Quince Segovias inspiran el futuro del arte

«Se ha producido mucho y bueno», resume el coordinador en el día grande, el de la exhibición de las obras, toda una ventana para estudiantes de Bellas Artes de quince facultades públicas de España. La academia se muestra satisfecha por la relación entre sus actividades y la práctica pictórica posterior. «Tenemos una exposición con mucha obra y mucho volumen».

Habla de formatos de un metro de alto y de ancho para cada pintor –un reto de Carlos Muñoz de Pablos– que ha llenado las paredes. «Algunos han pintado más que otros, pero es una de las generaciones más cuantiosas en cuanto a obra producida». Las primeras visitas de los expertos auguran calidad. «Es una exposición potente».

La calidad tiene más mérito porque se pinta en sesiones rápidas, unos ritmos a los que algunos no estaban acostumbrados. «Creemos que tenemos una buena obra porque han sido seleccionados concienzudamente por sus facultades». El resultado es un choque de estilos: poco tiene que ver la pintura de Madrid, más clásica, que la de otras regiones. Herranz habla en algunos casos de «antagónicas», toda una mezcla de estilos.

La pintura de Teruel es una sobredosis de color: «Se ve nada más asomarte. La hemos puesto es una pared negra para que resalte más». La de Vigo, un híbrido con 'collage', cuenta con elementos que no son propios de la pintura al uso, académicamente hablando, como rasgados propios de las pegadas de carteles de los partidos políticos. Capa sobre capa para plasmar una visión del paisaje. Canarias tiene rasgos reconocibles que rechazan lo figurativo y elementos que se salen del lienzo: listones de madera para romper esa jaula rectangular de las tablillas.

Es el producto de una generación joven –el mayor no llega a los 40 años–, desde Andalucía a País Vasco. «No vamos a entrar en qué es mejor o peor. Lo bonito de esto es el encuentro de personas que vienen de diferentes ciudades». A ello se suma la experiencia de Joaquín Millán como director, encargado de potenciar esa atmósfera colaborativa. «Se ha trabajado muy bien, hasta tarde. Hemos aprovechado hasta el último minuto del montaje».

Frente a otros años, las temperaturas moderadas de principios de mes han sido un aliado para trabajar en la provincia de Segovia. «La primera semana de agosto hizo hasta fresquito. En los paseos que dimos por la mañana tenían hasta frío; yo a La Granja llevé tres jerséis y los repartí todos. Eso ha favorecido la pintura; no es lo mismo salir a 35 grados que a 25. El desgaste del curso empezó en la segunda mitad, cuando empezaron a subir».

La clausura ha incluido la entrega de diplomas y las tres medallas. La de oro es para Paula Lisbona Ruiz, de la facultad de Málaga; la plata para Héctor Palacios Sanz, de Madrid; y la de bronce para Rosa Cano Delgado. La exposición abre hoy, mañana y el domingo de 11:00 a 14:00 horas y de 17:00 a 21:00. En la noche del domingo tocará desmontarla y mandar a dormir a las musas hasta el año que viene.