Tramo antes de estrecharse la calle Daoiz hacia el Alcázar. A la derecha, cables e instalaciones eléctricas al aire. óSCAR cOSTA
Segovia

La reurbanización del eje Catedral-Alcázar suprimirá el cableado y durará quince meses

El proyecto, con un coste de 896.940 euros, levantará «metro a metro» Marqués del Arco y Daoiz y quitará bordillos

Jueves, 7 de abril 2022, 00:09

La junta de gobierno local del Ayuntamiento de Segovia lleva en su orden del día de hoy el proyecto de reurbanización del eje Catedral-Alcázar, en pleno casco histórico. La concejala de Urbanismo y Patrimonio Histórico subraya la envergadura de los trabajos, tanto por la ... magnitud de la intervención a ejecutar como por el coste. Clara Martín especifica que el presupuesto para efectuar el cambio de imagen de las calles Marqués del Arco, desde el enlosado de la Catedral, y Daoiz hasta su desembocadura en la plaza Juan Guas se eleva a 986.940,63 euros. Una inversión casi millonaria que cuenta con la subvención de 600.000 euros a cargo de los fondos europeos al enmarcarse el proyecto en las actuaciones referidas a materializar el plan sobre zonas de bajas emisiones, explica la representante municipal.

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«Es un obrón», reitera la concejala. Entre las condiciones para acceder a la financiación europea, el Ayuntamiento de la capital segoviana ha de cumplir unos tiempos. Así, la reurbanización deberá estar licitada antes del mes de noviembre. Clara Martín añade que el proyecto cuenta con un plazo de ejecución desde su inicio de quince meses. Va a ser un paréntesis de un año y tres meses en el que el eje viario que conforman las calles Marqués del Arco y Daoiz estará «todo levantado», advierte la responsable municipal de Urbanismo y Patrimonio Histórico, quien justifica la dimensión de la obra en que «es necesaria e imprescindible».

El proyecto consiste, entre otras intervenciones, en el cambio de las instalaciones de saneamiento y abastecimiento, las cuales ya están obsoletas. La sustitución de estas redes intentará atajar fugas y averías. También «se mejorará la pavimentación», apunta la concejala, quien hace hincapié en la supresión de los tendidos eléctricos que a día de hoy cuelgan de las fachadas de los inmuebles que recorren ambas calles. Clara Martín confirma que la ejecución de la reurbanización quitará ese cableado que afea el paseo por este entorno y lo soterrará para eliminar así el impacto visual y el riesgo que actualmente generan los cajetines de la red eléctrica y los manojos de cables que se extienden por las portadas de las viviendas.

El Acueducto oculto

También tienen su tajo las labores previas al levantamiento de las calles. Antes de ponerse a picar y remover el suelo «hay que hacer sondeos arqueológicos de todo el eje», matiza Clara Martín. Y es que el plan diseñado incluye «la identificación del recorrido subterráneo del Acueducto, que ya está más o menos identificado como consecuencia del estudio de geolocalización que se hizo en 2020», añade la concejala. Sin embargo, aunque exista esa documentación, «hay que certificarlo mediante excavaciones arqueológicas».

«Es una zona de prioridad peatonal y el proyecto lo que pretende es mejorar el paso de los viandantes allá donde ya hay restricciones»

clara martín

Concejala de Patrimonio Histórico

Esta parte de la reurbanización es especialmente delicada, deja entrever la edil, quien revela que «hay zonas donde la roca parece más superficial en las que el Acueducto puede estar debajo justo de los adoquines» de la calzada. «Tenemos que ir a metro a metro para comprobar la instalación, es un trabajo de cirugía arqueológica», subraya la concejala de Urbanismo y Patrimonio Histórico. Por lo tanto, habrá una fase de «excavación manual para documentar y localizar exactamente el trazado del Acueducto» en el eje Catedral-Alcázar. Esta planificación va a obligar a «tomar decisiones 'in situ'» para salvaguardar el recorrido oculto al mismo tiempo que se sotierra el cableado y se cambian las redes de saneamiento y abastecimiento. Clara Martín repite que la obra «es compleja».

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¿Peatonalización?

Y polémica porque los residentes del casco histórico se siguen preguntando si la obra conlleva la peatonalización. Y si fuera así, ya anticipan su rechazo y discrepancia, tal y como manifiesta el presidente de la Asociación de Vecinos del Recinto Amurallado de Segovia (AVRAS), Pedro Montarelo. La concejala, por su parte, se afana en afirmar que «no es una peatonalización al 100% porque no se prohíbe el tránsito por Daoiz de todos los vehículos». Insiste en que «es un eje de prioridad peatonal y el proyecto pretende mejorar el paso de los viandantes en zonas donde ya hay de por sí restricciones» a la circulación de vehículos. Clara Martín recuerda que ahora solo pueden transitar por esta arteria los que disponen de autorización, es decir, los vehículos de carga y descarga, los servicios especiales de ambulancias, bomberos o policía, taxis y residentes.

Peatones transitan por las maltrechas acera y calzada de Daoiz. óSCAR cOSTA

La reurbanización conllevará el rebaje e incluso eliminación de los bordillos, por lo que la acera derecha en sentido al Alcázar pasará a estar al ras de la calzada, esboza la concejala, quien añade que se ensanchará el paso de los viandantes donde sea posible a lo largo del tramo. La calzada por donde discurra el tráfico rodado mantendrá el adoquinado renovado, mientras que el suelo del corredor peatonal será de baldosas, por lo que ambos pasos estarán diferenciados. Martín precisa que también se distinguirá el ancho del recorrido bajo tierra del Acueducto a lo largo del eje hasta el enlosado de la Catedral. Las obras, agrega la edil, empezarán por los extremos hasta juntarse en un punto intermedio.

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Como es lógico, la ejecución de los trabajos conllevará la modificación del tránsito de peatones y de vehículos. A expensas de hablar con la empresa que resulte adjudicataria de la reurbanización «para interferir lo menos posible en los residentes y trabajadores» de esta zona, la concejala esboza algunas de las opciones barajadas por el Ayuntamiento. Así, el flujo de turistas y segovianos el sentido descendente por Marqués del Arco se canalizará a partir del enganche con la plaza de la Merced por las bocacalles que salen hacia Velarde, como son Desamparados y Descalzas.

«Los edificios donde se eliminan las aceras tienen más humedades»

La Asociación de Vecinos del Recinto Amurallado de Segovia (AVRAS) ha mantenido discrepancias con el Ayuntamiento de la capital con respecto a los planes municipales de reurbanizar el eje que forman las calles Marqués del Arco y Daoiz, un tramo muy frecuentado y transitado por turistas y por los propios segovianos, aunque es en los fines de semana cuando esta conexión Catedral-Alcázar alcanza su apogeo de tránsito. El presidente de la agrupación vecinal,Pedro Montarelo, pone de relieve la enorme afluencia de visitantes que recorren a pie estas arterias estrechas durante las jornadas festivas, a lo que se suma «la invasión de vehículos» de turistas que buscan aparcar en el casco histórico de la ciudad, restando plazas a los residentes. Y eso a pesar de las restricciones de acceso al recinto amurallado que aplica el Ayuntamiento, que limita la entrada del tráfico rodado solo a autobuses urbanos, taxis, ambulancias, bomberos, ambulancias y vecinos que viven en el centro.

Montarelo conserva intactas sus dudas sobre si el proyecto que hoy se aprueba en la junta de gobierno local para reurbanizar el eje Catedral-Alcázar no es sinónimo de una peatonalización, algo a lo que se opone AVRAS, como ya expuso en una reciente reunión con responsable del equipo de gobierno. El responsable vecinal, consciente de que hay que renovar las redes de saneamiento y abastecimiento y de que hay que suprimir el cableado que cuelga de las fachadas, también reclama que los planes municipales tengan en cuenta la apertura al tráfico de estas calles a los vecinos que viven en la zona «porque es el único punto de salida de los residentes».

«Peatonizarlo todo en función de unas excepciones y requisitos que son de difícil cumplimiento no es la solución», incide el portavoz de AVRAS, quien llama la atención sobre la necesidad de que se habilite el acceso de vehículos de familiares y amigos de los residentes para que «no se queden totalmente aislados».

La asociación plantea una alternativa para paliar el problema de estacionamiento. Montarelo explica que esa opción consiste en «reservar un número de plazas para residentes que también sean compatibles con un uso abierto durante el día, a partir de unas horas y en los fines de semana.

Asimismo, Montarelo expresa la «preocupación» de la asociación del recinto amurallado por el «aspecto físico de la calle». A este respecto, «somos partidarios de tener aceras y no bolardos porque serían un obstáculo más», piensa en la población envejecida y con dificultades a la hora de moverse, que es mayoritaria en el vecindario. Reclama que el paso que se reserve a los viandantes sea «una superficie plana y llana». Asimismo, el presidente de AVRAS subraya que «los propios dueños de los edificios advierten de que la presencia de aceras sirve para proteger los inmuebles, ya que está demostrado que allí donde se han eliminado poniéndose al mismo nivel tienen más problemas de humedades».

Pedro Montarelo pide que, si al final se opta por suprimir los bordillos de las calles, el corredor por el que han de transitar los peatones esté diferenciado, como ocurre en Velarde. Este aspecto sí está contemplado en el proyecto del Ayuntamiento de reurbanización del eje Catedral-Alcázar, como ha apuntado en su exposición de la intervención la concejala de Urbanismo y Patrimonio Histórico, Clara Martín, quien señala que se colocarán baldosas en el tramo peatonal.

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