Segovia

El rechazo a los presupuestos agranda la brecha entre el PP y la oposición

La oposición en pleno, de Vox a Podemos, votó en contra del proyecto de presupuestos presentado por el equipo de gobierno del Partido Popular. La noticia, sin embargo, no estuvo en el resultado de la votación, archiesperado, sino en la atmósfera de crispación que enturbió el hemiciclo, con palabras gruesas y subidas de tono lanzadas desde las distintas bancadas con la intención de zaherir al adversario. En definitiva, un pleno como los de antaño, cuando el Ayuntamiento de Segovia era una institución absolutamente ingobernable.

Tras perder la votación, el alcalde de Segovia, José Mazarías, cerró el debate con un discurso áspero en el que no dejó títere con cabeza, aunque previamente había recibido un aluvión de dicterios que soportó con estoicismo, como esperando el desenlace final para golpear y reír el último. «Gobierna en minoría, todo el mundo lo sabe menos usted», dijo al alcalde Esther Núñez, la portavoz de Vox, sin duda la más dura en sus juicios: «La soberbia le lleva a culpar a los demás grupos de su fracaso cuando el último responsable es usted», continuó, para recordar después que Mazarías se «acobardó» ante Mañueco cuando «negó obscenamente» el acuerdo que previamente había firmado con Vox y concluir que «no tiene palabra», que aquel episodio demuestra su «miseria moral» y que «carece de voluntad de diálogo y respeto».

El PSOE no le fue a la zaga. Clara Martín llamó a Mazarías «soberbio» y «víctima de sí mismo, de su incapacidad, de sus cacicadas y de su prepotencia», le afeó estar más preocupado «de la foto y del postureo» que de atender las demandas ciudadanas y le recordó que el diálogo y el acuerdo imperaban en el Ayuntamiento cuando la mayoría en el pleno era progresista. «Con la derecha, Segovia pierde», proclamó. La portavoz de Ciudadanos, Noemí Otero, en quien estaban puestas todas las miradas porque su voto podía decantar la votación, admitió haberse reunido hasta con el interventor, pero responsabilizó a Mazarías del fracaso del presupuesto por su «incapacidad» para llegar a acuerdos. Además, aseguró haber recibido «amenazas» y «presiones» hasta el último momento para torcer su postura, contraria a las cuentas. Por su parte, el portavoz de Segovia en Marcha, Guillermo San Juan, echó en cara al PP el «espectáculo» y habló de «soberbia e ineptitud», y el de Izquierda Unida, Ángel Galindo, el más comedido y elegante, recordó al alcalde y su grupo los acuerdos que las tres formaciones de la izquierda alcanzaron el mandato anterior para hacer posible el gobierno municipal. «Y les puedo asegurar que no fue fácil», aseveró.

Con todo ello, cuando la votación arrojó el 12-13 esperado y certificó la derrota sin paliativos del PP, el regidor cogió el micrófono y se despachó a gusto. Mazarías acusó a la oposición de haber «secuestrado» el futuro de los segovianos y atribuyó su victoria a una estrategia meramente política, «porque ni se han molestado en estudiar unas cuentas realistas, razonables, posibles y ajustadas a los medios que tenemos». Y continuó: «No crean que lo que hoy es una victoria para ustedes es una derrota para mí; ni siquiera para mi equipo de gobierno. Es una derrota para los segovianos, que estarán muy defraudados. Allá ustedes con su conciencia. Yo voy a dormir muy tranquilo», manifestó. Después se dirigió a los grupos, uno a uno. De Segovia en Marcha e IU aseguró esperar su voto en contra, pero destacó la «cordialidad» de sus portavoces; a la portavoz de Vox la acusó de actuar movida por la «venganza» y alinearse con la izquierda y seguir «a pies juntillas» sus decisiones «con tal de hacer daño y herir a este equipo de gobierno». Sí lamentó la posición de Alfonso Ceballos-Escalera, el segundo concejal de Vox, a quien tiene por persona «versada, culta e inteligente» y se ha dejado «embaucar» por la portavoz socialista «para tumbar unos presupuestos que ella fue incapaz de presentar durante los meses que fue alcaldesa».

Precisamente fue a Clara Martín a quien dedicó más tiempo. De la portavoz del PSOE dijo Mazarías que aún no ha pasado el duelo por haber perdido la Alcaldía y la acusó de oponerse a todo por el mero hecho de oponerse. «Mire, señora Martín: ni todo es negro ni todo es blanco. Por más que se empeñe, no estamos haciéndolo tan mal. Así que deje de contagiar y cohibir a su grupo, como si todos tuvieran que opinar y pensar como usted, de una forma tan negativa y tan amarga; primero, porque fue alcaldesa sin pasar por las urnas, y después, porque cuando pasó por ellas, los segovianos le dieron una sonora patada. Con usted, el PSOE no solo perdió la Alcaldía sino que se quedó en siete concejales, algo que no ocurría desde hacía veinticinco años», rememoró el alcalde, lo que suscitó la reacción airada de la exalcaldesa, por alusiones. «Le ruego no me interrumpa o tendré que llamarla al orden», replicó Mazarías. El regidor acusó a Martín de ser el «flautista de Hamelín» y embaucar a todos los grupos de la oposición con su negativa a los presupuestos, incluidos Vox y Cs. También la previno del «descontento» que su labor en la oposición despierta en «numerosos sectores del PSOE».

El alcalde dejó a Noemí Otero para el final. «Durante meses hemos estado hablando con usted, señora Otero, mientras se elaboraban los presupuestos. Yo fui quien le propuso formar parte del equipo de gobierno, en dos ocasiones, no en decenas de veces como ha dicho usted, y es mentira que fuera al revés. También hemos incorporado varias de sus ideas al proyecto de presupuestos. Habla de falta de diálogo, pero no cuenta que fui yo quien la llamó y tuve que esperar doce días para celebrar la reunión. No le resultó suficiente y ahora basa su oposición al proyecto en una demagogia que ha tenido que hacer deprisa y corriendo. Usted sabrá sus motivos». Mazarías recriminó a Otero tener la costumbre de no acudir a los actos municipales y haber formado parte cuatro años del gobierno de la Diputación, bajo las siglas del PP, «el mismo partido al que ahora impide aprobar los presupuestos, estrangulando con ello la supervivencia de nuestra ciudad».

Del presupuesto en sí poco se dijo. O si se dijo, pasó desapercibido. Segovia en Marcha, IU, PSOE y Vox presentaron enmiendas a la totalidad, pero ninguna de ellas salió adelante. De haber sido aprobada una sola, el proyecto de presupuestos hubiera decaído de inmediato. Vox impidió la aprobación de las tres primeras y la izquierda en bloque hizo inviable la defendida por Esther Núñez. Sí coincidieron los trece concejales de la oposición en rechazar las cuentas. Las formaciones de izquierda lamentaron lo cicatero de un proyecto que no ha tenido en cuenta problemas como la gentrificación, el turismo desmedido y la escasez de vivienda pública, y la extrema derecha echó en falta partidas económicas para los barrios y los toros.

La portavoz de Ciudadanos hizo referencia en varias ocasiones a la posibilidad de un entendimiento, e incluso enumeró una lista de peticiones o proyectos sobre los que poder debatir, pero la suerte estaba echada. Al menos, de momento. El PP se quedó solo en la defensa de un presupuesto nonato y no tendrá más remedio que ir solicitando modificaciones presupuestarias para atender las necesidades más acuciantes. En declaraciones a los periodistas, la portavoz del PSOE, Clara Martín, pidió al alcalde que se someta a una cuestión de confianza y admitió la imposibilidad de articular una moción de censura, «como ha quedado claro en la votación de las enmiendas». Pero la intención del PP, cada vez más alejado del entendimiento con la oposición, es ir haciendo frente a gastos e inversiones con un presupuesto prorrogado, el de 2024, del que todavía queda por ejecutar.