El Real Sitio de San Ildefonso, un municipio de cuento

Cuando a Ricardo de Pablos le pidieron un cuento como el de 'Leia y la montaña del dragón', realizado anteriormente para contar la historia de San Rafael, aceptó de inmediato. Samuel Alonso le pasó el borrador de una publicación del cronista oficial del Real Sitio, Eduardo Juárez, sobre su amada localidad para que conociera el lugar en profundidad. Además, le hablaron de los cinco relojes del municipio, cuando en la mayoría solo hay uno, peculiaridad que se convirtió en el eje del cuento. De hecho, el relato arranca con la presentación del abuelo que se dedica a mantener el reloj de la Torre del Palacio Real, el corazón del tiempo del que depende que pueda seguir en marcha la historia. Pero cada 300 años es necesario renovar su energía y, a través de las puertas del tiempo, se tienen que buscar unos cristales escondidos en lugares y momentos de la Historia donde están las personas que los custodian. Quien ayuda al abuelo es Rux, una niña perteneciente a la familia de los horoli, seres fantásticos que viven en La Granja y que, a pesar de su aparente tamaño normal, pueden modificarlo para adentrarse en la maquinaria de los relojes. Necesitará una gran fuerza para esta labor y los judiones serán quienes se la den.

Para conseguir los primeros cristales se va a entablar conversación con habitantes de la zona de Valsaín o con el secretario del Ayuntamiento, pasando por El Chorro y las fuentes. Posteriormente aparecerá Eduardo Juárez, amante del mundo del cine. Su impulsividad le llevará a regalar un cristal a Arnold Schwarzenegger, que graba una película en el Real Sitio.

En el relato también aparecen los leñadores, que le recuerdan a sus compañeras de escalada. «Pensé en un personaje fuerte y las personas más fuertes que conozco en mi entorno deportivo son las mujeres, porque entrenan más duro y, en general, son más duras. Ellas han sido mi inspiración», explicó Ricardo de Pablos. En las páginas dedicadas a las lagunas del Palacio de Valsaín aparece «un señor que habita y cuida los bosques», lo que le recordó, de manera cariñosa, a Jesús Espinar, de la Asociación La Acebeda.

El incendio que devastó Guadarrama no se había declarado cuando 'Almondróguez' escribió, en abril, la parte dedicada al espacio protegido. «Pero de antes ya lo tenía pensado. Los que amamos la montaña y la pateamos, tenemos ese miedo cuando llega el verano». De hecho, en un primer momento estaba plateado que el fuego fuera en la zona de la Pinochera. En esta parte de la historia es cuando la protagonista, la horoli, se replantea si debe seguir el tiempo en marcha. Su abuelo será quien le recomiende hablar con la reina del Real Sitio, la secuoya de la entrada del Palacio Real, porque tiene todas las raíces.

El autor quería que cuando los niños vieran el libro les recordara a los antiguos que «se pueden encontrar en el desván de la casa de la abuela». Por ello, la portada tiene un toque oscuro. Ricardo de Pablos ha realizado todos y cada uno de los bocetos y los ha situado en el entorno natural. Al principio pensó que todo el trabajo lo podía hacer en tres meses, pero le empezó a gustar tanto lo que estaba conociendo que se le «fue de madre» el tiempo. Para los nombres de los personajes pensó en elementos característicos del cuento, los metió en Google Translate y los fijó en el idioma que más le gustó.

Este cuento, en el que también han colaborado el Organismo Autónomo de Parques Nacionales y la Asociación de Discapacitados ADISIL, se ha solicitado como regalo para mandatarios de la reciente Cumbre del Clima y de las sedes de Parques Nacionales. El cuento se puede adquirir en las librerías del municipio al precio de 20 euros.