mónica rico
Segovia
Domingo, 6 de enero 2019, 12:11
Nervios e ilusión. Esos fueron los principales ingredientes de la noche cuellarana, que por primera vez en este año dejaron en un segundo plano al frío que desde primera hora de la noche se adueñó del municipio. A las 19:00 horas los termómetros marcaban ... ya más de un grado bajo cero. Minutos antes la cabalgata de los Reyes Magos partía del colegio San Gil para empezar su recorrido por las calles de la villa, llenas de vecinos, colmando la ilusión de niños y mayores, que vivieron una de las noches más emocionantes del año.
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Ya desde primera hora de la mañana, los Magos realizaron un pequeño recorrido, entregando roscones y regalos en el Ayuntamiento en primer lugar, y después a los usuarios de la residencia de ancianos El Alamillo, el centro de Mayores Valdihuertos, el centro Mara de Pinares de Apadefim Fundación Personas y los conventos de Santa Clara y la Concepción. Tras unas horas de descanso, por la tarde, los Magos de Oriente se subían en sus carrozas, engalanadas por los miembros de las asociaciones de Madres y Padres de Alumnos de los colegios del municipio, quienes, junto a sus hijos, realizaron las labores propias de los pajes durante todo el recorrido, que se prolongó durante varias horas.
La primera parada fue en San Andrés, en el primero de los siete belenes vivientes. Allí Sus Majestades bajaron de sus carrozas para acercarse hasta el belén y después continuaron su recorrido. El ritual se repitió en los belenes vivientes de Valdihuertos, San Francisco, Santa Clara, El Salvador, La Cuesta y la Plaza Mayor, donde concluyó el recorrido. En todos los belenes, los Magos como sus pajes y todos los vecinos y visitantes disfrutaron con chocolate, bizcochos, pastas, caldo, licores, castañas asadas y un sinfín de viandas. Al concluir la cabalgata, los reyes lanzaron un mensaje con sus mejores deseos para todos los cuellaranos desde el balcón del Ayuntamiento.
Los Magos recorrieron toda la provincia y, como desde hace 22 años, una única cabalgata discurrió entre los pueblos de Fuentesaúco y Fuente el Olmo de Fuentidueña, Fuentepiñel, Torrecilla del Pinar y San Miguel de Bernuy, con chocolate para combatir el frío en las paradas. En El Espinar, en cambio, informa pedro Luis Merino, hubo una comitiva en tres de los núcleos del municipio, El Espinar, San Rafael y La Estación.
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