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El goteo de retrasos que acumula la puesta en servicio de la unidad de Radioterapia en el hospital La Misericordia de Segovia hace que las partes implicadas no se atrevan a aventurar una fecha para el comienzo de las sesiones. Eso sí, intuyen ... que es inminente. El grupo Recoletas, que gestiona el centro sanitario privado que ofrecerá el tratamiento a pacientes oncológicos de la provincia, achaca estas demoras a «una cuestión técnica». Ese fleco por cortar es que el Consejo de Seguridad Nuclear, que es el encargado último de autorizar el funcionamiento del acelerador lineal instalado en el búnker de la clínica de la calle Doctor Velasco, reciba la documentación que ha solicitado a la compañía.
De hecho, el organismo estatal estaría en condiciones de agilizar los trámites para que los pacientes pendientes de la unidad no alarguen más la espera. Las reuniones de los expertos son semanales, aunque cabría la posibilidad de que, si se les hace llegar la información que necesita la entidad, adelanten esa sesión para subsanar el asunto «técnico» para dar el visto bueno lo antes posible, conscientes del retraso que arrastra el proyecto y de los inconvenientes incomodidades que está ocasionando a los enfermos de cáncer que han de someterse a este tratamiento y a sus familiares.
La presidenta provincial de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC), Ana Sanjosé, ha hablado directamente con el Consejo de Seguridad Nuclear para interesarse por el estado en el que se encuentra el proceso de habilitar la puesta en marcha del acelerador lineal del hospital de La Misericordia. Confirma que el organismo está a expensas de que el grupo Recoletas registre la documentación que falta, e incluso podría celebrar una junta extraordinaria para autorizar la radioterapia en el centro hospitalario.
Sanjosé apunta, además, que las pruebas que se efectuaron a principios del mes de noviembre con los técnicos del Consejo de Seguridad Nuclear no detectaron ninguna incidencia y fueron favorables. Solo queda por modificar algún detalle con respecto al proyecto inicial que tiene que ver con los espacios, según deducen fuentes consultadas cercanas al proceso.
Cabe recordar que fue el pasado mes de febrero cuando la aspiración que emergió hace catorce años de contar con una unidad para el tratamiento oncológico se vio más cercana. Fue tras la reunión que mantuvieron en Segovia la AECC, la Junta de Castilla y León, el Ayuntamiento de la ciudad, la empresa sanitaria y un representante de la plataforma Radioterapia en Segovia Ya!. En dicho encuentro cristalizó el anuncio que tanto tiempo se había hecho de rogar.A lo largo de los siguientes meses se iba a instalar el acelerador lineal en el búnker que ya poseía la clínica privada y que solo necesitaba unas obras de reforma para adecuar el recinto a los requisitos del aparataje y de la consulta.
La exigencia de la unidad ha sido una de las batallas sociales más populares y secundadas a lo largo de casi tres lustros de reivindicaciones. La implantación del tratamiento en la provincia iba a acabar de una vez por todas con la tortura de los desplazamientos que han de realizar los pacientes oncológicos. Los trayectos al centro de referencia del Clínico Universitario de Valladolid y al hospital de Salamanca siguen siendo, hasta que no empiece a funcionar el servicio de Radioterapia en La Misericordia, un «suplicio» para los enfermos, como lo define María Concepción Manrique, quien este viernes 3 de diciembre hará su último viaje a Valladolid porque termina las 33 sesiones que creyó que iba a recibir en Segovia cuando le confirmaron el tumor, allá por el mes de mayo.
Y es que los plazos que salieron de la reunión en la que se anunció la llegada del acelerador lineal al hospital de Recoletas es que el tratamiento estaría a disposición de los pacientes de la sanidad pública en torno a agosto o septiembre.
Ya la tocan los dedos, pero sigue la unidad de Radioterapia continúa sin ser una realidad y sin estar operativa, se lamenta Ana Sanjosé. Los afectados de la Asociación contra el Cáncer recuerdan que tras aquel primer plazo vinieron otros, y ninguno hasta el momento se ha cumplido. El delegado territorial de la Junta de Castilla y León, José Mazarías, trató de ser realista cuando alargó el inicio de las sesiones a finales de noviembre, cuando al mismo tiempo otras voces lo situaban en la horquilla del 10 a 17 de ese mes.
Mientras se prolonga la espera para desesperación de la Asociación contra el Cáncer del movimiento Radioterapia en Segovia Ya!, el delegado territorial manifestaba hace tan solo unos días que, salvo el visto bueno del Consejo de Seguridad Nuclear, «todo lo demás está preparado». Y no solo la instalación tecnológica y el aparataje necesarios para prestar el servicio, sino que también se refería al convenio que firmará la Junta con el grupo Recoletas para que pacientes oncológicos de la sanidad pública segoviana reciban el tratamiento y ya no tengan que pasar por el calvario de desplazarse a otras provincias en ambulancias que no siempre cuentan con las comodidades debidas y en trayectos que pueden alargarse seis horas. Es más, el responsable de la Administración autonómica en la provincia avanzó que «el primer paciente de radioterapia en La Misericordia será de la pública».
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