Javier Antona ha cambiado las zapatillas y el brazaleta de capitán por el chándal y la pizarra magnética. Dejará de ser el líder desde dentro de la cancha del Segosala para convertirse en su estratega desde la banda. Tras seis temporadas como jugador del ... equipo segoviano –cuatro de ellas como capitán–, cambia de rol para convertirse en el entrenador y en el responsable del nuevo proyecto deportivo del club segoviano. Una misión que no será fácil. Tras una temporada «muy dura» que acabó con el descenso del equipo a Tercera División, afronta el reto de recuperar la ilusión de una plantilla que estuvo lejos de su mejor nivel.
Fue el propio Javito Antona el ideólogo de su conversión de jugador en entrenador. Con experiencia ya en los banquillos en las categorías inferiores del club, se reunión con la directiva tras conocer la macha de Juan Carlos Dueñas, el entrenador del Segosala durante la segunda mitad de la temporada 2022-2023. Tras acabar la liga, Antona se reunió con el presidente del club, Daniel Sacristán, a quien trasladó su idea y su intención de liderar el nuevo camino que, a su juicio, debía afrontar el club. «La temporada pasada fue tan complicada y rara que quería ayudar desde otro punto de vista», explica el nuevo entrenador del Segosala. Tras un descenso que no entraba en los planes del club, Antona subraya la «ilusión» que tiene de ayudar a los que hasta hace unas semanas eran sus compañeros de vestuario. Quizás por ello sabe mejor que nadie la fórmula para recuperar su versión mejor. Y, para ello, considera que es más efectivo desde el banquillo que desde dentro de la cancha, donde «no podía ayudar de la manera que me gustaba».
La ilusión por su nueva aventura ha tenido más peso en la balanza que las ganas que todavía tiene de ser jugador. «Cuesta bastante, porque llevo mucho años compitiendo y jugando cada finde semanza», reconoce. Por el momento, y tras dos semanas de pretemporada, afirma no sentir la tentación de ser parte de los entrenamientos como jugador. No obstante, no oculta que echará de menos estar sobre el 40x20.
Antona afronta con naturalidad su nueva función en el equipo. Tampoco le falta confianza. «El lado positivo es que todos estos años he sido el capitán. Entoces el liderazgo ya lo tenia. El año pasado, cuando llegó Juan Carlos, hice un poco la función de segundo entrenador, así que ha sido un paso normal», añade sobre sus primeras sensaciones como entrenador del Segosala. De momento se muestra incluso sorprendido por las impresiones que tiene de los primeros entrenamientos, aunque no oculta que es muy pronto y todavía tiene «muchas cosas nuevas» que aprender.
Una de las cuestiones clave que será clave en las opciones de éxito del nuevo proyecto del Segosala es la aceptación que tengan sus ideas en el vestuario. En ese aspecto, Antona se muestra contento con la actitud de una plantilla que, afirma, comprende y comparte su manera de ver el fútbol sala. Y aunque confiesa que tiene amistades en el vestuario, también sostiene que los jugadores ya son conscientes de su nuevo rol y han cambiado el chip que había la temporada pasada.
Ese nuevo enfoque será clave tras una temporada «durísima» en la que reconoce que la plantilla estaba «derrotada» tras una campaña en la que desde el inicio no salieron las cosas bien. Por ello, asegura que el único objetivo que se marca para la campaña 2023-2024 es «volver a disfrutar» del fútbol sala. Antona defiende que si el equipo es capaz de volver a divertirse sobre la cancha, el Segosala competirá por estar en los puestos altos de la clasificación.
Además de disfrutar, también incide en la idea de ser «un bloque unido» que trabaje a diario. «Si durante la semana hay esfuerzo estoy seguro de que el fin de semana ganaremos muchos partidos por la dinámica de los entrenamientos», señala. En cuanto a su idea de juego, apuesta por lograr ser un equipo con mucha intensidad, un ritmo alto y con alternativas tácticas. «Es una plantilla muy joven que tiene que correr. Habrá partidos que nos tengamos que meter en media cancha, pero en principio iremos a presionar fuerte porque hay jugadores para ello», anuncia.
Un estilo de juego parecido al desarrollado por el Segosala con Ángel Zamora como entrenador, uno de los referentes de Javier Antona en su paso a los banquillos. «Me ha forjado como persona y jugador», dice del ahora entrenador del Valverde FS. Sin embargo, no quiere olvidarse de lo demás entrenadores. «He aprendido tanto de las cosas buenas como de malas de todos los que he tenido, pero Ángel Zamora me ha marcado».
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