Un recinto ferial provisional cargado de resignación

El recinto ferial abandonó Nueva Segovia hace varios años, por lo que las condiciones del actual emplazamiento no son una sorpresa para los feriantes más asiduos. Desde 2017, las tómbolas y puestos de comida se reparten entre la ciudad deportiva de La Albuera y el colegio Eresma. La titularidad de los terrenos es municipal y el resto del año acoge numerosos vehículos que aparcan en el descampado.

La adecuación de este espacio es de carácter provisional. Tanto el equipo de gobierno saliente como el entrante del Ayuntamiento de Segovia contemplaban el traslado de los feriantes a otros entornos de la ciudad. Fue una de las propuestas enfrentadas durante la campaña electoral, donde el PSOE apostaba por el Centro de Transportes -a la espera de su ampliación- y el PP defendía su emplazamiento en los terrenos próximos al CAT.

En un primer sondeo, los feriantes no se decantan por ninguna de estas opciones. Algunos de los asistentes estarán presentes en las Ferias y Fiestas de San Juan y San Pedro este año por primera vez en la historia. «De momento no tenemos información sobre otras alternativas», coinciden. Pese a ello, reconocen que hay algunos aspectos que, de cara al futuro, se deben mejorar.

En las primeras horas de este miércoles, la mayoría de los espacios del recinto ferial ya estaban ocupados. En la actual edición, se ofertaban un máximo de 67 plazas dividas entre atracciones, tómbolas y puestos hosteleros. A ello se suman otros 98 espacios reservados para el mercado ambulante.

El temporal de días previos ha obligado a levantar numerosas máquinas de recreo en tiempo récord, aunque el montaje se permitiera desde el 15 de junio. Las familias que viven de la actividad ambulante han tenido que lidiar con charcos, piedras y barrizales, pero ningún obstáculo ha sido más problemático que el desnivel del terreno. De hecho, el decreto de Alcaldía para la gestión de autorizaciones ya contempla este riesgo como «propio» del lugar.

La normativa recoge que, durante la celebración de la feria, «no existirán desniveles en las zonas de tránsito público, pero sí puede haberlas en el interior de las parcelas«. Es una realidad que los adjudicatarios corroboran. «Está muy mal, es el único problema que veo», declara el feriante Jesús Castellanos.

Es la primera vez que el montador llega a Segovia con sus dos atracciones, que han recorrido en los últimos días las fiestas de Madrid y Extremadura. Reconoce que en el entorno de La Albuera hay «espacio suficiente» para colocar las máquinas. No obstante, confiesa que «nivelar el aparato» ha sido un proceso arduo.

Lo mismo le ha sucedido al operario procedente de Castellón y apodado 'El cordobés', un habitual de las fiestas de la capital. «El terreno podría estar un poquito mejor», sostiene mientras dirige la vista a las ruedas desinfladas de la 'food truck' en la que trabaja. «Las hemos tenido que aflojar para nivelar la caravana», explica. «Nos apañamos como sea, nunca falta un roto para un descosido», asevera.

En el caso de Castellanos, «llegamos de otras ferias, como la de San Fernando, donde apenas tenemos que colocar unos tacos y aquí necesitamos grandes elevadores de madera», refiere. El asfaltado es una solución solicitada por multitud de feriantes, lo que contribuiría también a eliminar nubes de polvo, baches y problemas con la vegetación. Asimismo, lamentan que tengan que alquilar generadores para disponer de energía.

Las expectativas de ambos son altas y señalan como principal ventaja la cercanía de la feria a la zona residencial. Esta fortaleza es la más aclamada entre los demás trabajadores ambulantes, por lo que trasladar la actividad festiva fuera del entorno urbano, como sucedería con los proyectos del Centro de Transportes o el CAT, no es de agrado para muchos de ellos.

«A mi parecer, el sitio está muy bien, pero es cierto que viene poca gente en comparación con otros lugares», considera el llamado 'El cordobés'. Si el recinto ferial estuviese más lejano de las viviendas, el horario de atracciones podría ampliarse. «En algunos pueblos la feria se cierra a las 5:00 horas», indica. En el caso de La Albuera, la actividad debe clausurarse los días laborables a las 01:00 horas. El resto, pueden permanecer hasta las 3:00 horas -los sábados 30 minutos más-, pero con una limitación de los niveles sonoros.