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Sin grandes alardes de grandeza tras el estreno triunfal en Amorebieta, el técnico de la Segoviana, Ramsés Gil, no esconde el impulso moral de cara a recibir mañana a la Ponferradina en La Albuera, que abrirá el telón a las 19:00 horas. «Es un ... día especial. Al fin y al cabo, cualquier debut lo es y este con más motivo. Estamos en una categoría súper bonita y vamos a tener enfrente a uno de los rivales a priori más potentes. Se tan todos los alicientes. Con el apoyo de nuestra gente, que va a llenar el campo. Es un partidazo». Precisamente el equipo ante el que jugó su último partido de corto en 2012, un contundente 5-0 en El Toralín: sus compañeros aún recuerdan cómo les pedía presionar hasta el final pese a la evidente goleada.
Ramsés elogia el bloque de los bercianos y la calidad de sus futbolistas. «El otro día perdieron [0-1 ante la Real Sociedad B] sin tener que haberlo perdido, por méritos, pero esta categoría es así. Si no aciertas, no rascas».
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La enfermería sigue con pacientes. Diego Gómez y Silva evolucionan favorablemente. «A ver si en poquitas semanas están con el grupo». También Álex Maroto, de larga duración. El resto está disponible. También los juveniles, a los que no descarta convocar, con la «coherencia» de respetar su pretemporada. «Estaría bien, por tener más recursos en el banquillo y por merecimiento, por su trabajo».
Y la afición, que recogido el guante que el técnico ha ofrecido desde sus inicios. «Llegar a 1.700 socios es una auténtica barbaridad, es un récord histórico para el club. Eso hace indicar que el ambiente los domingos va a ser fantástico».
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