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En la iglesia de San Nicolás de Bari, de Collado Hermoso, la Consejería de Cultura restauró cinco tablas policromadas del retablo barroco del presbiterio, que aunque mostraban una policromía de poca calidad, si se observaba con minuciosidad y era posible apreciar las marcas y restos de una policromía subyacente, de estética y técnica anterior, que podría provenir de un anterior retablo de la iglesia parroquial o del próximo Monasterio de Nuestra Señora de la Sierra, a poco más de kilómetro y medio de la iglesia parroquial, en la falda de la sierra de Guadarrama
La intervención fue encaminada a la recuperación de la policromía subyacente, intentando sacar a la luz un conjunto de interés histórico y artístico. Para poder desarrollar los trabajos con las mejores garantías posibles, era necesaria la realización de un estudio previo de policromías, con la intervención del Centro de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de Castilla y León, donde se realizaron los análisis precisos que ayudaron a determinar el tipo de intervención más adecuada.
Los resultados confirmaron la hipótesis de la existencia de una capa de policromía original, y se fueron seleccionando las zonas en las que hacer pequeñas microcatas, para asegurar la retirada de la policromía superior sin dañar la inferior. Los resultados fueron concluyentes en cuatro de las cinco tablas, ya que la Crucifixión no presentaba policromía subyacente, y se continuó con el levantamiento de los repolicromados, asentado de policromías y de reintegración cromática.
Tras la protección adecuada, las tablas se devolvieron a su lugar de origen, colocándolas en el retablo. Así, la figura que representaba a San Juan pasó a ser el profeta Isaías; San Mateo, se convirtió en Zacarías; San Bernardo, mantuvo la representación, ya que se respetó la imagen de un santo Obispo, y el Ángel de la Anunciación desveló una Virgen de la Anunciación.
Este trabajo de restauración vino acompañado de unos trabajos multidisciplinares: los estudios previos realizados por los técnicos del Centro de Simancas y un interesante estudio histórico, lo que aportó mucha información y datos que podrán ser completados posteriormente. Con una inversión de 11.396 euros, cofinanciados por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder).
En la iglesia de San Vicente Mártir, en Pelayos del Arroyo, la Consejería reparó la pasarela de espadaña, además de otras intervenciones. El Obispado aportó el proyecto básico y de ejecución. Aunque el estado general del edificio era bueno, habiéndose realizado intervenciones de reparación de cubiertas en sacristía y ábside, persistían humedades en la base de los muros y la pasarela de madera de la espadaña presentaba mal estado de conservación.
Las obras realizadas, en coordinación con el Obispado, solventaron el problema de la pasarela de la espadaña y la adecuada conservación y mantenimiento del templo y han supuesto una inversión por parte de la Consejería, de casi 50.000 euros, cofinanciados con Fondos Feder.
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