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Durante los próximos meses, la fibra óptica llegará a 179 núcleos de población de la provincia, que se sumarán a los 55 que ya la tienen, cifra en la que están incluidas la capital y algunos de sus barrios incorporados. La previsión es ... que, a finales de 2021, alrededor del 80% de la población segoviana tenga acceso a la tecnología de ultra banda ancha, la más avanzada del mercado. Se trata de una medida fundamental para fijar población y, al menos, detener la hemorragia que está vaciando el medio rural.
La inversión general prevista, de más de 10 millones de euros, permitirá seguir completando el despliegue, pero también la adquisición de los equipos que requiere y la digitalización de centrales para satisfacer los nuevos servicios y capacidades que necesita el mayor ancho de banda. Este desembolso en fibra óptica se suma al realizado desde el comienzo del despliegue, en el año 2014, que alcanza los 14 millones de euros y que, en el caso de la provincia, ha permitido que 6 de cada 10 segovianos dispongan de cobertura FTTH, con la particularidad de que la nueva acometida se centrará únicamente en el medio rural, donde solo 3 ciudadanos de cada 10 pueden disfrutar de las ventajas de internet de alta velocidad. «Esta es, ahora mismo, la realidad provincial. La buena cobertura se encuentra en el 9% del territorio y llega al 34% de la población. El objetivo es que, en 2023, entre el 95 y el 98% de los vecinos puedan navegar en banda ancha», señala el presidente de la Diputación de Segovia, Miguel Ángel de Vicente.
La institución provincial acaba de publicar la lista con las 179 poblaciones incluidas en la última subvención, pertenecientes a 118 ayuntamientos. Municipios como Cuéllar, El Espinar, Sepúlveda o Real Sitio de San Ildefonso, donde los núcleos más poblados cuentan ya con fibra óptica, van a ver ampliada su cobertura digital con el despligue en núcleos como Arroyo de Cuéllar, Campo de Cuéllar, Chatún, Dehesa, Dehesa Mayor, Escarabajosa de Cuéllar, Fuentes de Cuéllar, Lovingos y Torregutiérrez (Cuéllar); Los Ángeles de San Rafael (El Espinar); La Pradera de Navalhorno (Real Sitio de San Ildefonso), y Aldehuelas de Sepúlveda, Castrillo de Sepúlveda, Consuegra de Murera, Duratón e Hinojosas del Cerro (Sepúlveda). En otros términos municipales se podrá disfrutar de las ventajas de la banda ancha ultra rápida por primera vez. Es el caso de Bernardos, Cabezuela, Casla, Escalona del Prado, Espirdo, Fuentepelayo, Fuenterrebollo, Hontalbilla, Lastras de Cuéllar, Maderuelo, Marugán, Mozoncillo, Muñopedro, Navalmanzano, Navas de Oro, Navas de Riofrío, Navas de San Antonio, Olombrada, Otero de Herreros, Ortigosa del Monte, Pedraza, Sacramenia, San Miguel de Bernuy, Santa María la Real de Nieva, Santiuste de San Juan Bautista, Turégano, Valtiendas, Vallelado, Vegas de Matute, Zarzuela del Monte o Zarzuela del Pinar. Si, actualmente, la fibra óptica beneficia a 64.607 personas residentes en el medio rural segoviano, cuando acabe este segundo despliegue, a lo largo de 2021, habrá 93.562 habitantes (el 89% de la población segoviana sin contar la que reside en la capital) con velocidades de conexión superiores a los 30 Mbps, según fuentes de la compañía adjudicataria.
Ayer, decenas de alcaldes, concejales y secretarios municipales acudieron a la jornada informativa que la Diputación de Segovia convocó con los técnicos del operador adjudicatario, Movistar. Hay verdadero interés entre los responsables municipales por conocer cómo se procederá al despliegue, qué trámites deben completar, qué licencias tienen que conceder, qué obras hay que acometer, qué plazos se manejan... Por ahí fueron las cuestiones que los representantes de los ayuntamientos formularon a los técnicos de la compañía, que respondieron las preguntas y resolvieron todas las dudas que el proceso despierta.
Segovia no es una provincia fácil porque tiene una orografía compleja. Los pueblos de la Comunidad de Villa y Tierra de Fuentidueña siempre han tenido problemas para la conectividad. Lo mismo ocurre en el oeste de la provincia, en el límite con la Tierra de Arévalo, y en la comarca nordeste, donde hay pueblos muy apartados y escasamente poblados. «Estas son las zonas más complejas», subrayó el viceconsejero Sanz Merino.
Por su parte, el director de Telefónica en Castilla y León, Javier Alonso, hizo un llamamiento para que, una vez completada la instalación, los vecinos hagan uso del servicio. Curiosamente, de los castellanoleoneses que no tienen contratado el acceso a internet, el 71% dice que no le ve utilidad, el 33% que no sabe utilizarlo y solo un 5% admite que no lo tiene porque no llega el servicio a la zona. «Entre todos tenemos que fomentar que haya adhesión a las tecnologías para afrontar el reto demográfico◄5, manifestó.
El plan de despligue requiere la aprobación por parte del ayuntamiento en cuestión, tres meses de silencio administrativo (si el municipio no ha respondido, el operador dará el plan por aprobado) y la presentación de una declaración responsable por parte de la compañía. Los técnicos aprovecharán las fachadas y las canalizaciones de cobre existentes para el despliegue de la fibra, y si en algún momento hay que picar, se solicitará la pertinente licencia. En los edificios que cuentan con la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC), la fibra irá siempre soterrada y la instalación será respetuosa con los planes especiales que en algunos municipios rigen para los cascos históricos. Pedraza es un buen ejemplo.
Los técnicos de Telefónica establecen un plazo de uno a dos meses para construir la instalación en un núcleo de población. Una vez desplegado, el servicio empieza a comercializarse al mes siguiente. Los técnicos se reunirán con los representantes municipales «antes de poner un clavo» para que el vecindario de cada núcleo pueda ser informado de primera mano. Las poblaciones en las que antes se terminarán los trabajos son aquellas que cuentan ya con una central construida. En los núcleos más alejados se tardará más. También puede haber partes que haya que resolver con cobertura móvil porque será imposible llegar con cable.
La Diputación convocó la jornada de ayer con el objetivo de que los representantes municipales conozcan las actuaciones que Telefónica tiene previstas. «Somos meros intermediarios que ponemos en contacto a la operadora con los ayuntamientos, pero estamos muy implicados en el proceso de digitalización total que debe transformar la provincia en los próximos años. La banda ancha de nueva generación es un motivo más para la vida en nuestros pueblos», dijo el presidente provincial, Miguel Ángel de Vicente, que estuvo acompañado por el viceconsejero de Infraestructuras y Emergencias de la Junta de Castilla y León, José Luis Sanz Merino, y por el director regional de Telefónica, Javier Alonso. El nuevo programa de extensión de banda ancha de nueva generación fue adjudicado a finales del pasado año por el Ministerio de Economía.
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