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Cada pueblo tiene su circunstancia, un razonamiento puede extrapolarse a que cada uno de los 1.300 kilómetros de la red provincial de carreteras de ... Segovia esconde sus recovecos en el manto blanco de la nieve. Porque en el gélido invierno también toca ir a por el pan, a tomarse un café o al consultorio médico. Con el dispositivo ya en marcha, la Diputación tiene claro los puntos críticos en la falda de la sierra del Guadarrama. Hay lugares habitualmente copiosos como El Espinar u Otero, pero el centro neurálgico de los problemas está situado en la órbita de la N-110, una vía rumbo al nordeste que se aísla entre los copos a cada kilómetro. El gran condicionante del nordeste es que antes de caer allí, lo habrá hecho en la falda del Guadarrama, especialmente en zonas como Otero o El Espinar. «El problema es que nosotros salimos desde Segovia y no podemos llegar en cinco minutos a todos los pueblos. Vamos quitando nieve hasta que podemos cubrir toda la provincia», explica el director del área de Acción Territorial, Basilio del Olmo.
La sierra de Ayllón es otra zona especialmente compleja, más en cuanto a hielo o granizadas que en nieve. «Como el tiempo está cambiando, no sabemos qué puede pasar de un momento a otro», subraya Del Olmo. En la ingente nevada de enero de 2018 había puntos con más de un metro de nieve de altura. La Diputación pide paciencia. «Había gente que trabaja al día siguiente y querían salir todos a la vez. Llegamos a todos los sitios, pero no es fácil. Con nuestro sistema creemos que podemos hacer frente a unas nevadas importantes».
El dispositivo de la Diputación está ya en marcha. Entre los medios de la institución hay seis máquinas quitanieves con cuchilla y repartidor de sal en el parque de Segovia y otras dos de similares características en Cuéllar y en Sepúlveda, además de dos palas, cinco motoniveladoras y tres retroexcavadoras para los casos de necesidad extrema. Son vehículos que el resto del año están dedicados a otras labores de mantenimiento. «Como es un sistema que se puede acoplar, lo utilizamos para todo». Los operarios los habilitaron antes del puente de la Constitución y el grueso de vehículos lo mantendrán instalado hasta primavera. La Diputación intenta optimizar esfuerzos con otras administraciones, pero asume que cada uno barre su casa. «La Junta tiene contratas y no hay manera que se salgan de su recorrido. Si se da el caso, hemos colaborado, pero hasta ahora nos hemos cubierto cada uno lo nuestro. Así de claro». Lo hace su grupo de trabajadores de Vías y Obras de la institución provincial –una veintena de efectivos– perfiles versátiles que se dedican durante todo el año al mantenimiento de carreteras, desde accidentes de tráfico a bachear o a las inclemencias meteorológicas. Más la experiencia. «Nuestros conductores están muy preparados para la nieve. Ahora quizás nieve menos, pero en Segovia ha nevado siempre».
Del Olmo considera suficientes los medios provinciales para cubrir esos 1.300 kilómetros de la red. «Todos sería mejorable, está claro. Pero si compramos más camiones solamente para la nieve tendríamos que comprar otros para el mantenimiento de carreteras. No podemos permitirnos el lujo de tener siete camiones parados para que salgan cuatro días al año. En la nevada de 2018 no llegamos en dos horas a todos los puntos, pero hicimos todo con nuestros medios y colaboramos para hacer las entradas a los municipios». La labor de una quitanieves está llena de cometidos, desde limpiar la entrada de los consultorios médicos a liberar el camino a las ambulancias. Los pueblos más pequeños llevan a cabo una limpieza de supervivencia con los vehículos improvisados de sus agricultores. Así arreglan sus calles principales; incluso han echado un guante para limpiar alguna carretera. La Diputación prevé incluir en su próximo presupuesto una partida para dotar a ayuntamientos o mancomunidades de algún refuerzo. «Queremos ofrecer a los municipios algún sistema. Cosas pequeñitas de maquinaria y de poco importe para ir al bar o a la panadería». Turégano es de los pocos pueblos con un sistema de palas para la nieve; otros tienen modestas cuchillas para allanar caminos.
La gestión de las nevadas tiene una parte crucial en la labor preventiva con el reparto de sal por las carreteras en las horas antes de la precipitación. La Diputación pone a disposición de cada ayuntamiento hasta 500 kilos de para hacer frente a los riesgos originados por las nevadas y las heladas de los próximos meses. Hay parques de maquinaria de Segovia, Cuéllar y Sepúlveda. Además, tanto Cuevas de Provanco como Riaza cuentan con almacenes de 20 toneladas de fundentes.
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