El próximo reto de la Feria de Día de Segovia: «Sacar las barras a la calle»

Ambos colocan el mayor de los focos de interés en la Feria de Día, una iniciativa que ha cumplido su primera edición con «éxito», hace hincapié la también directora general del restaurante José María. Era una prueba, una piedra de toque para catar la respuesta del público ante la instalación por parte de bares y restaurantes de unas casetas en un espacio exterior, que en esta ocasión ha sido el paseo del Salón, un emplazamiento para eventos que el actual equipo de gobierno del Partido Popular en el Ayuntamiento de Segovia estrenó en Navidad, sin las bondades cosechadas ahora.

Si entonces abundaron las quejas y críticas a la organización municipal y al propio escenario, la experiencia de la Feria de Día ha rebatido aquellos reproches con afluencia de visitantes, con la satisfacción de la clientela y los empresarios participantes. Ocho casetas gastronómicas han alimentado el debut de esta antigua aspiración de la patronal de la hostelería.

Por lo tanto, y a falta de reunirse con los negocios que han dado sabor y saciado la sed festiva de cuantos se han acercado a la Feria de Día durante las cinco jornadas que ha estado abierta, los representantes gremiales consideran que la experiencia «ha venido para quedarse», como reitera Jesús Castellanos.

Aunque queda un año para la segunda edición, el sector empieza a idear los ingredientes que se pueden añadir al acontecimiento para que aún deje un mejor regusto a los establecimientos que «se arriesguen» y a los comensales que se acerquen a deleitarse con las elaboraciones culinarias que se cocinen en los puestos. Entre esas apuestas a trabajar está el anhelo de la hostelería cuando defendió la instauración de una Feria de Día en Segovia a imagen y semejanza de las que tienen lugar en otras ciudades, como Valladolid, Salamanca o Málaga.

Durante mandatos anteriores en el Ayuntamiento, con el Partido Socialista al frente de la gestión municipal, esta propuesta se mantuvo aparcada por los reparos que pusieron los equipos que se sucedieron al frente del Consistorio. Ese formato que han apuntalado otras urbes y que persigue la hostelería consiste en «sacar las barras de los bares y restaurantes a la calle». Esto es lo que quiere el sector, desliza el presidente de Hotuse. Cómo hacerlo es ya harina de otro costal.

El planteamiento no excluye el paseo del Salón, que, como acreditan los hosteleros, ofrece las prestaciones para albergar un evento de estas características; pero si crece la participación con la deseada suma de más negocios dispuestos a salir de sus locales para dar de beber y comer a pie de calle, este emplazamiento se quedaría pequeño al tener una superficie limitada.

Otro punto que tienen en cuenta y en el que hacen hincapié los responsables de Hotuse y Festur es el 'coste' que acarrea el hecho de sacar las barras a la vía pública. Dicho de otro modo, los hosteleros han de extraer un rendimiento a la apuesta. Y para que la experiencia genere interés, sea atractiva y haga de imán de clientes, las dos agrupaciones empresariales de la hostelería y el turismo en Segovia reivindican que haya una oferta cultural y de ocio que complemente la gastronómica. Actuaciones y conciertos en vivo como los habidos estos días pasados en la Feria de Día del paseo del Salón.

Las dos asociaciones insisten en que la amenización en directo que ha arropado las visitas, los bocados y los tragos de cuantos han hecho escala en las casetas «es crucial» para que la experiencia triunfe. Luego está el factor meteorológico, que ha de bendecir la iniciativa y no como pasó, por ejemplo, el sábado, día de San Pedro, que la lluvia aguó las expectativas de la jornada.

Por lo tanto, ambos responsables empresariales aplauden el balance «positivo» obtenido de una cita que nacía como «prueba piloto», incide en matizar Castellanos. Esa satisfacción generalizada no oculta que hay cuestiones a mejorar en las próximas ediciones. Queda un año para pensar en novedades que moldeen el concepto y la celebración de la Feria de Día segoviana. Ambos presidentes sectoriales se han reunido este miércoles con el alcalde, José Mazarías, para, precisamente, poner en común las conclusiones de la que ha sido una de las novedades más suculentas del programa de las Ferias y Fiestas de San Juan y San Pedro.

Ruiz afirma que hay propuestas que «ya están sobre la mesa» para ir trabajando a lo largo de los próximos meses con el objetivo de llegar a junio con un proyecto enriquecido. Una de esas mejoras que han salido a relucir es la de colocar más urinarios en la zona de la Feria de Día, ya que la afluencia de clientes ha dejado escasa la dotación de cabinas portátiles de esta edición.

Las dos asociaciones támbién han dejado entrever la idea de ampliar el calendario del evento. Este ciclo de prueba ha durado cinco días, del miércoles 26 al domingo 30 de junio, ambos incluidos. Los comensales y los propios empresarios parece que se han quedado con hambre de más. Por eso, plantean extender la feria a todo el ciclo festivo, del primer al último día.

Esta expansión también pretende conquistar más espacios. Castellanos admite, «desde una visión general», que la programación de actos y de ocio que brinda la programación de San Juan y San Pedro se concentra en el casco histórico, de ahí que un bar de la Plaza Mayor tenga una perspectiva de las fiestas distinta a la de establecimientos ubicados en barrios más periféricos, cuya conclusión será menos halagüeña y más pesimista. Con esta premisa por delante, el presidente de Hotuse defiende la adhesión a la Feria de Día de más emplazamientos repartidos en otras zonas de la capital.

«Nos gustaría que se notase en toda la ciudad», asevera Castellanos en la defensa de extender la animación a los barrios, y pone el ejemplo de la concentración de peñas de esta edición, la cual «ha funcionado muy bien». Para que esa ampliación del radio de acción e influencia de las casetas gastronómicas adquiera peso y visos de materializarse y de ser rentable para los negocios, las asociaciones vuelven a incidir en que la «clave» está en arropar las barras en la calle con actuaciones que hagan de reclamo para el público.

En los debes, el presidente de Hotuse lamenta, una vez más, la celebración de botellones en los actos de las fiestas que congregaron a más personas, como las verbenas de la Plaza Mayor. «Es muy complicado» erradicar esta práctica habitual, apunta Castellanos. La propia Feria de Día padeció uno. «Vinieron trescientos jóvenes hasta con sillas y no hubo manera de frenarlo», revela al reconocer que, a veces, un intento de disuadir un botellón tan numeroso puede ser peor que el rastro de basura que deja tras de sí.