Arancha Labrador, guía turística. A. de Torre

«Prueban el cochinillo, aunque en raciones pequeñas, y siempre incluyen una visita cultural»

Arancha Labrador, guía turística, conoce bien el perfil del turista chino que visita Segovia

Carlos Álvaro

Segovia

Martes, 21 de marzo 2023, 00:31

Devoran la sopa castellana, de ajo, aunque es diferente a la de su país, donde son muy soperos. «No pan, no chorizo, no huevo», dicen, pero no dejan de probar el cochinillo, aunque en pequeñas raciones. Los restaurantes segovianos más afamados añoran al turista chino, ... al que atendían encantados en el primer turno de comidas del día, en torno a las once y media de la mañana. Todo aquello parece de otra época. Desde enero de 2020, ningún chino residente en China ha pisado suelo segoviano.

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«Ya hemos recibido mensajes de diferentes agencias, con vistas a la primavera y el verano. Cada viaje mueve a un montón de turistas y una estructura muy grande que exige tener cerradas las tarifas de los aviones, de los autocares, de los guías, de las entradas a los monumentos... El Alcázar de Segovia les encanta», explica Arancha Labrador (Guíate en Segovia), que conoce muy bien el perfil del turista chino, sus gustos y manías, sus demandas. «Aunque se diga que no les interesa la cultura, siempre incluyen en sus viajes y rutas una visita cultural. Evidentemente, no conocen la cultura europea y española, como nosotros desconocemos su cultura, y no puedes hablarles de ochocientos reyes españoles porque no se van enterar. Así que les preparas una historia corta, sencilla pero atractiva, y con información, para que puedan aprender algo y apreciar lo que están viendo», cuenta Arancha.

La visita cultural no falla, pero el turista chino es exigente a la hora de demandar un tiempo destinado a las compras: «Les gusta mucho la moda europea y se decantan por marcas caras. Dejan dinero, mucho dinero en compras, en marcas, en detalles. Esto te lo dicen muy claro cuando llegan, y a los guías nos parece estupendo».

«El guía tiene que ser empático con ellos, han de llevarse una buena imagen de la ciudad»

Después está la gastronomía. Hay visitas rápidas que incluyen Segovia y Toledo en un mismo día, pero si pasan toda la jornada a la vera del Acueducto, no desaprovechan la oportunidad de conocer un restaurante señero. «Prueban el cochinillo, claro que sí, aunque en raciones pequeñas. Los judiones no les hacen tanta gracia, pero sí la sopa castellana. Beben agua del grifo y piden agua caliente porque, aparte de que digiere mejor, suelen llevar termos de té y lo necesitan para rellenarlos. Todo el día están bebiendo té de sus termos», explica esta guía turística segoviana.

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Ver a un grupo de turistas chinos es otro clásico. Antes portaban cámaras fotográficas muy sofisticadas; ahora se apañan con los móviles: «Hacen muchas fotos y ¿quién no hace fotos ahora? Es cierto que el japonés es más silencioso y educado y que los turistas de Corea o Singapur son quizá más caóticos... Los chinos suelen traer traductor, porque desconocen el inglés, especialmente si son mayores. En cualquier caso, el guía tiene que ser empático. Somos la cara de la ciudad que ellos conocen y tienen que llevarse una buena imagen de nosotros».

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