Una receta que vale veinte kilos de chorizo

La feria anual de Cantimpalos se ha convertido en espejo de la tradición chacinera del pueblo y de sus gentes, pero sobre todo en una gran fiesta para el conocimiento y disfrute del chorizo, resultado del trabajo, la creatividad y el buen hacer de todo un pueblo a lo largo de más de un siglo. Pese al tiempo desapacible, con nieve y lluvia a primera hora de la mañana, aunque luego lució el sol, Cantimpalos se llenó de actividad y visitantes. Tras la decisión de la alcaldesa, Inés Escudero, de no suspender la feria, comenzaban los habituales preparativos. Bajo la carpa instalada en la Plaza Mayor los cocineros se disponían a cortar los ingredientes necesarios para la comida y encendían los fogones para ir preparando las más de 800 raciones de comida, que estuvieron listas para servir al mediodía. Los puestos de artesanía y alimentación fueron instalados en un sitio cerrado para que pudieran vender sus productos, aunque hubo menos participación de la prevista por el mal tiempo.

El público disfrutó con la actuación del grupo Bolango boy, que aporta una nueva visión de los temas debido a un original instrumento: el 'bolanguero', un laud tuneado al que han cambiado las cuerdas y la afinación para conseguir un sonido más caribeño. Pero, sin duda, uno de los momentos álgidos de esta jornada de exaltación del chorizo de Cantimpalos, que cuenta con Indicación geográfica Protegida (IGP) que lo diferencia de muchas imitaciones, fue la entrega de premios del concurso de tapas de cocina con este producto. En esta edición han sido los alumnos del primer ciclo de Cocina y Gastronomía del CIFP Felipe VI de Segovia los destinatarios del concurso. La ganadora recibió 20 kilos de chorizo. «Lo pienso repartir entre la familia, hacer una cena con los compañeros de clase, que nos han estado apoyando, y practicar en la cocina, pues el chorizo de Cantimpalos es un producto tradicional muy suave y tiene un sabor exquisito», afirmó Lidia Moya, ganadora del concurso de recetas de cocina de este año. En segundo lugar quedó Luis Alonso Garzón y en tercero, Miguel Martínez González. «Es el primer año que estoy en la escuela y no me lo esperaba. Tambien quiero dar las gracias a los profesores, que se lo merecen, pues se ha implicado mucho para llevar a buen termino el concurso», señaló Moya, que recibió 20 kilos de chorizo gracias a su canelón de queso crujiente relleno de patata revolcona con chorizo sobre cama de mermelada de tomate.