Un pueblo orgulloso de la calidad de sus tomates

Casi a las cinco de la tarde se servían las últimas raciones de paella que quedaban. Se había apuntado tanta gente hubo que hacer otra para saciar a los más de 700 comensales, casi el triple de la población de Martín Muñoz de las Posadas, que se dieron cita ayer en la localidad. La cuarta Feria del Tomate se desarrolló con comidas, con actividades, con premios como el Tomate de Honor para la chef Pepa Muñoz... pero sobre todo sirvió para presumir de la calidad del producto en Martín Muñoz de las Posadas.

El día transcurrió con una visita a los Huertos de Monje, una degustación de gazpacho y múscia en directo, entre otras actividades. Había en total quince puestos de productos locales: seis de tomates de Martín Muñoz de la Posadas y nueve de Alimentos de Segovia. También hubo espacio para un 'photocall' con disfraz de tomate incluido y un puesto de pulseras impulsado por pequeñas emprendedoras. A este último le fue mejor por la mañana que por la tarde por la afluencia de gente.

«Esto va a dar un impulso terrible para que más agricultores se animen a plantar tomate», declaró con entusiasmo José Antonio García Gil, alcalde de la localidad. De momento hay aproximadamente cuatro hectáreas de tomate que se cultiva, según Daniel Ramos, vicepresidente de la Asociación para la Promoción de los Tomates de Martín Muñoz de las Posadas, también conocido como 'El Rey del Tomate'. Los seis productores de tomate local cultivan en las zonas próximas al prado y al río. Cada año producen entre 80.000 y 90.000 kilogramos de tomates, cantidad que también esperan alcanzar en 2022. «Hemos mejorado la calidad quitando un poco de producción, pero al final los kilos más o menos se compensan unos con otros y sale bien», indicó Ramos.

La ola de calor no ha dejado indemne a nadie, ni siquiera a los tomateros. «Con el calor las plantas agonizaban mucho y necesitaban mucho agua, necesitaban que las corriera el aire, se caían muchas flores...», expuso Álvaro Iglesias, uno de los seis productores de tomates. Si no hay flor no hay tomate. Ha habido una merma de kilogramos durante varias semanas. «Luego nos hemos recuperado un poco y ahora estamos en la línea de todos los años», precisó. Para ello, los agricultores han tenido que utilizar más agua que otros años. «Nosotros solemos hacer riegos de media hora diarias o tres cuartos de hora y este año a lo mejor estábamos 55 minutos, más o menos», estimó Iglesias.

En los puestos de la feria había verduras y multitud de variedades de tomate: azul, tomata, liso, de río... Todos estos se diferencian del resto en su sabor, su carne y su poca textura de la piel. Unas cualidades propias gracias al agua, a la tierra y a la manera de cultivarlos. «Sobre todo la tierra, que como esta no la hay en ningún otro sitio. Plantas este tomate en cualquier otro lugar y no le igualas», dijo Ramos. Y con tantas variedades de tomate, cada tipo es propicio para una receta. Según el alcalde, la tomata mejor para ensalada. «A la caja y no más», porque es un tomate muy blando. Por ejemplo, «el tomate más duro, para pisto, para gazpacho, para hacer salmorejo...»

El tomate de honor fue entregado a Pepa Muñoz, chef y propietaria de El Qüenco de Pepa, quien ha apoyado el evento al preparar el pisto, la paella y el gazpacho para los visitantes de la feria en colaboración con la Asociación de Cocineros de Segovia y Provincia. En su restaurante de Madrid cocina con los tomates de Martín Muñoz de las Posadas, tanto que el alcalde la llamó «embajadora». El mercado principal de este producto, indicó Muñoz, es la Comunidad de Madrid. «Se vende más en seis meses en Madrid que entre Segovia y Ávila juntas», remarcó el alcalde de Martín Muñoz de las Posadas.

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