de la existencia de alarmas en el instituto, por lo que se preocuparon horas antes del robo de acudir al cuadro de luces y manipular los fusibles para dejar sin corriente eléctrica al centro. Sin energía que pudiera hacer saltar las alarmas, los cacos tenían vía libre para acceder el instituto.

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Sabían por donde entrar y tras forzar alguna puerta y ventana -la dirección también ha dado parte de ello al seguro-, se dirigieron al lugar donde el instituto guarda los ordenadores portátiles. Los 69 aparatos eléctricos, con un coste de alrededor de 400 euros cada uno de ellos, estaban guardados en un armario que sirve a su vez de cargador de los propios ordenadores. Los ladrones se hicieron con ellos y, tras robar también una pequeña cantidad de dinero en efectivo, salieron del centro sin ser vistos. «Estaban todos dentro de los armarios, que cuentan a su vez con una cerradura», indica Del Pozo.

El director provincial de Educación añade que los ordenadores sustraídos no son de alta gama y calcula que el coste total de todos ellos se aproxima a los 25.000 euros. Ninguno tenía más de un año de antigüedad y fueron asignados al colegio para el uso de los alumnos «dentro del programa para dotar a los colegios de nuevas tecnologías». Sostiene que los autores de los robos tendrán difícil dar salida a los ordenadores «ya que están serigrafiados con el logotipo de la Junta de Castilla y León», pero insiste el «daño» causado tanto el instituto como al conjunto de la sociedad. «Al final es dinero público», declara.

Tres días después de los hechos la Guardia Civil sigue intentando recabar pruebas en el propio instituto que ayuden a identificar y detener a los autores de los robos. Tras las primeras inspecciones realizadas del interior del centro educativo no se echa en falta otro tipo de material que pudiera haber sido sustraído.