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La situación de los ríos segovianos sigue bajo vigilancia extrema, según el último parte de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD). A las diez de ... la noche, el río Eresma, principal foco de preocupación, mantenía en vilo a la provincia, especialmente en Coca, donde se registraba un nivel rojo con un caudal de 99,69 metros cúbicos por segundo y una altura de 4,80 metros. Esta crecida, que seguía en tendencia ascendente, disparó las alertas ante el riesgo de desbordamiento, evocando el episodio de hace quince días, cuando las inundaciones afectaron gravemente a la provincia.
En Segovia y Bernardos, que también amanecieron con aviso rojo, la situación mostró signos de estabilización durante la tarde, aunque con un repunte al caer la noche. En la capital, que sigue en alerta roja, el Eresma bajaba a 31,37 metros cúbicos por segundo, con un nivel de 2,47 metros, mientras que en Bernardos el caudal alcanzaba los 77,65 metros cúbicos por segundo y una altura de 1,3 metros. Aunque la tendencia es al alza, las autoridades confían en que no se repitan los daños de hace dos semanas, cuando la Casa de la Moneda y varias zonas ribereñas quedaron anegadas.
Por otro lado, hay noticias positivas: algunas carreteras, como la que une Abades y Marugán, reabrieron ayer al tráfico tras el descenso del río Moros. Sin embargo, la CHD insiste en mantener la precaución, pues las lluvias persisten y el deshielo sigue aportando caudal a los ríos segovianos. Protección Civil permanece en alerta, por cuanto la nieve, copiosa en las zonas de montaña, ya ha hecho su aparición en la capital una vez entrada la noche.
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