La rehabilitación pendiente de iglesias necesita una inversión de 1,2 millones

«Por desgracia, cada año surgen nuevos templos con problemas estructurales severos que necesitan intervenciones urgentes y obligan a su cierre cautelar», se lamenta Miguel Ángel Barbado, delegado de Patrimonio del Obispado de Segovia. Para muestra, un botón. El estado de deterioro avanzado ha forzado el cierre de la iglesia parroquial de Aldehuela del Codonal. El arreglo de la cubierta del prebisterio en este inmueble cuesta 84.378 euros, recuerdan fuentes diocesanas.

Pero no es el único de ejemplo de patrimonio de la Iglesia que se desmorona a lo largo y ancho de la cada vez más dispersa geografía. Barbado cifra en al menos 1,2 millones de euros el desembolso económico necesario para desarrollar trabajos de restauración y recuperación en los templos maltrechos que salpican la provincia. Una cuantía similar a la invertida a lo largo de los ejercicios 2017 y 2018. A pesar de las obras ejecutadas en este tiempo, en la cartera de asignaturas que están pendientes todavía hay parroquias cuyos templos «llevan años en ruinas», advierte el delegado de Patrimonio.

En esta lista figuran, entre otras, las iglesias de Fuentes de Cuéllar, Aldeanueva del Monte, Castiltierra, Serracín, Cincovillas, Fuentes de carbonero o Santiuste de Pedraza. Pero la relación de los arreglos por llevar a cabo se alarga aún más, precisa Barbado. Debido a la cantidad y calidad de las actuaciones y al hecho de que «los recursos económicos son pocos» que se necesitan, la Diócesis de Segovia lanza un llamamiento de socorro para salvar y recuperar ese patrimonio inmobiliario y proteger del abandono a los bienes custodiados en esos templos. «Seguimos llamando a puertas para recabar apoyo, toda ayuda que llegue, pública o privada, siempre es y será bienvenida», inciden los representantes del Obispado, quienes a su vez esgrimen que, «con independencia de ideologías, el patrimonio cultural es un legado que hemos recibido y tenemos la obligación moral de conservarlo y preservarlo para las próximas generaciones».

La Diócesis, en colaboración con las parroquias, prioriza las intervenciones a realizar en función de su urgencia con la finalidad de optimizar el presupuesto y garantizar tanto el uso cultual de los templos como la conservación del patrimonio cultural. El año pasado se inició con tres iglesias cerradas al culto, que eran las de Moraleja de Cuéllar, Ventosilla y Tejadilla y Fuentesoto, por la existencia de problemas estructurales severos en las cubiertas. Los tres han empezado este curso abiertos al culto de nuevo, «gracias al presupuesto de la diócesis para obras en templos de los años 2017 y 2018 y al esfuerzo económico de las parroquias, los oriundos del lugar y algunos organismos públicos», destacan fuentes del clero segoviano.

Asimismo, ha habido otros templos parroquiales que, sin estar cerrados, requerían de intervenciones urgentes para evitar su cierre cautelar, como eran los casos de las iglesias de El Negredo, Perogordo y Carbonero de Ahusín, y se han resuelto a lo largo del presente año. A todas estas inversiones hay que sumar otros 401.018,19 euros que han gastado las parroquias de la diócesis para el mantenimiento, conservación y restauración tanto de los templos como de los bienes muebles que se custodian en ellos.