'Radioterapia en Segovia Ya' a ritmo de rap

Es parte del rap compuesto por el joven segoviano (tiene 19 años, cumplirá 20 este año) Nicolás Monedero. «La idea de escribir sobre radioterapia surgió de que mi madre es amiga de Julio y de su mujer de hace mucho tiempo. Me propusieron esta idea y como suelo escribir canciones de rap, terminé haciéndolo», explicó el rapero, que también ha querido aportar su granito de arena a esta causa con una canción.

La finalidad de su vídeo y su canción fue que, al trabajar con un tipo de música como es el rap, el mensaje llegara a un público más joven. «Sirve también para dar visibilidad a este problema y de concienciar a la gente joven, porque este es un género musical que escucha sobre todo gente joven, y pudieran darse cuenta de lo que está pasando con la radioterapia en Segovia».

Nicolás Monedero tiene bastante facilidad para hilar conceptos y componer canciones con algo de sentido. Basta con seguir la letra de la canción. Esta en concreto tardó unos 20 o 25 minutos en hacerla, «pero también he de decir que no la escribí según me dijeron que hiciera la canción, fue en el momento en el que me sentí inspirado para hacerlo me puse a ello y este es el resultado».

Lleva cuatro años componiendo letras, de rap, tres. «Antes hacía poesía, lo típico, al gustarme el rap, quería intentarlo. Me lo propuso Julio hace dos meses, tres como mucho y lleva desde diciembre en las redes sociales. Al ser un tema social como el cáncer y lo necesario de la reividicación, suponía que iba a tener visitas pero no me esperaba tanta repercusión, la verdad».

Si la música tiene un carácter reivindicativo (y no es la única, hay otra canción que hizo Feliciano Ituero), otra forma de que esta petición no caiga en el olvido es a través de unas mascarillas. «Las ha hecho y las pondrá a la venta Mundo Laboral , pero no hay ningún ánimo de lucro; todos quieren una ahora, y eso está bien, pero es una acción más para tener a la gente enchufada porque esto no se puede olvidar; si nos callamos, esto se olvida, que parece que es lo que alguno quiere», señala Julio Misis, impulsor del movimiento en redes sociales. «Fue una iniciativa de Mariano Cuéllar, el primero que hizo por su cuenta las mascarillas. No voy a echarme flores cuando ha sido otra persona el que las hizo», apostilló. «Se trata de una acción más para que no se nos olvide, como pasó con unas pegatinas que se hicieron que se reparten en la Asociación Española contra el Cáncer para los coches hechas a iniciativa particular por el gerente del restaurante La Postal».

'Radioterapia en Segovia Ya' se ha convertido en un movimiento que lucha por crear conciencia del problema que suponen los desplazamientos para los enfermos de cáncer con el fin de recibir tratamiento. «La idea salió cuando en la primera ola de la pandemia, la Junta dijo que iba a hacer la segunda infraestructura sanitaria y en ella meter la radioterapia, y ahí surge el enfado porque nos están diciendo que en lugar de tardar un año o dos en tenerla vamos a tardar otros diez o doce, por eso surge esta campaña», explicó Julio Misis, campaña que cada vez cuenta con más seguidores en las redes sociales.

Su intención es que esta reivindicación deje de ser una lucha constante y sea un sueño cumplido, aunque a veces tenga la tentación de dejarlo, «sobre todo cada vez que sale una noticia de la Junta relacionada con este asunto, pienso que esto ya es el colmo, porque lo que vienen a decirnos es que no lo van a hacer. Los que están poniendo los plazos, ni pizca de ganas que tienen de hacerlo. Es que seguramente no van a estar ninguno cuando llegue ese día, es como ponernos un caramelo en la boca y que nos callemos. Todos los días me dan ganas de mandarlo al garete, pero no lo voy a hacer, voy a seguir en la lucha. No me voy a rendir. Desanima mucho el ver como en Segovia priman las órdenes de los partidos por encima de las necesidades de la ciudad. Piensa que el segundo hospital hace cinco meses era algo muy urgente, tanto que no lo vamos a tener hasta dentro de 15 años, pues vaya con la urgencia», concluyó.