La nueva zona de bajas emisiones de Segovia, que restringirá el acceso de vehículos contaminantes a la zona centro de la ciudad, no será una realidad a lo largo de 2023. Pero sí se definirá y se avanzará en su puesta en marcha durante los ... próximos meses. Esa es, al menos, la intención del Ayuntamiento de Segovia, administración que espera dar importantes pasos en su implantación antes de que finalice el año.
Publicidad
Según la ley de Cambio Climático y Transición Energética, todas las ciudades de más de 50.000 habitantes deben tener listas sus zonas de bajas emisiones (ZBE) en 2023. Pero Segovia, al igual que otras muchas ciudades de España, todavía no está preparada para su instauración. En el caso de la capital segoviana no se espera su puesta en marcha, como poco, hasta el próximo año.
NOTICIAS RELACIONADAS
Para establecer una zona de bajas emisiones, el Ayuntamiento de Segovia ha conseguido una subvención de más de 2 millones de euros procedente del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno de España. En ese proyecto subvencionado con fondos europeos, además de la construcción del carril bici y de accesos peatonales, también se incluye la implantación de una zona de bajas emisiones. Para su puesta en funcionamiento, el primer paso que espera dar el Consistorio segoviano es la monitorización del tráfico que circula por la ciudad. El contrato para esa recopilación de datos tiene un coste aproximado de medio millón de euros y la alcaldesa de Segovia, Clara Martín, espera que esté licitado y puesto en marcha durante el primer trimestre del año.
De hecho, la intención de la Administración municipal es empezar a recoger los primeros datos este mismo invierno, aunque la regidora subraya que será fundamentalmente durante la primavera cuando se obtendrán más detalles de los flujos circulatorios por las calles de Segovia. Son estadísticas que, por una parte, servirán para definir la futura zona de bajas emisiones, pero que también son un requisito para su puesta en funcionamiento. «La normativa de la implantación de la zona de bajas emisiones dice que debe estar justificada correctamente», explica Clara Martín.
Publicidad
clara martín
Alcaldesa de Segovia
clara martín
Alcaldesa de Segovia
La regidora comenta que los datos que empezarán a recopilarse durante las próximas semanas no afectan solo al casco antiguo de la ciudad, uno de los espacios que en la normativa ya figura como punto de bajas emisiones, sino también a otros lugares de Segovia. «Son datos que afectan más allá del centro histórico», añade.
Una vez se recopilen los datos necesarios, junto a los ya recogidos durante los últimos años por parte de la Policía Local, se empezará a elaborar el propio reglamento de la zona de bajas emisiones, un documento que incluirá todos los aspectos sobre el nuevo espacio de preferencia peatonal y para vehículos poco contaminantes. Es decir, se definirá como tal la zona de bajas emisiones de Segovia, sus delimitaciones, restricciones, vehículos permitidos... «Debe estar aprobado antes del 31 de diciembre para su puesta en marcha», explica la alcaldesa. «Es con ese calendario con el que estamos trabajando», dice.
Publicidad
Martín recuerda que la subvención pedida para la creación de la zona de bajas emisiones de la ciudad no incluye solamente las actuaciones de reurbanización y peatonalización en el centro de Segovia, intervenciones que vienen siendo anunciadas (aunque sin concretar) por el Ayuntamiento desde hace años. También figuran medidas como el sistema de gestión del tráfico de la ciudad, como cámaras o monitores informativos para que, por ejemplo, se sepa en tiempo real el número de plazas de estacionamiento disponibles en los aparcamientos públicos. «El objetivo es poder disponer de la gestión del tráfico más eficiente», comenta.
De forma paralela a la recopilación de datos para la elaboración del reglamento de la zona de bajas emisiones, el Ayuntamiento de Segovia también trabaja en la nueva ordenanza de circulación, una normativa municipal que también requiere su actualización para su adecuación a la nueva forma de moverse por Segovia que el Consistorio quiere ejecutar en el centro de la ciudad. La alcaldesa sostiene que para la elaboración de la nueva ordenanza hará falta una negociación entre los grupos políticos resultantes de las elecciones municipales del próximo 28 de mayo, así como con los vecinos y colectivos afectados por la zona de bajas emisiones.
Publicidad
NOTICIAS RELACIONADAS
En este sentido, recuerda que uno de los principales aspectos que debe recoger la nueva normativa municipal, y que está condicionada por la ZBE, es la del número de plazas de estacionamiento en la zona ORA. Con su modificación, además de reducir el número de aparcamientos en los entornos de las zonas monumentales, también se pretende mejorar la habitabilidad del recinto amurallado con más plazas para residentes. «Es una demanda histórica», subraya Martín.
Con la intención de aprobar la nueva normativa a finales del año, la alcaldesa también precisa que será en el reglamento donde figuren las calles en las que se delimitará el acceso de vehículos. «Todavía no está definido», apunta, aunque en este caso sí está previsto que afecte solamente al recinto amurallado de la ciudad.
Publicidad
Noticia Relacionada
«Las limitaciones pueden ser progresivas y eso es algo que también está por definir. Es decir, no se va a restringir el tráfico al cien por cien dentro del área amurallada. Se irá haciendo de forma paulatina», declara Clara Martín. En este sentido, insiste en que la intención de las zonas de bajas emisiones es beneficiar a los vehículos más ecológicos.
El hecho de que se vaya a beneficiar a los vehículos que menos contaminen no quiere decir que el resto vaya a tener completamente prohibido el acceso al recinto amurallado. Habrá excepciones. «Si un residente tiene un coche sin etiqueta se le seguirá permitiendo acceder. No le vamos a obligar a cambiar de coche», pone como ejemplo la alcaldesa.
Noticia Patrocinada
Martín concluye que el objetivo de la zona de bajas emisiones es mejorar la calidad del aire en la ciudad y facilitar la vida de los vecinos, por lo que reitera que a los residentes del centro de Segovia no se les pueden poner limitaciones. «Van a poder seguir entrando. Es algo que ocurre también en otras muchas zonas de bajas emisiones», finaliza.
Cada localidad de más de 50.000 habitantes es responsable de redactar y poner en práctica las normas y las distintas restricciones de su zona de bajas emisiones, para lo que tienen en cuenta los distintivos medioambientales de la Dirección General de Tráfico. En ese proceso está inmerso el Ayuntamiento de Segovia con el objetivo de definir su normativa antes de que finalice el año.
La futura implantación de la zona de bajas emisiones en Segovia conllevará que los vehículos más contaminantes no podrán acceder al centro de la ciudad, salvo en determinadas excepciones. Como norma general, solo los coches con Etiqueta ECO (verde y azul) -en su mayoría vehículos híbridos, de gas o ambos- y Etiquetas CERO emisiones (azul) -los eléctricos e híbridos enchufables- podrán acceder, circular y aparcar sin restricciones en las ZBE. Los coches con Etiqueta C (verde) -los gasolina matriculados a apartir de enero de 2006 y los diésel a partir de septiembre de 2015- y los coches con Etiqueta B (amarilla) -los gasolina matriculados desde el 1 de enero de 2001 y los diésel a partir de 2006- podran circular, aunque con restricciones para el aparcamiento.
0,99€ primer mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.